www.futurenviro.es | Diciembre2021-Enero2022 December2021-January2022 46 A fondo: Análisis 2021 | In depth: 2021 Analysis De este modo, después de los momentos críticos para las empresas recuperadoras atravesados en 2020, a lo largo de 2021, gracias a su esfuerzo, trabajo y perseverancia, se han ido remontando los peores registros hasta acercarse a niveles precrisis, lo que demuestra la enorme capacidad de recuperación del sector recuperador, valga la redundancia. A continuación, desde la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje damos una serie de claves para entender cómo afrontarán los gestores de residuos el 2022. La dependencia de materias primas y energética Actualmente, vivimos una coyuntura caracterizada por diversos cuellos de botella en los mercados ante la carestía de materias primas en pleno periodo de recuperación económica y una clara evidencia de la dependencia energética de Europa, lo cual nos sitúa ante el espejo de lo que será el futuro a medio plazo si no transitamos con urgencia hacia un nuevo modelo de economía circular en el que seamos capaces de contrarrestar estas dependencias. El desabastecimiento de materiales nos hace reflexionar sobre la necesidad de que la Unión Europea (UE) tenga un sector industrial y productivo dentro de sus fronteras. Durante años la UE ha deslocalizado la producción industrial a terceros países y ahora parece haber llegado el momento de replantearse traerla de vuelta. Para acelerar ese cambio de paradigma, basado en el máximo aprovechamiento de los escasos recursos naturales disponibles, la UE ha articulado un plan de recuperación, financiado a través del fondo Next Generation, que se vincula al Pacto Verde Europeo y a la transición digital. Traducido a la actividad cotidiana de la industria del reciclaje, estas políticas e iniciativas ambiciosas, pretenden que Europa lidere esa nueva economía, pero todas y cada una de ellas suponen un elevado coste. Desde la Confederación Europea de Industrias del Reciclaje (EuRIC) la principal conclusión es que son políticas poco realistas, hechas desde los despachos de Bruselas y con un notable desconocimiento del sector de la gestión de residuos y de su realidad del día a día. Tanto es así que, nada más esbozarse sus líneas maestras a través de los primeros cambios legislativos, ya se ciernen amenazas de inseguridad jurídica y la imposibilidad de adaptación para las empresas. Subsequent to the critical times endured by recovery companies in 2020, the efforts, work and perseverance of these companies throughout 2021 have enabled the poorest figures on record to be turned around to a point where we are once again at pre-crisis levels. And this demonstrates the enormous recovery capacity of the recovery sector, if you will forgive the redundancy. We at the Spanish Federation of Recovery and Recycling would like to take this opportunity to outline a number of keys to understanding how waste managers will address 2022. Raw materials and energy dependency We are currently experiencing a situation characterised by a number of bottlenecks in markets due to the shortage of raw materials at the height of the economic recovery, allied to clear evidence of Europe’s energy dependency. The result is that we now have to look in the mirror and examine what the medium-term future will hold if we fail to move urgently towards a new circular economy model in which we are capable of counteracting these dependencies. The shortage of materials makes us reflect on the need for the European Union (EU) to have an industrial and productive sector within its borders. For years the EU has outsourced industrial production to third countries and now seems to be the time to think about bringing it back. To accelerate this paradigm shift, which is based on making the best use of scarce natural resources, the EU has drafted a recovery plan linked to the European Green Deal and digital transition. This plan is to be financed through the Next Generation Fund. Translated into the day-to-day business of the recycling industry, these ambitious policies and initiatives seek to put Europe at the forefront of this new economic model. However, each of these initiatives entails a high cost. The main conclusion of the European Recycling Industries’ Confederation (EuRIC) is that these policies are unrealistic and that they have been drawn up in offices in Brussels, with a notable lack of knowledge of the waste management sector and the day-to-day reality of this sector. So much so that, that the main lines of these policies, as can be
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