y sólo en el 12% de ellas los titulares tienen menos de 40 años de los que la mitad son personas de entre 35-39 años. Incluso en algunos Estados miembro la situación es más alarmante puesto que la proporción es de tres agricultores mayores de 65 años por cada agricultor menor de 40 años. En general, la tendencia de la agricultura europea es preocupante se ha producido una caída importante del número de explotaciones (un 37% entre 2005-2020), un aumento de su tamaño, una mayor concentración parcelaria que hace que el acceso a la tierra y a la financiación sea más complicado para los jóvenes. Además, el salario agrario en la UE es un 53% menor que la media del resto de sectores económicos, por lo que la falta rentabilidad supone también un freno importante a la incorporación de jóvenes. En nuestro caso, del texto aprobado por el Parlamento Europeo, hemos de resaltar los artículos 54 y 65, para comprender el nexo de forma coherente que existe entre la problemática del Mar Menor, y el relevo generacional: "54. Destaca que los jóvenes agricultores de hoy y de mañana serán los más afectados por los efectos del cambio climático y por la pérdida de biodiversidad, pero también son los mejor equipados para aprovechar las oportunidades que ofrecen las transiciones ecológica y digital, contribuir a dichas transiciones y convertirse en actores principales de las mismas". "65. Pide a los Estados miembros que, al desarrollar estrategias para promover el relevo generacional, tengan en cuenta de un modo integral las necesidades y los requisitos específicos de los jóvenes agricultores y de los nuevos agricultores, en particular las necesidades de los que no proceden de familias agrícolas; pide, además, a los Estados miembros y a las regiones que conviertan sus medidas relacionadas con el relevo generacional en España podría alcanzar hasta un millón de créditos de carbono anuales, si todo el sector porcino mitigara sus emisiones. un motor de sus estrategias agrícolas nacionales y regionales". Efectivamente, como dice el artículo 55, los jóvenes del sector agropecuario serán los más afectados por el cambio climático y tendrán medidas más restrictivas en cuanto a emisiones de gases de efector invernadero (GEI), mayor inversión respecto a la contaminación difusa de las aguas, mayor cantidad de "etiquetas sociales" que no facilitan la elección de un sector tan tradicional como alternativa de trabajo, inversión, autoempleo, agrupación o cualquier otra alternativa que asegure nuestra continuidad en el Campo de Cartagena. A la vista tenemos que un joven ganadero, que además no proceda de familia con tradición agropecuaria, no va a entrar a trabajar en el sector con la problemática existente, dificultando aún más el relevo generacional ganadero. Un porcentaje elevado de los agricultores y ganaderos han procurado dar una alternativa a sus hijos y herederos, quienes, con la ampliación de la esperanza de vida producida en la Región de Murcia, han pasado de ser un reflejo de la generación baby boom, a millenians, dejando sin espacio a la generación X, que casi no han participado en el proceso de sucesión. El GPS, los autómatas, la inteligencia artificial, los biofertilizantes, la biotecnología, las aplicaciones informáticas, la exportación, los flujos de caja, las cotizaciones internacionales y la lucha contra el cambio climático son los nuevos valores reales que el mundo agropecuario tiene en vez del sacrificio humano, la contaminación permanente y la parálisis por el análisis y la burocracia que han rodeado a la imagen sectorial actual. Los atractivos principales no se elaboran adecuadamente para que constituyan un valor aspiracional para las nuevas generaciones, quienes puedan encontrar un contexto adecuado para hacer de la agricultura y la ganadería su futuro. El proyecto SINGEI es un primer paso, eliminando los nitratos y los olores de las granjas, comenzando así el primero de los 10 retos que faciliten el relevo generacional. n 35 DOSIER RENOVABLES EN EL SECTOR AGROGANADERO
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