www.futurenviro.es | Marzo-Abril March-April 2021 38 Gestión y Tratamiento de Residuos | Waste Management & Treatment sario que no pase la luz para conservar el alimento. Se están modificando las materias primas, algunas de ellas ya son biobasadas, otros envases como las bolsas muy ligeras ya son todas compostables. Finalmente, y siempre siguiendo las estrictas medidas de seguridad de la EFSA, se están realizando cambios en la producción para incorporar materiales reciclados, añadiendo nuevos equipos y ensayos. La bolsa de plástico está fabricada ya con un 80-100% de reciclado –todas ellas certificadas– y las botellas de PET se han adelantado al compromiso del 2025 de incorporar un 25% de material reciclado. Muchos de los envases de PEAD de productos de limpieza ya incorporan plásticos reciclados. Sin olvidar que se lleva más de 20 años años reduciendo el espesor y, por lo tanto, el peso de estos envases: algunos recipientes plásticos han pasado a ser un 50% más ligeros en solo 10 años. La industria del reciclado está incrementando capacidades y mejorando sensiblemente sus procesos de limpieza y reciclado, y está certificando la calidad de sus productos con sellos de trazabilidad europeos como Eucertplas. En los últimos dos años, en España se ha incrementado la capacidad de reciclado en las instalaciones en más de 200.000 toneladas. Las empresas petroquímicas y las tecnológicas trabajan intensamente para conseguir que las tecnologías de reciclado químico, pirólisis, gasificación y despolimerización estén listas a escala industrial en un plazo de dos o tres años. España, además, es líder en la implantación de algunas de ellas. Cambios legislativos a contracorriente Todos estos cambios y esfuerzos, sin embargo, parece que no siempre son reconocidos por el legislador, ni europeo ni nacional, en el que la foto se completa con un ramo de autonomías legislando sobre el plástico, cada uno parecido pero diferente, creando un pequeño caos de mercado sin precedente. ¿En qué autonomía están prohibidas las maquinillas de afeitar o las bolsas de plástico? ¿Y las anillas de las latas? –Anillas fabricadas, por cierto, con plástico 100% reciclado y mucho más ligeras y sostenibles que algunas propuestas de sustitución que se están viendo–. Creo que se debería legislar con sensatez y consideración, ya que el esfuerzo de las empresas está siendo considerable. Todas las semanas, desde distintas asociaciones (no solo del sector plástico), se escriben cartas y alegaciones intentando aclarar este desorden legislativo, argumentos que se diluyen en la complejidad competencial y de tramitación de nuestro país. El anteproyecto de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados (APLRSC) legisla y traspone la directiva de residuos y la directiva de productos plásticos de un solo uso y aquí nos encontramos las primeras piedras en el camino, los objetivos de reducción propuestos para envases plásticos de un solo uso en dicho APLRSC: un 50% en 2026 y un 70% en 2030. Propone, incluso, que se sustituyan por otros materiales –siempre más pesados y que utilizan muchos más recursos energéticos y más huella de carbono que el plástico– y con posibilidad de que se incremente el desperdicio alimentario por no utilizar envases adecuados. Estos objetivos no se relacionan con los conceptos de reciclabilidad del envase ni del contenido en reciclado, obviando los esfuerzos ya realizados en algunas empresas. También se nos impone un impuesto al plástico no reutilizable, desproporcionado y discriminatorio, gravando toda la fabricación desde el origen de la lámina, el impuesto más complejo de aplicar actualmente en España y que repercutirá en los consumidores con menos recursos y restará la competitividad de los productos españoles en un época muy compleja como es la actual, de pandemia o post-pandemia. Quizá una solución más positiva para la transición sería bonificar fiscalmente aquellos envases que son más reciclables o que introducen reciclado. compostable. Finally, and following strict EFSA safety measures, changes are being made in production processes to incorporate recycled materials, and new equipment and testing procedures are being implemented. Plastic bags, all of which are certified, are nowmade from 80-100% recycled material and PET bottles are ahead of the 2025 target requiring them to have a 25% recycled material content. Many HDPE containers for cleaning products already incorporate recycled plastics. Not to mention the fact that the thickness, and therefore the weight of these containers, has been continuously reduced for more than 20 years. Some plastic containers have become 50% lighter in just 10 years. The recycling industry is increasing capacities and significantly improving its cleaning and recycling processes. Moreover, the sector is certifying the quality of its products with European traceability seals such as Eucertplas. In the last two years, the capacity of recycling facilities in Spain has increased by more than 200,000 tonnes. Petrochemical and technology companies are working hard to ensure that chemical recycling, pyrolysis, gasification and depolymerisation technologies are ready for implementation on an industrial scale within two or three years. And Spain is a leader in the implementation of a number of these technologies. Legislative changes that go against the flow However, all these changes and efforts do not always seem to be met by the recognition of legislators, be they Spanish or European. The scenario is completed by a number of Autonomous Communities with similar but different legislation on plastic, resulting in minor but unprecedented market chaos. In which Autonomous Communities are razors or plastic bags banned? And the rings of cans containing beverages? Rings which, by the way, are made from 100% recycled plastic and are much lighter and more sustainable than some of the replacement proposals we are seeing. I believe that we should legislate sensibly and with consideration, because companies are making significant efforts. Every week, different associations (and not only associations from the plastics sector) are sending letters and submitting appeals in an attempt to clarify this legislative disorder. Moreover, the arguments submitted are diluted by the complexity of competences and procedures in our country. The Spanish Waste and Contaminated Land Bill (APLRSC) transposes the EU Directives on waste and single-use plastic products. Herein, we find the first stones on the rocky road, in the form of the reduction targets proposed for single-use plastic packaging: 50% by 2026 and 70% by 2030. The Bill even proposes that plastics be substituted for other materials, which are always heavier, require far more energy resources and have a larger carbon footprint than plastic. And there is also the possibility of increasing food waste through the use of unsuitable packaging. These targets are not related to the concepts of packaging recyclability or recycled content, and they do not take account of the efforts already made by some companies. A tax on non-reusable plastic is also being imposed on us. This disproportionate and discriminatory tax is applicable to all processing carried out from the origin of the plastic sheet. This is currently the most complex tax in Spain in terms of application. It will have repercussions on consumers with fewer resources and will it reduce the competitiveness of Spanish products in the current very complex pandemic or post-pandemic period. Perhaps a more positive solution in terms of the transition to a circular economy would be to apply tax credits to packaging that is more recyclable or packaging that incorporates recycled material.
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