resultados demostraron que los sistemas con algas son mejores candidatas. ¿Sus ventajas? En comparación con las plantas, las algas son más aptas para la producción de electricidad en el espacio limitado de los paneles, son más resistentes, necesitan menos cuidados, soportan temperaturas más altas, además de ser más versátiles. Asimismo, además de la producción de energía, las algas también se pueden utilizar para aislamiento, sombreado y para regular la temperatura y humedad en los edificios, además de producir localmente, comida. Finalizado el pasado mes de abril, Algavoltaica es un proyecto innovador coordinado por SOLARTYS, clúster de la energía solar y que cuenta con la participación del Barcelona Centre de Disseny, Institute for Advanced Architecture of Catalonia, Ketter Batteries y Noumena. Para su ejecución, el proyecto ha sido dotado con un presupuesto de 215.409,00€, financiado por la convocatoria de Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MINCOTUR), bajo la referencia AEI-010500-2022b-71. LA METODOLOGÍA DEL PROYECTO Después de realizar diversas pruebas de laboratorio que compararon la eficiencia energética de sistemas biofotovoltaicos aplicados a plantas y algas, los resultados indicaron que los sistemas con algas son tres veces más eficientes que los que se realizaron con plantas. Basándose en estos resultados, el consorcio tomó la decisión de continuar la investigación para lograr una opción rentable y eficiente de sistemas biofotovoltaicos con algas. Concretamente, las algas elegidas para el proyecto son algas espirulina, unas algas con un crecimiento rápido, que requieren pocos recursos y tienen una baja huella de carbono. Además de las ventajas descritas más arriba, son consideradas 'superalimentos', dado que ofrecen propiedades nutricionales FOTOVOLTAICA
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