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www.futurenviro.es | Febrero-Marzo February-March 2021 31 Abastecimiento y saneamiento | Abastecimiento y saneamiento Los compromisos relacionados con el agua, el saneamiento y la higiene en el marco de la Agenda 2030 incitan a obrar para no dejar a nadie atrás, pero no bastará con que los Estados aborden las metas y los Objetivos como un mero ejercicio cuantitativo, dejando de lado las dimensiones de derechos humanos de la Agenda 2030. Además, la pandemia de COVID-19 ha demostrado al mundo que dejar atrás a las personas más necesitadas de servicios de agua y saneamiento puede conducir a una tragedia humanitaria. A fin de construir sociedades justas y humanas, es necesario que los derechos humanos al agua y el saneamiento se consideren. Los operadores públicos están comprometidos con el derecho humano al agua y al saneamiento y con los postulados de la Agenda 2030. La emergencia sanitaria del coronavirus está afectando a prácticamente todos los ámbitos de la vida cotidiana. Esta crisis pone en evidencia más que nunca que los valores colectivos de nuestros operadores públicos de agua: la solidaridad, la cohesión y la cooperación son vitales y que ignorarlos es un lujo que nadie puede ya permitirse. La crisis está provocando un hundimiento económico sin precedentes, la cohesión social que todos deseamos exige de nosotros respuestas inéditas. Por eso, la mayoría de los operadores públicos decidimos, mucho antes que el gobierno central lo estableciera, suspender, con carácter inmediato, cualquier procedimiento de corte del suministro a nuestros usuarios. Además, los operadores públicos de todo el estado español como Sevilla y su área metropolitana (Emasesa), Palma (EMAYA), Córdoba (Emacsa), Cádiz (Aguas de Cádiz), Valladolid (Aquavall), Terrassa (Taigua) o pequeñas ciudades como Jávea (Amjasa), entre otros, han asignado cuantiosos fondos para paliar las dificultades económicas de familias, autónomos y pymes. Fondos que han sido vitales para frenar la depresión económica y social de sus municipios. Pero es solo el principio, el agua y el saneamiento serán aún más centrales en el futuro de nuestros pueblos y ciudades y por eso deben convertirse una pieza clave de la recuperación. España se juega mucho en la transición ecológica que ahora debe iniciarse, porque es un país muy expuesto a la crisis climática y particularmente a la falta de agua. La salida de la crisis originada por la pandemia tiene que ser sostenible y, ahora, gracias a los multimillonarios fondos europeos, el Gobierno dispone de la posibilidad de paliar la falta de inversiones en el ciclo urbano del agua y de impulsar un modelo de ciudad más amable. Hacerlo ayudará a salir antes y mejor de la recesión y el agua segura y pública es indudablemente una pieza clave de la capacidad de resiliencia de nuestro país para el futuro. La gestión pública del agua contribuye a la creación de un nuevo modelo más verde y más humano, inspirado en la Agenda 2030. Los planes de recuperación deben contar con las ciudades y, por supuesto, con sus operadores públicos de agua. Han demostrado tener la capacidad de innovación, la competencia tecnológica y la capacidad para generar empleo de calidad y equitativo, gestionar el agua como un bien común lo ha convertido en una auténtica palanca de desarrollo de nuestros pueblos y ciudades. De los Gobiernos, uno espera liderazgo, altura de miras y sentido común: que apoyen y se apoyen en los operadores públicos de agua porque están desde siempre al servicio de todas las personas.  unprecedented responses from us. This is why, long before the central government established a policy in this respect, the majority of public operators decided to suspend, with immediate effect, any procedure to cut off supply to our users. Moreover, public operators throughout Spain, such as Emasesa (Seville and its metropolitan area), EMAYA (Palma), Emacsa (Córdoba), Aguas de Cádiz (Cádiz), Aquavall (Valladolid), Taigua (Terrassa) and those in small cities such as Amjasa (Jávea), among others, have allocated sizeable funds to alleviating the economic difficulties of families, the self-employed and SMEs. Funds which have played a vital role in curbing economic and social depression in their municipalities. But this is only the beginning. Water and sanitation will be even more central to the future of our towns and cities, and must, therefore, play a key role in the recovery. There is a lot at stake for Spain in the ecological transition that must now begin. It is a country that is very exposed to the climate crisis and particularly to water scarcity. The way out of the crisis caused by the pandemic must be sustainable, and now, thanks to the multi-million-euro European funds, the government can remedy the lack of investment in the urban water cycle and promote a more amiable urban model. Doing so will help us come out of the recession sooner and better, and safe, public water will undoubtedly play a key role in Spain’s resilience for the future. Public water management contributes to the creation of a new, greener and more humane model, inspired by the 2030 Agenda. Recovery plans must involve cities and, of course, their public water operators. These operators have proven capacity for innovation, technological competence and the ability to generate quality and equitable employment. The management of water as a common good has turned it into a real driver of the development of our towns and cities. From governments, one expects leadership, vision and common sense. One expects them to support and place their confidence in public water operators, because the latter have always been at the service of each and every person.  Luis Babiano Gerente de AEOPAS (Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento) Director of AEOPAS (Spanish Association of Public Water Supply and Sanitation Operators)

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