www.futurenviro.es | Mayo-Junio May-June 2022 26 Valorización energética de residuos | Waste to energy contribuiría así, aunque sea mínimamente, a reducir nuestra dependencia energética. Además, el recurso a esta energía barata, autóctona y fiable, que representa la utilización de los residuos para generar electricidad tendría un impacto muy positivo sobre el medio ambiente, ya que las plantas de valorización energética contribuyen a mitigar el cambio climático, y contribuiría a potenciar también la transición hacia un modelo de economía circular. En definitiva, estos argumentos ponen de relieve la atractiva oportunidad que se abre para potenciar la valorización energética en nuestro país, y en otras partes de la Unión Europea, con el objetivo de alcanzar los objetivos marcados para 2035. Para ello, es imprescindible el aprovechamiento de la energía renovable procedente de los residuos (más del 60% de la producida) y que las plantas de valorización energética queden integradas en la infraestructura local ya que además de producir energía renovable, es local, fiable y gestionable. Esta fórmula de aprovechamiento, consistente en la conversión en energía de aquellos residuos que no pueden ser reciclados, ya sea en forma de electricidad, vapor o agua caliente, es coherente además con los objetivos de lucha contra el cambio climático de la Unión Europea y responde claramente al concepto de economía circular, ya que permite transformar los residuos en energía y permite reducir en un 90% el volumen de los restos que termina en los vertederos. La valoración energética está ampliamente implantada en otros países europeos con mayor tradición medioambiental. Sin embargo, en España, el principal sistema de gestión de los residuos urbanos continúa siendo todavía su eliminación directa en vertederos, donde se envía un 53,4% (11,8 millones de toneladas) de los residuos urbanos generados, que acaban siendo responsables del 4% de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) de nuestro país. Todo ello, a pesar de que según todos los estudios que se vienen realizando desde el panel del IPCC, del Ministerio alemán de medio ambiente, de la ONU o de distintas consultoras independientes, la valorización energética reduce en 2,5 veces los gases de efecto invernadero que genera ese mismo residuo en un vertedero. Europa, un ejemplo a seguir En Europa hay unas 500 plantas de conversión de residuos en energía. Estas instalaciones, más asentadas en aquellos países en los que el vertido es prácticamente cero, ofrecen una pluralidad de prestaciones y servicios que contribuyen a la economía circular y a los objetivos europeos de neutralidad de carbono. Por poner algunos ejemplos, Copenhague alberga la primera planta de valorización energética con una pista de esquí, Copenhill, que tiene previsto ser neutra en carbono para 2025 gracias a la captura y almacenamiento de carbono. En Francia, alrededor del 50% de la red de calefacción urbana de París se abastece de las tres plantas de conversión de residuos en energía de la ciudad, mientras que en Alemania, gracias a la gestión de los residuos no reciclables en la instalación de Wuppertal se genera hidrógeno para alimentar los autobuses de transporte público. These arguments demonstrate that we now have an attractive opportunity to drive energy recovery in Spain and other parts of the European Union, with the aim of meeting the targets set for 2035. To achieve this, it is essential to avail of renewable energy from waste (more than 60% of the energy produced), and it is vital that energy recovery plants are integrated into the local infrastructure because this energy, in addition to being renewable, is also local, reliable and manageable. Energy recovery, which consists of converting waste that cannot be recycled into energy, in the form of electricity, steam or hot water, is also consistent with the European Union’s objectives to combat climate change and with the concept of the circular economy, given that it transforms waste into energy and reduces the volume of landfilled waste by 90%. Energy recovery is widely implemented in other European countries with a longer environmental tradition. However, in Spain, direct disposal in landfills continues to be the main municipal waste management system. 53.4% (11.8 million tonnes) of Spain’s municipal waste is sent to landfill and ends up accounting for 4% of the country’s Greenhouse Gas (GHG) emissions. And this occurs despite the fact that all the studies carried out by the IPCC, the German Ministry of the Environment, the UN and different independent consultants demonstrate that energy recovery results in greenhouse gases emissions of 2.5 times lower than the emissions generated by the same waste in a landfill. Europe setting the example There are around 500 waste-to-energy plants in Europe. These facilities, which are more established in countries where landfill rates are practically zero, offer a variety of services that contribute to the circular economy and to European carbon neutrality targets. To give a few examples, Copenhagen is home to the first energy recovery plant with a ski slope, Copenhill, which plans to be carbon neutral by 2025 thanks to carbon capture and storage. In France, around 50% of the district heating network in Paris is supplied by the city’s three waste-to-energy plants, while
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