25 PUBLIRREPORTAJE lugar donde realmente pueda pasar su tiempo cómodamente mientras atiende sus necesidades de carga y personales. El cuidado de los detalles es menester para favorecer tanto ventas directas de energía como ventas cruzadas con dicha clientela captiva. En esta primera fase, aquel que cuente con el mayor número de estaciones de recarga de vehículos eléctricos operativas, y sea capaz de entregar algún valor agregado a sus usuarios, tendrá la ventaja de proclamarse como uno de los actores principales de referencia en un sector que día a día crece a un ritmo constante. La gente no tendrá coches eléctricos, o peor aún, no los utilizará para todas sus actividades hasta que no puedan cargarlos “en cada esquina” y tengan una buena experiencia de usuario mientras lo hacen. Teniendo todo esto en mente, poco a poco nuestro “repaso” se hace más sencillo, y ahora sí podemos comenzar a ver diferentes modos de plantear negocios alrededor de la recarga eléctrica: • Doméstica: ventas particulares o a través de una red de distribuidores, instalaciones de equipos de recarga doméstica, complicaciones técnicas relativamente sencillas, márgenes comerciales limitados, pero un usuario final feliz en la comodidad de su hogar. Costes y contratación eléctrica por cuenta del usuario. Mantenimiento y posventa reducido. • Recarga gratuita: generalmente, se plantea una dinámica como esta con cargadores públicos construidos por organismos gubernamentales que promueven la e-movilidad, en ubicaciones donde no es posible la reventa de energía, o sencillamente en diferentes empresas con el objetivo de atraer clientes (ejemplo: ecoturismo en hoteles rurales). Y si bien en grandes urbes es una práctica que poco a poco pierde presencia en lo que se refiere a recarga pública, no hay que descartar modelos así en casos de explotación propia privada con flotas de vehículos que no requieren un cobro, pero sí una gestión interna. • Recarga concobro: modelos generalmente con venta al público. Aplicable tanto para zonas de carga lenta con corriente alterna (AC) como en carga rápida con corriente continua (DC). Se requiere de una estructura que permita realizar operaciones bancarias, autorizaciones de cobro, pueden ser tanto haciendo uso de terminales físicos como con terminales virtuales como pueden ser las numerosas APPs que todos conocemos. • Estaciones de servicio: tal vez uno de los estandartes más importantes en este cambio de paradigma. Un referente en el cotidiano de toda la población, el punto por excelencia para repostar combustible hoy en día se debe actualizar y ampliar la idea de que lo que necesita el usuario es repostar “energía”, siendo hidrocarburos, gas, hidrogeno, y por supuesto también electricidad. Son probablemente de los actores que cuentan con mayores ventajas a la hora de ampliar los servicios que son capaces de dar. Ahora, entonces sí, algunas de las vías más comunes para un modelo de negocio exitoso de estaciones de recarga para vehículos eléctricos. Por lo general, lo que nos encontramos una y otra vez son estos tres grandes lineamientos a la hora de plantear un negocio en este sector indiferentemente de las potencias o velocidades de recarga, y un “bonus”: MODELO 1: VENDER DIRECTAMENTE A LOS USUARIOS El primer modelo de negocio se centra directamente en la venta de electricidad y/o cargadores a los usuarios de VE. La empresa puede convertirse en un proveedor de servicios de electromovilidad (EMSP por sus siglas en ingles), desarrollar un modelo de negocio de recarga de VE adecuado, captar clientes y empezar a vender y/o facturar directamente a los clientes finales. O bien ser la misma empresa quien gestione la comercialización de la energía eléctrica de todos los contratos de suministros de sus clientes. MODELO 2: CONSTRUIR REDES DE RECARGA El segundo modelo de negocio consiste en convertirse en un operador de puntos de recarga (CPO por sus siglas en inglés) y ser lamisma empresa quien realice la inversión en la construcción y explotación de estaciones y redes
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