FO88 - Futurenviro

www.futurenviro.es | Marzo-Abril March-April 2022 31 Gestión y Tratamiento de Residuos | Waste Management & Treatment recoge como objetivo la recogida del 65% de las baterías usadas para 2025, y del 70% para 2030. Su reciclaje permite recuperar metales valiosos como el cobalto o el níquel, presentes en los electrodos de las baterías de una forma menos costosa que su extracción natural. Esta capacidad es muy relevante teniendo en cuenta la escasez creciente prevista de estos elementos. Sin embargo, el reciclaje de estas baterías aún ha de hacer frente a una serie de retos de índole técnica, económica y regulatoria. En primer lugar, nos encontramos con la falta de estandarización. Es decir, las baterías comercializadas actualmente presentan una gran variabilidad en su diseño, tamaño, formato y electroquímica, dado que cada una está diseñada para adaptarse a las necesidades del fabricante del vehículo. Ante esta situación, la propuesta de Reglamento del Parlamento y del Consejo Europeo ahonda en el ecodiseño y en los requisitos que garanticen la facilidad de extracción de los componentes, lo que generaría beneficios ambientales y un ahorro de recursos. En segundo lugar y también para minimizar la complejidad de su reciclaje, los gestores de este tipo de residuos precisan de un marco jurídico que les facilite la inversión en tecnologías de tratamiento. A este respecto, las instituciones europeas plantean medidas, tales como la obligatoriedad de declarar los niveles de contenido reciclado de las baterías a partir de 2025, o la fijación de objetivos obligatorios para el contenido reciclado de litio, cobalto, níquel y plomo para 2030. Usos alternativos para las baterías de segunda vida Por lo que se refiere al reacondicionamiento, estas baterías pueden reutilizarse para el almacenamiento estacional de energía, bien en instalaciones a gran escala o bien conectados a contadores residenciales o comerciales de pequeña dimensión. La menor exigencia en términos de potencia, su ubicación en entornos más controlados y unos ciclos de recarga menos frecuentes contribuirían a prolongar la vida útil de las baterías hasta 10 años más. Además, este uso permite reducir el coste medio del suministro energético al permitir almacenar energía durante los periodos con baja demanda para usarla durante los momentos de alta, aportando más flexibilidad a la red en los tramos horarios de tarifa máxima. Igualmente, conviene señalar que estas baterías reutilizadas pueden desempeñar un papel relevante como complemento a la generación de energía renovable. Aunque la red eléctrica no demanda todavía almacenamiento de larga duración de este tipo de energía, la penetración cada vez mayor de las renovables obligará a usar otras tecnologías para cumplir con los requisitos de almacenamiento. En este ámbito hay que destacar el potencial de las baterías en un modelo de hibridación con paneles fotovoltaicos. En definitiva, sobran los motivos para que la cadena de valor de la industria de reciclaje de baterías se prepare para atender las necesidades futuras de reutilización y tratamiento de este tipo de residuos. Para ello, es necesario seguir avanzando en el desarrollo normativo y el establecimiento de estándares que otorguen mayor seguridad operativa, así como gestionar otras variables como los costes del reacondicionamiento y la evolución de los precios de las baterías nuevas. Sólo así será posible apuntalar el potencial de este subsector de la movilidad eléctrica para convertirse en motor de recuperación económica y avanzar en la incorporación de las agendas verdes nacional y europea.  easily extracted, which would result in environmental benefits and the saving of resources. Secondly, and also related to minimising the complexity of recycling, managers of this type of waste need a legal framework that facilitates investment in treatment technologies. In this respect, European institutions are proposing measures such as making it compulsory to declare the recycled content of batteries from 2025, or setting mandatory targets for recycled lithium, cobalt, nickel and lead content by 2030. Alternative uses for second-life batteries Reconditioned batteries can be reused for seasonal energy storage, either in large-scale installations or through connection to residential or small-scale commercial meters. The lower power requirements, installation in more controlled environments and less frequent charging cycles would contribute to extending battery life by up to 10 years. Moreover, this would reduce average power supply costs by allowing energy to be stored in periods of low demand for use during times of high demand, providing more flexibility to the grid during peak-rate periods. It should also be noted that these second-life batteries can play an important role in complementing renewable energy generation. Although the electric grid does not yet demand long-term storage of this type of energy, the increasing penetration of renewables will make it necessary to use other technologies to meet storage requirements. In this respect, the potential of these batteries in a hybrid model with photovoltaic panels should be emphasised. Ultimately, the battery recycling industry value chain has many reasons to prepare itself to meet the future reuse and treatment needs of this type of waste. For this purpose, ongoing progress must be made in the development of a regulatory framework and the establishment of standards that provide greater operational security. Other variables must also be managed, including reconditioning costs and trends in new battery prices. This is the only way to consolidate the potential of this electric mobility subsector to become an engine of economic recovery and make progress in terms of national and European green agendas.  José Pérez Consejero delegado de Recyclia CEO at Recyclia

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