51 pone alcanzar una implementación fotovoltaica de 76GW antes de 2030. Este ha sido un año de aprendizajes respecto a la tramitación y evaluación de los proyectos. Lograr una mayor digitalización de la administración pública, así como una correcta gestión de los recursos humanos que nos permita adecuar la gestión de los proyectos a las necesidades temporales que marca el Plan Integrado de Energía y Clima para la consecución de la transición energética en España, se plantea como un reto imprescindible para 2024. Si pudiéramos proyectar deseos, necesidades más bien, para 2024, serían replantear el sistema actual de subastas, para dar una señal de precio adecuada, que asiente la inversión necesaria para culminar la transición energética a la vez que se produce una remodelación para hacer más eficiente el sistema de hitos y regulaciones. El camino que inicia con este nuevo año debe reforzarse con una buena estrategia para los próximos meses y es importante hacer una lectura correcta de la situación en la que se encuentra el autoconsumo en España. Pese a no tener todavía los datos oficiales del año pasado, el sector ha registrado una reducción significativa de las instalaciones domésticas, mientras que el autoconsumo industrial y comercial parece haber resistido. La pérdida de la percepción de altos precios de la energía por parte de la ciudadanía, así como la reducción del poder adquisitivo de las familias, junto al agotamiento de las ayudas contempladas dentro de los Fondos de Recuperación son las causas de esta situación.
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