FY29 - FuturEnergy

Redes Inteligentes | Smart Grids FuturEnergy | Abril April 2016 www.futurenergyweb.es 67 Las micro redes también tienen importantes aplicaciones en plantas industriales y en centros comerciales, gracias a que pueden garantizar la disponibilidad de una electricidad de calidad. En ciudades afectadas por frecuentes cortes de suministro eléctrico, las micro redes son una alternativa limpia y eficiente a los generadores diésel, que contaminan mucho y son caros de mantener, por lo que incrementan los costes de los negocios. En Kenia, por ejemplo, el 57% de las empresas tienen generadores propios. Las micro redes que están conectadas a la red eléctrica principal también ayudan a reforzar la resistencia y la fiabilidad de la misma, por ejemplo durante los fenómenos climáticos extremos. Al contrario que Solar Impulse, que depende exclusivamente de la energía solar, las micro redes en tierra siguen dependiendo de los combustibles fósiles como el diésel para la alimentación de reserva, cuando el viento para o el sol se pone. Sin embargo, gracias a los avances logrados en tecnología de baterías, ya es posible almacenar el exceso de energía renovable, de forma muy parecida a como lo hace Solar Impulse, reduciendo así aún más la necesidad de consumir combustible diésel. Por ejemplo, la reciente mejora de la micro red de la isla Kodiak en la costa sur de Alaska, obtiene prácticamente el total de sus 28 MW de capacidad a partir de energía hidráulica y eólica, gracias a sus dos sistemas de baterías de 1,5 MW, que toman el relevo tan pronto como deja de soplar el viento. Soluciones similares a ésta se están instalando en dos micro redes en África, una en la sede de ABB en Johannesburgo, y otra en un parque eólico remoto llamado Marsabit, en el norte de Kenia, donde sus 5.000 habitantes dependen totalmente de una micro red alimentada exclusivamente por aerogeneradores y grupos electrógenos. Como Solar Impulse y estos ejemplos descritos demuestran, la tecnología necesaria para el desarrollo masivo de las micro redes ya está disponible. Por otra parte, el coste de los componentes clave de esta tecnología, tales como las células fotovoltaicas o las baterías de almacenamiento, va a seguir bajando como consecuencia de las economías de escala y de las innovaciones que se producen en materiales y procesos de fabricación. La energía renovable es, en muchos casos, la solución más económica para la electrificación, con un coste promedio de la energía inferior al del diésel, en el supuesto de que éste último no esté muy subvencionado. Algunos países incentivan los programas de energías renovables, pero no disponen a menudo de marcos específicos para el desarrollo de las micro redes. Esto está empezando a cambiar; el ministerio de la Energía en Estados Unidos, por ejemplo, está trabajando para favorecer el desarrollo y la implantación de micro redes, y el gobierno de India, con su programa “Electricidad para Todos” está promulgando leyes federales y estatales para terminar con la incertidumbre regulatoria, lo que a su vez eliminará las barreras a la inversión y permitirá el desarrollo de esta industria. Al disponer de los modelos financieros y de negocio adecuados al entorno regulatorio, las micro redes podrían permitir el desarrollo de áreas rurales, mejorando la vida de millones de personas, a la vez que ayudan a alcanzar los objetivos de emisiones nacionales y globales. Es posible hacer funcionar el mundo sin esquilmar la Tierra. has earmarked for electrification in the coming years under its “Power for All” initiative. Microgrids also have important applications in industrial plants and shopping centres because they guarantee power quality and availability. In cities affected by frequent power cuts, they are a clean and efficient alternative to diesel generators, which are highly pollutant and expensive to run, pushing up the cost of doing business. In Kenya, for instance, 57% of businesses have their own generators. Microgrids that are connected to the main power grid also help to improve grid resiliency and reliability, for instance during extreme weather events. Unlike Solar Impulse, which relies totally on solar energy,microgrids on the ground still depend on fossil fuels, such as diesel, for backup power when the wind stops blowing or the sun goes down. However, thanks to advances achieved in battery technology, it is now possible to store excess renewable energy, inmuch the same way as the Solar Impulse, further reducing the need for diesel. For instance, a newly upgradedmicrogrid on Kodiak Island, off Alaska’s south coast, derives virtually all of its 28MWof electricity capacity fromhydropower and wind, supported by two 1.5 MW battery systems that take over as soon as the wind stops blowing. Similar solutions are being installed at twomicrogrids in Africa, one at ABB’s headquarters in Johannesburg and another at a remote wind farm calledMarsabit in northern Kenya, where the population of 5,000 relies exclusively on a wind- and diesel-poweredmicrogrid. As Solar Impulse and these examples demonstrate, the technology needed for the mass deployment of microgrids is now readily available. In addition, the cost of key technology components, such as solar PV and battery storage, will continue to decline as a result of the economies of scale and innovations that are taking place in materials and manufacturing. Renewable energy is, in many cases, the most economical solution for electrification, with the LCOE lower than diesel, provided the latter is not heavily subsidised. Some countries are incentivising renewables programmes, but frequently have no framework in place specifically for microgrids. This is starting to change. The US Department of Energy, for instance, is working to encourage the development and deployment of microgrids and the Indian government is, under its “Power for All” initiative, enacting federal and state policies to end regulatory uncertainty, which is in turn expected to unlock the level of investment required to scale up the industry. With the right financing and business models that take account of the regulatory environment, microgrids could help develop rural areas, improving the lives of millions, while helping to meet national and global emissions targets.We can run the world without consuming the earth. Claudio Facchin Presidente de la división Power Grids de ABB President, ABB Power Grids division

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