68 RAEE La importancia de un modelo 'proactivo' ante el desafío de los residuos electrónicos La ONU ya ha advertido de que con el actual modelo “lineal” se podrían alcanzar los 111 millones de toneladas en 2050. El aumento de los pequeños dispositivos sin un correcto tratamiento, tendencia que Fundación Ecolec ha puesto en el centro de sus proyectos de concienciación. El informe Escenarios futuros de desechos electrónicos, elaborado por la Universidad de Naciones Unidas y la ONU Medio Ambiente, ha advertido de la necesidad de avanzar hacia un modelo de gestión “proactivo” de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Pasa por una mayor colaboración entre fabricantes y gestores y más implicación ciudadana. Ya se generan 50 millones de toneladas métricas al año, podrían alcanzarse los 75 millones en 2030 y los 111 millones en 2050. Hay más teléfonos móviles que personas en el planeta, dispositivos cada vez más sofisticados y pequeños, que contienen múltiples metales y aleaciones, que conllevan un impacto ambiental y tienen mucho valor en sí mismos. Demasiadas veces quedan olvidados en los hogares, en la basura o en manos de 'recicladores informales', con el consiguiente riesgo. Según indica el informe, el “tamaño y la gravedad del problema futuro” dependerá de los modelos de producción y consumo que apliquen. El estudio plantea tres posibles escenarios: uno en el que continúa predominando el actual modelo lineal, otro 'reactivo' (conmedidas legislativas, que se adoptan con cierta resistencia, en el que falta concienciación y resulta insuficiente) y un tercero, que denomina 'proactivo' y que sí consigue reducir la generación e impacto medioambiental de los RAEE. LA RECOGIDA SEPARADA SIGUE SIENDO INSUFICIENTE Los expertos destacan que el reciclaje está funcionando con metales básicos, como el cobre, el acero y el aluminio, por la infraestructura disponible. Pero no ocurre todavía con otros recursos críticos, como las llamadas tierras raras. Las cantidades son pequeñas en cada dispositivo y el proceso es costoso. El ciclo de vida de los productos no se refleja en el precio de venta. Ni siquiera se hace constar en las etiquetas, lo que permitiría a los ciudadanos más informados elegir con criterio. En la tercera vía proactiva por la que apuesta la ONU para minimizar el impacto y la progresión de los residuos electrónicos es esencial acercar los sistemas de recogida de aparatos a los usuarios e incrementar la eficacia. En la actualidad sólo se recogen de la forma correcta el 35% de los RAEE que se generan en Europa, pese al empeño divulgativo de entidades como Fundación Ecolec. En EEUU se queda en el 22,2%. Hay que tener en cuenta además las diferencias entre los países desarrollados y en vías de desarrollo. En Noruega se generan 28,5 kilos por habitante y año frente a los 2 kilos, de media, de los países africanos, que se están convirtiendo en receptores de basura electrónica. La adopción de soluciones esmás 'apremiante' por ello, porque este tipo de residuos terminan en manos de 'recicladores informales', con técnicas rudimentarias y mayor riesgo medioambiental localizado y sanitario. Ya se generan 50 millones de toneladas de RAEE al año y hay más teléfonos móviles en el planeta que personas
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