FO98 - FuturEnviro

59 INVESTIGACIÓN en distintos ámbitos en los que se requieran materiales con alta capacidad de absorción de estos metales, como puede ser la creación de sustratos para el enriquecimiento de suelos o en las industrias cosmética o farmacéutica. CUALIDADES ABSORBENTES Concretamente han estudiado la capacidad de absorción demetales pesados por biomasa preparada a partir de semilla de uva, orujo de uva, semilla de níspero, tallo de brócoli calabrés, vaina de algarroba y de haba, cáscara de naranja amarga, kumquat, pulpa de naranja y de plátano de Canarias. Tras obtener resultados similares en las propiedades absorbentes de metales, los investigadores proponen como los más idóneos la biomasa de semilla de uva, tallo de brócoli, vaina de algarrobo y cáscara de naranja amarga. Como la cáscara de naranja ya tiene otros usos en el mercado, la recomendación de los expertos es priorizar el uso de los residuos que tengan menor utilidad. El equipo ha confirmado la capacidad de ciertos residuos agrícolas, como los de la uva, para la absorción de metales en aguas. El uso de residuos agroalimentarios puede representar una alternativa más económica y sencilla de implementar para la eliminación de metales pesados en aguas. Los datos obtenidos en los ensayos indican que se logran rendimientos de hasta el 90% en la eliminación de plomo, el 60% de cadmio y un 40% de níquel y cobalto con el uso de vainas de haba y algarrobo, tallo de brócoli y semillas de uva Tras obtener resultados similares en las propiedades absorbentes de metales, los investigadores proponen como los más idóneos la biomasa de semilla de uva, tallo de brócoli, vaina de algarrobo y cáscara de naranja amarga El proceso para utilizar esta biomasa como remediadora de contaminación en aguas se presenta simple según afirma la investigadora. Consiste en la preparación previa de los residuos mediante su secado, triturado y tamizado. Una vez obtenida la biomasa inerte, se adiciona a la masa de agua contaminada. El sustrato añadido absorbe los metales del agua sin necesidad, en la mayoría de los casos, de ningún otro aditivo. Actualmente, están estudiando otros residuos, como los procedentes de algas que se suelen recoger de las playas durante su limpieza o residuos de jardinería producidos en el desbroce, como ocurre en la eliminación de jaramagos. “Trabajar por una economía circular en la que avancemos hacia una cultura de residuo cero, es uno de los objetivos que la ciencia, en general, y nuestro equipo, en particular, perseguimos”, concluye la investigadora. El estudio se ha financiado mediante los fondos destinados al grupo de investigación ‘RNM 236-Geoquímicamarina’, del cual la profesora Galindo es la investigadora principal, y del programa de 'Fomento e Impulso de la Investigación y de la Transferencia, PR2020-013' de la Universidad de Cádiz. 

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