Gestión y Tratamiento de Residuos | Waste Management & Treatment www.futurenviro.es | Julio-Septiembre July-September 2021 85 En los último años y meses el volumen de la inversión sostenible no ha dejado de crecer. A nivel la emisión de bonos sostenibles, incluidos los bonos verdes, sociales, sostenibles y vinculados a la sostenibilidad, podría superar colectivamente 1 billón de dólares en 2021, un aumento de casi 5 veces con respecto a los niveles de 2018, de acuerdo con la agencia S&P Ratings1. Al mismo tiempo aumentan también la crisis climática, la perdida de la biodiversidad y la desigualdad social, tres de los problemas más críticos a nivel mundial. Los consumidores, trabajadores y la sociedad en general exigen respuestas concretas a estos y otros problemas. Además el aumento y la mala gestión de los residuos cobra cada vez más importancia. Para un inversor – incluso los que todavía no han entendido la importancia de la sostenibilidad o ESG – un residuo es una ineficiencia. El insospechado Michael Porter, profesor de Harvard y el gurú detrás del concepto de la “ventaja competitiva” ya lo explicaba en 1995: “la contaminación es a menudo una forma de desperdicio económico. Cuando se descargan desechos, sustancias nocivas o formas de energía en el medio ambiente como contaminación, es una señal de que los recursos se han utilizado de manera incompleta, ineficiente o ineficaz. Además, las empresas tienen que realizar actividades adicionales que agregan costes, pero no crean valor para los clientes: por ejemplo, manejo, almacenamiento y eliminación de descargas.”2 Para la sociedad en general y especialmente el medio ambiente, los residuos representan algo incluso peor, como la perdida de la biodiversidad y, aunque indirectamente, el cambio climático. En este contexto, medir los residuos, con métricas aceptadas y entendidas globalmente por inversores y otras partes interesadas, empieza a ser un requisito obligatorio para varios sectores y mucho más allá de las obligaciones legales. Pero, ¿cuáles son las métricas más importantes? ¿Cómo optimizar sistemas de medición y finalmente de producción para efectivamente generar menos desperdicio o ineficiencia? Contestar a la segunda pregunta en este artículo sería imposible, ya que la respuesta depende de un complejo trabajo de diagnóstico de cada actividad, sus aspectos e impactos ambientales. Pero es posible al menos intentar contestar a la primera pregunta. Evidentemente no existe una regulación mundial sobre residuos o métricas de residuos. La única excepción sería el Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques, el Convenio MARPOL, adoptado en 19733, pero válido solamente para un nicho de la economía. En este contexto, emergen las normas voluntarias de reporting, destacándose los estándares GRI (Global Reporting Initiative) y los estándares de SASB (Sustainability Accounting Standards Board). Los estándares GRI son transversales, válidos para cualquier sector y consideran los inversores y otras partes interesadas. Ya los estándares de SASB son sectoriales, aunque bastante ambiciosos, cubriendo 77 sectores, y están enfocados a las demandas de los inversores básicamente. In recent years and months, the volume of sustainable investment has grown continuously. Globally, sustainable bond issuance, including green, social, sustainability, and sustainability-linked bonds, could collectively exceed $1 trillion in 2021, a near 5 times increase over 2018 levels, according to S&P Global Ratings1. At the same time, the climate crisis, the loss of biodiversity and social inequality, three of the most critical problems worldwide, are also increasing. Consumers, workers, and society in general demand concrete answers to these and other problems. Concomitantly, the increase and mismanagement of waste is becoming increasingly important. For an investor - even those who have not yet understood the importance of sustainability or ESG - waste is inefficiency. The foremost Michael Porter, a Harvard professor and the guru behind the concept of “competitive advantage”, had already explained it in 1995: “Pollution is often a form of economic waste. When waste, harmful substances or forms of energy are discharged into the environment as pollution, it is a sign that resources have been used incompletely, inefficiently, or ineffectively. In addition, companies must perform additional activities that add costs, but do not create value for customers: for example, handling, storage and disposal of byproducts.”2 For society in general and especially the environment, waste represents something even worse, such as the loss of biodiversity and, albeit indirectly, climate change. In this context, measuring waste, with metrics accepted and understood globally by investors and other interested parties, is becoming a mandatory requirement for various sectors and far beyond legal obligations. But what are the most important metrics? How to optimize measurement and production systems to effectively generate less waste or inefficiency? Answering the second question in this article would be impossible, since the answer depends on a complex diagnostic work of each activity, its environmental aspects, and impacts. But it is possible to at least try to answer the first question. Obviously, there is no global regulation on waste or waste metrics. The only exception would be the International Convention for the Prevention of Pollution from Ships, the MARPOL Convention, adopted in 19733, but valid only for a niche in the economy. In this context, voluntary reporting standards emerge, highlighting the GRI (Global Reporting Initiative) standards and the SASB (Sustainability Accounting Standards Board) standards. The GRI standards are transversal, valid for any sector and consider investors and other interested parties. SASB’s standards are sectorial, although quite ambitious, covering 77 sectors, and are basically focused on the demands of investors. The GRI standards are designed for organizations to present information about their impacts on the economy, the environment and society. They are structured as a set of RESIDUOS Y ESG: LAS MÉTRICAS MÁS IMPORTANTES PARA LOS INVERSORES Y OTRAS PARTES INTERESADAS WASTE AND ESG: THE MOST IMPORTANT METRICS FOR INVESTORS AND OTHER STAKEHOLDERS 1 https://www.spglobal.com/ratings/en/research/articles/210823-the-fear-of-greenwashing-may-be-greater-than-the-reality-across-the-global-financial-markets-12074863 2 Porter, M & van der Linde, C. Green and Competitive: Ending the Stalemate. Harvard Business Review. September–October 1995. https://hbr.org/1995/09/green-andcompetitive-ending-the-stalemate 3 https://www.imo.org/es/About/Conventions/Pages/International-Convention-for-the-Prevention-of-Pollution-from-Ships-(MARPOL).aspx
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