FO78 - FuturEnviro

Contaminación - Suelos | Contamination - Soils www.futurenviro.es | Marzo-Abril March-April 2021 127 El vínculo entre el ser humano y la naturaleza es la clave del concepto One Health, que busca transformar el campo de la salud pública protegiendo al mismo tiempo al ser humano y su entorno. Los retos que se persiguen son la seguridad alimentaria, la lucha contra la resistencia a antibióticos y el control de la zoonosis. La contaminación ambiental es un problema de salud pública global que afecta al ámbito social, económico y legislativo. Por primera vez el Foro Económico Mundial identifica los problemas ambientales como una de las principales amenazas para la estabilidad económica y social. Por ello, actualmente se dirigen muchos esfuerzos a comprender la interdependencia entre la actividad humana y los ecosistemas, así como su impacto en el bienestar de las personas. No es sorprendente por tanto que, dentro del conjunto de las iniciativas políticas de la Comisión Europea, como el conocido Pacto Verde, se incluyan acciones de reducción de la contaminación para un sistema alimentario saludable y respetuoso con el medioambiente. Los recursos hídricos aguas abajo de zonas urbanas se ven frecuentemente afectados por el vertido de efluentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDARs), lo que supone una vía de entrada continua de mezclas muy complejas de contaminantes de preocupación emergente (CPEs). El empleo de estos recursos para el riego de cultivos es lo que se conoce como reutilización indirecta y podría suponer un riesgo para la seguridad alimentaria debido a la transferencia de CPEs a la cadena trófica a través de las plantas. Teniendo en cuenta que el 95% de la producción de alimentos depende del suelo, no es de extrañar que el lema de la Misión de Salud del Suelo y Alimentos de la Unión Europea sea “Cuidar de los suelos es cuidar de la vida”. Entre los CPEs químicos destacan las hormonas, los antibióticos y los compuestos orgánicos móviles y persistentes. Su biodegradación, cuando ocurre, raramente alcanza la mineralización total, por lo que habitualmente se forman productos de transformación (PTs), que pueden ser más problemáticos que los compuestos originales. Entre los CPEs biológicos destacan, por su relevancia para la salud pública, los patógenos y las bacterias resistentes a antibióticos (BRAs). Una vez en el suelo, los CPEs pueden atenuarse naturalmente (sorción y biodegradación), propagarse mediante escorrentía (hacia aguas superficiales) o infiltración (hacia aguas subterráneas) y/o transferirse a las plantas. Es, por tanto, esencial un enfoque multidisciplinar para abordar los riesgos potenciales que se originan en el sistema aguasuelo-planta derivados de la reutilización indirecta en el medio agrícola. En el grupo de investigación Soil and Water Quality (SWQ) del Instituto IMDEA Agua se investiga para garantizar la calidad del agua y los alimentos en el escenario agrícola, así como para prevenir la propagación de sustancias indeseables y BRAs. Por ello, en el grupo SWQ se trabaja en la creación de la infraestructura técnica, de diagnóstico y análisis de riesgos necesaria para identificar y cuantificar CPEs químicos y biológicos transmisibles en el medioambiente. La experiencia del proyecto FatePharM El proyecto FatePharM evalúa la presencia, propagación y destino de CPEs (principalmente fármacos) en el medio The link between humans and nature is at the heart of the One Health concept, which seeks to transform the field of public health whilst protecting humans and their environment. The challenges are food safety, the fight against antibiotic resistance and control of zoonoses. Environmental pollution is a global public health problem with social, economic and legislative implications. For the first time, the World Economic Forum has identified environmental problems as a major threat to economic and social stability. As a result, great efforts are now being focused on understanding the interdependence between human activity and ecosystems, as well as the impact of this on people’s well-being. It is, therefore, not surprising that the European Commission’s policy initiatives, such as the high-profile Green Deal, include actions to reduce pollution in order to achieve a healthy and environmentally-friendly food system. Water resources downstream of urban areas are frequently impacted by the discharge of effluents from wastewater treatment plants (WWTPs), which is a continuous inlet pathway for highly complex mixtures of contaminants of emerging concern (CECs). The use of these resources for crop irrigation is known as unplanned water reuse and could pose a risk to food safety due to the transfer of CECs into the food chain via plants. Considering that 95% of food production depends on soil, it is not surprising that the proposal of the EU Soil Health and Food Mission is entitled “Caring for Soil is Caring for Life”. Chemical CECs include hormones, antibiotics and persistent and mobile organic compounds. When CEC biodegradation occurs, complete mineralisation is rarely achieved, often resulting in the formation of transformation products (TPs), which can be more problematic than the parent compounds compounds. Among biological CECs, pathogens and antibiotic-resistant bacteria (ARB) stand out due to their public health implications. In soil, CECs can be naturally attenuated (sorption and biodegradation), conveyed by run- ¿SON COMPATIBLES LA REUTILIZACIÓN INDIRECTA Y LA SEGURIDAD ALIMENTARIA? LA EXPERIENCIA DEL PROYECTO FATEPHARM IS UNPLANNEDWATER REUSE COMPATIBLE WITH FOOD SAFETY? THE EXPERIENCE OF THE FATEPHARM PROJECT

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