FO84 - FuturEnviro

www.futurenviro.es | Octubre-Noviembre October-November 2021 37 Valorización energética de de residuos | Waste to energy en 2020, cifras que representan una reducción del 98,68%. Y llegados a este punto, no debe perderse de vista que el Parlamento Europeo estipuló que el vertido en los países miembros no podría superar el 10% en el año 2035. ¿A estas alturas todavía puede haber alguien que piense que es posible prescindir de la valorización energética y seguir enterrando energía en los vertederos? Ymás en una situación crítica en la que nos encontramos actualmente, con una preocupante escasez de recursos naturales y de materias primas. Cuando se apela a la economía circular, se está demandando que los productos permanezcan en la economía el mayor tiempo posible y que, cuando inevitablemente se conviertan en residuos, se incorporen de nuevo al circuito comercial con una nueva vida. Eso es lo que hacemos en las plantas de WtE: evitar el vertido de los residuos no reciclables y valorizarlos mediante su conversión en energía, y lo hacemos, como no podía ser de otra forma, con los máximos controles y garantías. Las plantas integradas en Aeversu (Asociación Española de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos), prestamos un servicio público esencial que se hace patente todos los días del año, y que resultó todavía más esencial durante la pandemia, ya que diversas plantas asociadas a Aeversu fueron las encargadas de tratar los residuos sanitarios de bajo riesgo para liberar a las instalaciones que venían encargándose de los mismos, sobresaturadas debida a la elevada producción de residuos Covid. La directriz del gobierno estatal era clara: estos residuos debían ser tratados en plantas de valorización energética o bien depositados en vertedero controlado, dando preferencia a la primera opción por ofrecer mayores garantías. Prescindir de la valorización energética desencadenaría un grave retroceso en las políticas de gestión de residuos de nuestro país. En Galicia, el modelo Sogama, avalado por la Unión Europea en la década de los 90 a través de la concesión de más de 72 millones de euros procedentes del Fondo de Cohesión, representó un salto al futuro para 295 ayuntamientos que estaban utilizando sus vertederos municipales, los cuales no contaban con las mínimas condiciones de seguridad y control. Esos espacios degradados han sido cerrados, clausurados y regenerados, pasando de ser auténticos focos de contaminación a áreas de recreo en muchos casos. Dejémonos de improvisaciones y ocurrencias, aparquemos la demagogia ante un problema que afecta a todos los ciudadanos y pongamos cada residuo en su sitio para convertirlo en recurso. Aquéllos que hoy toman decisiones son los que esbozan el futuro de nuestro país y de nuestros hijos y nietos, y deben hacerlo, por encima de todo, bajo criterios técnicos, articulando soluciones sostenibles en el tiempo que sirvan al interés general. La valorización energética ya ha demostrado con creces que forma parte de la solución. Por tanto, invirtamos esfuerzos en perfeccionar los sistemas de tratamiento de residuos y en crear sinergias entre todos ellos, no en cuestionar lo que funciona. Los que así lo intentan, evidencian una absoluta falta de capacidad de gestión y de pensamiento constructivo, ya que les resulta mucho más fácil tratar de destruir que crear, innovar y avanzar. Así de simple.  plants. We prevent the landfilling of non-recyclable waste and recover it by converting it into energy, and we do so with the maximum controls and guarantees. WtE plants affiliated to Aeversu (Spanish Association of Energy Recovery fromMunicipal Solid Waste) provide an essential public service that is evident every day of the year. This service became even more essential during the pandemic, when a number of Aeversu member plants assumed the responsibility of treating low-risk healthcare waste to free up other facilities that had been managing it and which had become overrun due to high Covid-related waste production. The central government mandate was clear: this waste had to be treated at energy recovery plants or deposited in controlled landfills, with the former being preferable due to the fact that it offered greater guarantees. Dispensing with energy recovery would trigger a serious regression in Spain’s waste management policies. In Galicia, the Sogama model, endorsed by the European Union in the 1990s through the granting of over 72 million euros from the Cohesion Fund, represented a leap into the future for 295 local councils using municipal landfills that did not comply with minimum safety and control requirements. These degraded sites have been closed, decommissioned and rehabilitated. In many cases they have been transformed from pollution hotspots into recreational areas. Let us stop improvising and coming up with fanciful ideas, let us put demagogy to one side in addressing a problem that affects all citizens and let us put each waste product in its rightful place so that it can be converted into a resource. The decision-makers of today are shaping the future of our country and that of our children and grandchildren. It is imperative that their decisions be based on technical criteria in order to produce sustainable, long-term solutions that serve the general interest. Energy recovery has already more than proved that it is part of the solution. So let us invest efforts in improving waste treatment systems and creating synergies between them, not in questioning what works. Those who engage in the latter show a complete lack of management capacity and constructive thinking, and find it far easier to attempt to destroy rather than to create, innovate and move forward. It is as simple as that.  Javier Domínguez Lino Presidente ejecutivo de Sogama Executive President of Sogama

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