cios (antigüedad, ruralidad, renta y edad de los propietarios y consumo energético actual) y costes de inversión e instalación de las diferentes tecnologías. En cuarto lugar, se realiza una comparativa del consumo energético destinado a calefacción por tipo de combustible y las emisiones generadas a 2030, con el despliegue de bombas de calor únicamente y el despliegue de bombas acompañado de otras soluciones alternativas de alta eficiencia (caldera de condensación, calderas híbridas y acumuladores de calor). El último bloque recoge recomendaciones de despliegue para llevar a cabo una reducción de emisiones efectiva y eficiente: identificación de medidas y/o recomendaciones asociadas al despliegue de los diferentes equipos de calefacción para cada zona climática y tipo de vivienda en función de sus características. BARRERAS PARA EL DESARROLLO DE LA BOMBA DE CALOR COMO SOLUCIÓN ÚNICA El análisis concluye que la bomba de calor, aunque sea una pieza clave, por sí sola no es suficiente para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones propuestos, considerando tanto la cantidad como el coste real que tiene para el consumidor. Además, se han identificado una serie de barreras para su desarrollo como solución única aun en el caso de que en la actualidad puedan ser consideradas parcialmente renovables. Una de esas barreras refiere que España dispone de zonas climáticas en las que las bombas de calor son soluciones ineficientes económicamente y pueden llegar a no obtener la condición de renovable. Esta tecnología pierde rendimiento cuando las temperaturas exteriores son frías y las temperaturas de funcionamiento son altas. Esta limitación, puede requerir la utilización de sistemas complementarios de calefacción o, en algunos casos, la incorporación de una resistencia adicional para garantizar que se alcancen las temperaturas deseadas por el usuario. Por tanto, deben ser consideradas cuidadosamente las necesidades de calefacción en cada caso, evaluar las condiciones climáticas locales y tener en cuenta las limitaciones de rendimiento y las ineficiencias asociadas con las bombas de calor en diversas situaciones. Por otro lado, aunque las instalaciones basadas en bombas de calor puedan ser una opción eficiente desde el punto de vista energético (considerando sólo los equipos), su aplicación como tecnología baja en emisiones se ve influenciada por el suministro eléctrico, la disponibilidad de las fuentes de energía renovable y el refuerzo de las redes de distribución. El informe señala una tercera barrera. El cambio completo de instalación por bomba de calor que cumpla criterios de renovable puede alcanzar el 50% de la renta media anual de un hogar español, y requiere dejar la vivienda entre 12 y 16 días para la instalación. La sustitución de los equipos de calor por otros similares, como las calderas de gas natural de alta eficiencia, se plantea como una solución más sencilla y eficiente para adoptar en el horizonte propuesto. Su eficacia en cuanto a reducción de emisiones iría además aumentando con la progresiva entrada en la red de gases renovables, como el biometano, tal y como disponen las políticas nacionales e internacionales, en coherencia con los objetivos de emisiones netas nulas en 2050. Por otra parte, las instalaciones de calefacción basadas en bombas de calor tienen un coste de abatimiento (o coste de reemplazo por una alternativa más baja en emisiones) mucho más elevado que el de otras soluciones, pudiendo ser de entre 7,5-8,6€/ kg de CO2 frente a aproximadamente, 2,4- 3,4€/kg de CO2 de las calderas de alta eficiencia9 y 3,2€/kg de los acumuladores de calor. Según se indica en el informe, los hábitos de consumo ineficientes y el uso de la bomba de calor exclusivamente como sistema de refrigeración hacen que el ritmo real de despliegue no esté siendo el esperado: sólo unas 80.000 bombas de calor de las instaladas al año están siendo utilizadas para calefacción. Lo que resulta significativamente inferior a los objetivos del PNIEC10 y hace que la reducción de emisiones sea inferior a la esperada. Debido a todos estos factores limitantes, España todavía se encuentra alejada de conseguir el ritmo necesario para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones en el sector de la calefacción doméstica de manera eficiente, por lo que es necesario valorar otras alternativas, que permitan alcanzar los objetivos planteados de manera eficiente y en tiempo. En el informe se recomienda que este despliegue de alternativas debe llevarse a cabo atendiendo a las diferentes zonas climáticas (Mediterránea, Continental y Atlántico-Norte), considerando las limitaciones existentes y los hábitos de consumo, y atendiendo también a las características de las viviendas y los consumidores (segunda mano/obra nueva, ruralidad, niveles de renta), de manera que se aborde una transformación realista, eficiente y justa que permita el cumplimiento con los objetivos de emisiones netas nulas a 2050. En las zonas con barreras socioeconómicas, la promoción de equipos de calor renovables de mayor eficiencia (no solo las bombas de calor) y la sustitución de calderas convencionales por calderas de condensación 73 INFORME
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