www.futurenviro.es | Febrero-Marzo February-March 2022 53 A fondo: Análisis 2021 | In depth: 2021 Analysis es. Los regantes hemos hecho nuestras tareas, hemos modernizado nuestras instalaciones y hemos logrado ahorros notables en el consumo de agua. Pero las administraciones no han hecho las suyas y, no han desarrollado las infraestructuras necesarias para garantizar la disponibilidad del agua para el riego, permitiendo la cronificación de un problema que se hará aún más grave con el cambio climático, que traerá menos precipitaciones. A esta situación se sumó además el año pasado la desaforada subida de costes eléctricos, en la que convergieron dos factores: por un lado, la disparatada evolución del precio de la energía en el mercado eléctrico, frente a la que el Ejecutivo central no tomó ninguna medida en beneficio del regadío; por otro, los cambios en el período tarifario que entraron en vigor el 1 de junio del pasado año, y que penalizaron especialmente la actividad de riego. Por si fuera poco, la posibilidad de contratar dos potencias en el año, aprobada hasta en tres leyes diferentes, sigue sin hacerse efectiva, pues el Gobierno no acaba de desarrollarla reglamentariamente. Tampoco parece dispuesto a tomar una decisión completamente extendida en los países de nuestro entorno, como es el IVA reducido para la factura eléctrica del regadío. Así las cosas, sin agua para regar, con la electricidad por las nubes, con las comunidades endeudadas por la modernización y con el precio de los productos agrícolas por los suelos (para la naranja está siendo, por ejemplo, un año catastrófico), a lo que el regadío se ve abocado en esta próxima campaña en Andalucía es a un dramático abandono de la actividad y a la consiguiente pérdida de la economía y empleo que va a producirse en el entorno rural y en eso que se llama ahora la España vaciada, donde la agricultura de riego es pieza esencial y prácticamente el único bastión para el empleo de los jóvenes. Esta situación exige que las administraciones públicas competentes tomen medidas urgentes para compensar al regadío. En este sentido, la condonación íntegra del Canon y Tarifa de Riegos es estrictamente necesaria en todas las cuencas afectadas por las restricciones, debiendo ser así decidida tanto por el Gobierno central en el Guadalquivir como por la Junta Andalucía en las cuencas literales de su competencia. Asimismo, es preciso que se adopten otras medidas fiscales y de empleo paliativas, como la condonación del pago de IBIs, bonificaciones de cuotas sociales, y la posibilidad de realizar ERTEs en el ámbito de las Comunidades de Regantes si the Mediterranean are at 362 hm3, 30.8% of capacity, compared to 554 hm3, or 47.2% a year ago. The average for the last ten years is 651 hm3, or 55.5%. Consequently, this could be a dramatic year for irrigation and only a miracle in the form of very abundant rains can prevent it. It seems unbelievable that we are in this situation, depending on the water that falls from the sky, at this stage of the 21st century, despite the fact that Andalusia has a historical reputation for water shortages. But that is how things stand. We irrigation farmers have done our homework; we have upgraded our installations and we have achieved remarkable savings in water consumption. But the public authorities have not done theirs and have not developed the necessary infrastructure to ensure the availability of water for irrigation. The result is that the problem has become chronic and will become even more serious as a result of climate change, which will bring less rainfall. This situation was exacerbated last year by the unbridled rise in electricity costs, in which two factors converged: soaring prices in the electricity market, with the central government taking no action to mitigate the effect on the irrigation crop sector, and the changes in the tariff period that came into force on June 1 last year, which particularly affected the irrigation sector. As if that were not enough, the possibility of contracting two power capacities during the year, envisaged in three different laws, has still not been implemented due to the failure of the Government to complete the regulatory procedures. Neither does the Government appear willing to take a measure that is widely implemented in neighbouring countries, i.e., a reduction in VAT on the electricity bill of irrigation farmers. And there we have the state of play; no water for irrigation, skyrocketing electricity prices, irrigation communities in debt due to upgrading costs and rock bottom prices for agricultural produce (for example, it has been a catastrophic year for oranges). This season, the Andalusian irrigation sector is facing a dramatic exodus from the sector, with the resulting economic losses and job losses affecting rural areas devastated by depopulation. Irrigation farming is essential in these areas and is practically the only source of employment for young people. This situation makes it essential for the competent public authorities to take urgent measures to compensate irrigation farming. Full remission of the Irrigation Levy and Tariff is an absolute must in all river basin districts affected by water restrictions, and this measure should be adopted by both the central government in the Guadalquivir River Basin District and by the Regional Government of Andalusia in the coastal river basin districts over which it has jurisdiction. Other palliative fiscal and employment measures must also be implemented, including the remission of property taxes and social security contributions, and it should be possible to implement furloughing schemes in Irrigation Communities in cases where there is no activity. And it is very important to implement the emergency wells with agility so that they can fulfil their relief function in order to prevent the death of crops and mitigate the disastrous socio-economic effects of lack of water for irrigation on crop and livestock farms throughout Andalusia. Public authorities need to combat water shortages and climate change by developing water infrastructures that increase regulation capacity Es necesario que las administraciones combatan el déficit hídrico y el cambio climático promoviendo infraestructuras hidráulicas que aumenten la capacidad de regulación
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx