www.futurenviro.es | Julio-Septiembre July-September 2022 31 Gestión y Tratamiento de Residuos | Waste Management & Treatment El resto de Europa va a la zaga de Francia. Alemania, por ejemplo, tiene una alta tasa de recogida para reutilización y reciclaje. Recolecta el 75% de sus textiles, pero la mayor parte se recicla para usarse en aplicaciones de menor valor, como aislamiento o material de relleno. Italia, por su parte, sólo recolecta el 15%de sus desechos textiles para su reutilización, pero importa grandes cantidades de residuos para su reciclaje. La ciudad de Prato, por ejemplo, es la auténtica capital mundial de la fabricación de materiales textiles reciclados. En 2017, convirtió 142.000 toneladas de residuos textiles en fibras nuevas. España, empresas tecnológicas como picvisa en el pacto por el reciclaje textil Una situación muy diferente a la española, todavía lejos de los objetivos fijados para 2025. Un estudio de la cooperativa Modare, impulsada por Cáritas, asegura que España sólo recoge poco más del 12% de los residuos textiles que genera anualmente y que casi un millón de toneladas van directamente al vertedero. En los últimos años, sin embargo, algunas iniciativas intentan revertir la situación. Por un lado, grandes grupos como Inditex, Mango, El Corte Inglés y H&M impulsan la colaboración con instituciones, casi siempre del Tercer Sector, destinadas a la recogida de ropa usada.> Por otro lado, el Consejo Intertextil Español (CIE), la Confederación ModaEspaña y la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice) han iniciado un plan de transformación para el desarrollo sostenible de la industria textil. Una tercera iniciativa es el Pacto para la Moda Circular de Cataluña, que busca sumar a la industria para dar respuesta de forma conjunta y efectiva a los retos del sector con objetivos comunes y generando instrumentos que faciliten su transformación hacia un modelo circular. Las 55 empresas que han firmado este acuerdo voluntario se han comprometido a aumentar la recogida selectiva del 12% actual a unmínimo del 25% en 2024 y favorecer, de esta manera, la transformación urgente y necesaria del sector. Entre los firmantes figuran la patronal PIMEC, productores como Mango o Pronovias, gestores de residuos como Humana, y empresas tecnológicas especializadas en el ámbito de la clasificación y el reciclaje como PICVISA. Separadores ópticos para clasificar textil por composición, color y forma La tecnología es, precisamente, el comodín que tiene que facilitar la generalización del reciclaje de residuos textiles. Los separadores ópticos, como el ECOSORT TEXTIL de PICVISA, ya permiten clasificar y separar automáticamente distintos tipos de textiles por composición, color y forma. La complejidad llega cuando hay que separar fibras mezcladas o cuando hay que separa las fibras de los productos químicos y establecer qué productos químicos se usaron en la producción en primer lugar. Aquí todavía queda mucho camino por andar para que el reciclaje completo de los residuos textiles en nuevas fibras sea comercialmente viable. n France has also implemented other measures such as the obligation of a minimum percentage of reuse and the incorporation of recycled materials in the products purchased by its public administrations (20%). The result of this commitment to textile recycling is evident. France has more than 46,000 textile waste collection points and now has a collection rate of 38% of the material in circulation. The country is therefore emerging as a benchmark in terms of circularity in the textile sector. The rest of Europe is lagging behind France. Germany, for example, has a high collection rate for reuse and recycling. It collects 75% of its textiles, but most of it is recycled for use in lower-value applications, such as insulation or filler material. Italy only collects 15% of its textile waste for reuse but imports large amounts of waste for recycling. The city of Prato, for example, is the true global capital in the manufacture of recycled textile materials. In 2017, it converted 142,000 tons of textile waste into new fibers. Spain - technology companies such as picvisa in the pact for textile recycling This situation is very different in Spain, which is still a long way from achieving the 2025 targets. A study by the Modare cooperative, promoted by Caritas, shows that Spain collects just over 12% of the textile waste it generates annually and that almost one million tons go directly to landfill. In recent years, however, some initiatives have been undertaken in an attempt to reverse the situation. Large companies such as Inditex, Mango, El Corte Inglés and H&M are promoting collaboration with institutions, practically all of which belong to the Third Sector, aimed at the collection of used clothes. Moreover, the Spanish Intertextile Council (CIE), the ModaEspaña Confederation and the Federation of Spanish Footwear Industries (FICE) have initiated a transformation plan for the sustainable development of the textile industry. A third initiative is the Catalan Pact for Circular Fashion, which seeks to unite the industry in order to respond jointly and effectively to the challenges of the sector with common objectives, whilst generating instruments to facilitate the transformation to a circular model. The 55 companies that have signed this voluntary agreement have committed to increase selective collection from the current figure of 12% to a minimum of 25% by 2024, thus facilitating the urgently necessary transformation of the sector. The signatories include PIMEC, the SME employers’ federation, producers such as Mango or Pronovias, waste managers such as Humana, and technology companies specializing in the field of sorting and recycling, such as PICVISA. Optical sorters to classify textiles by composition, color and shape Technology is what will facilitate the general implementation of textile waste recycling. Optical sorters, such as the ECOSORT TEXTIL by PICVISA, now make it possible to automatically classify and separate different types of textiles by composition, color and shape. The difficulty arises when it is necessary to separate mixed fibers or separate the fibers from the chemicals and establish which chemicals were used in the initial production process. There is still a long way to go here to make comprehensive recycling of textile waste into new fibers commercially viable. n
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