23 PUBLIRREPORTAJE de las frases que, seguramente, más hemos escuchado, y que hoy es aún más aplicable para nuestro caso es: “Intentar llegar antes que los demás” Aún hoy, el grado de inserción de la movilidad eléctrica en el territorio español es lo suf icientemente bajo como para lograr conseguir las ubicaciones más benef iciosas. Además, contamos con modelos de explotación similares que ya han demostrado rendimientos positivos en numerosos países vecinos, y si bien hay numerosos actores en el sector yendo a por el mismo premio, aquí es una cuestión de capacidad de inversión. Contar con una cartera de proyectos sólida, aprender a jugar con la dinámica de permisos y licencias para la inauguración de estaciones, tener la flexibilidad e ingenio para explorar diferentes nichos de negocio, y lo más importante de todo: no perder de vista que el foco a corto plazo es generar volumen de equipos instalados operativos, porque el negocio lo tendremos a mediano/largo plazo. Si bien la ventana para apostar en este sector continúa abierta, moverse antes de que sea popular y todo el mundo quiera subirse a bordo es una buena estrategia por seguir. ALGUNAS TENDENCIAS DEL VE: EUROPA Y ESPAÑA Aunque la movilidad eléctrica y la infraestructura de recarga son temas candentes de los últimos años, la realidad es que, en el global, los coches eléctricos aún no representan una cuota de mercado mayoritaria a nivel mundial. La tendencia, hoy en día, continúa indicando un aumento muy marcado. Y con la vista puesta en un horizonte no lejano definido con los objetivos de la Agenda 2030, veremos movimientos sustanciales en los años venideros. Si hacemos un análisis a nivel global vemos que países como Alemania han logrado generar un grado de adopción respecto a la movilidad eléctrica significativo, en comparación a otros países miembros como pueden ser Reino Unido, Portugal y Francia. Pero como comentábamos anteriormente, España sigue en un estadio muy embrionario respecto a la media europea. En lamisma línea, si hacemos un zoom out, a nivel europeo es aún más marcado el gap de madurez de mercado que presentamos en comparación con otros territorios. Dejando claro una vez más, que el momento de actuar es ahora y que el crecimiento que nos acompañe será, como poco, exponencial. Ahora bien, si hacemos un foco más en detalle de la situación nacional que presentamos a fecha hoy, la diferencia que se presenta entre la adopción de vehículos eléctricos y el despliegue de infraestructura de recarga es un factor muy interesante para tener en mente a medida que avancemos en nuestra línea de razonamiento: ¿Cómo, habiendo tan pocos cargadores y tantos vehículos eléctricos, el negocio no siempre es rentable? Pues la respuesta ya no es tan sencilla como antes. Gran parte del motivo de esta disparidad aparente radica en una variable que no es tan obvia a simple vista. Este factor del que hablamos no es ni más ni menos que el “confort” del usuario final.
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