www.futurenviro.es | Junio-Julio June-July 2022 72 Riego | Irrigation La lucha contra la pobreza y el cambio climático, la salud y el bienestar, el agua limpia y el saneamiento, la energía asequible y no contaminante, el crecimiento económico... son algunos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para cuya consecución resultarán determinantes los cultivos de regadío El regadío es uno de los pilares fundamentales del sistema agroalimentario y del desarrollo rural en nuestro país. La gestión sostenible del agua y las nuevas tecnologías aplicadas a este objetivo son prioritarias para los regantes y estamos plenamente comprometidos con estos objetivos desde hace décadas. Por eso, contamos con un regadío modernizado que se encuentra entre los primeros a nivel mundial. España es un ejemplo pionero, un caso de éxito y uno de los más competitivos y reconocidos en el ámbito internacional. Y las cifras así lo avalan. El regadío suma más de 3,8 millones de hectáreas, lo que supone el 22,6% de la superficie total cultivada y casi un 80% está ya modernizado. En el ámbito internacional, a estas alturas, ya nadie duda de que la gestión sostenible de los recursos hídricos será capital para impulsar el fin de la pobreza, la seguridad alimentaria y la promoción del desarrollo sostenible en el mundo. La propia definición del desarrollo sostenible nos impone dos condicionantes: satisfacer las necesidades alimentarias de la generación actual y utilizar unos medios de producción poco agresivos con los recursos naturales para no deteriorar el medio ambiente y garantizar la subsistencia de las generaciones futuras. Así, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), basados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, lo dejan muy claro. Y la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (FENACORE) está firmemente comprometida con estos 17 Objetivos, que podemos agrupar en dos grandes bloques que nos tocan de lleno. El primero de ellos, relacionado con el aumento del nivel de vida y el bienestar de las personas, pasa por eliminar la pobreza y el hambre, así como por mejorar la salud, el acceso al agua y la energía de toda la población mundial creciente. Y el segundo es el vinculado a la mejora de la naturaleza y del medio ambiente, así como a lamitigación de los efectos del cambio climático. The fight against poverty and climate change, health and well-being, clean water and sanitation, affordable and clean energy, economic growth... these are some of the Sustainable Development Goals (SDGs) that irrigated crops will play a key role in achieving. Irrigation is one of the fundamental pillars of the agri-food system and rural development in our country. Sustainable water management and new technologies applied to this objective are a priority for irrigators and we have been fully committed to these goals for decades. This is why we have modernised irrigation systems that are among the best in the world. Spain is a pioneering example, a success story, with one of the most competitive and widely acknowledged irrigation sectors in the international arena. And the figures support this claim. The country has over 3.8 million hectares of irrigated land, accounting for 22.6% of the total cultivated area and almost 80% of this now features modernised irrigation systems. At international level, there is no longer any doubt that sustainable water resource management will be central to the drive to end poverty, ensure food security and promote sustainable development in the world. The very definition of sustainable development imposes two conditions on us: satisfying the food needs of the current generation and using means of production that are not aggressive towards natural resources so as not to damage the environment and guarantee the subsistence of future generations. The Sustainable Development Goals, based on the 2030 Agenda for Sustainable Development, make this very clear. And the Spanish National Federation of Irrigation Communities (FENACORE) is firmly committed to these 17 Goals, which we can group into two large blocks that affect us to the core. The first of these, related to raising the standard of living and well-being of people, involves eliminating poverty and hunger, as well as improving health, access to water and energy for the entire world population, which is growing all the time. And the second block is associated with enhancing nature and the environment, as well as mitigating the effects of climate change. It cannot be forgotten that irrigation is a key activity within this entire context and we must respond to a foreseeable increase in the demand for available resources with sustainable management, as we have been doing for years. Irrigation farming is also essential for structuring the territory and stabilising the population in rural areas. And the environmental benefits are of fundamental importance: irrigation prevents soil erosion, consumes CO2 and contributes to the preservation of biodiversity. An increase in the quantity of water available for irrigation is required to meet the growing need for food. In the face of water scarcity, exacerbated in times of drought, REGADÍO SOSTENIBLE, UN GRAN ALIADO PARA CUMPLIR CON LOS ODS SUSTAINABLE IRRIGATION A GREAT ALLY IN ACHIEVING SDGS
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