FO77 - FuturEnviro

Gestión y tratamiento de agua | Water management and treatment www.futurenviro.es | Febrero-Marzo February-March 2021 21 Invertir en nuevas tecnologías para poder desarrollarlas es ir más allá de las modas, los convencionalismos, así como todo aquello que está establecido. Para promover un desarrollo real, es necesario arriesgar, tener visión periférica, planificar a largo plazo y, en definitiva, adelantarse a lo que está por venir. En un tiempo de radicalismos y extremismos en lo político, alentado por un uso muy particular de los medios de comunicación (ya que sirven, en no pocas ocasiones, para establecer ideas predefinidas y posicionar, antes que para crear un debate crítico), la “violencia verbal” se desplaza también a los debates técnicos, que lo son cada vez menos, para cargarlos de ideología en mayor o menor medida. Si no hay una contestación adecuada, medida y pausada, se va a imponer poco a poco la idea de que cualquier intervención en la naturaleza es injustificada. De esta manera, los agricultores y ganaderos serán vistos como los malos de la película, especialmente si han de hacer un uso de recursos de la zona (especialmente de agua) a una escala apreciable. Guste o no, el poder de decisión se concentra en las ciudades. Esto es aún más cierto en nuestro país, donde más del 50% del territorio tiene densidad de población baja (menos de 12 hab/km2) o muy baja (menos de 8 hab/km2). Es necesario una comprensión total y comunicación directa entre todas las comarcas con sus cabezas de partido, capitales provinciales y, a su vez, de todo ello con los órganos de decisión centrales; sólo así, los habitantes de lo rural se sentirán escuchados. No hay que olvidar que lo rural alimenta a la urbano y gracias a los productos del campo (agua, alimento, energía, etc.), las ciudades pueden funcionar. Para hablar con propiedad hay que conocer, pisar el terreno. Pero esto no parece ser importante en los debates incendiarios de las redes sociales, que no necesitan ser contrastados, ya que lo que buscan es notoriedad. Así pues, ese debate se extiende a la vida real y a la política y hemos llegado a un punto en el que se habla (y legisla) sobre el lobo sin importar lo que tengan que decir los ganaderos que pierden sus animales, sobre el toro bravo sin haber visitado una finca de dehesa o, de algo tan cotidiano como la cobertura móvil, sin haber pasado por un valle remoto en el que el 3G, ni está ni se le espera. Ahora mismo estamos enfrascados en dos debates principales: las vacunas (o la falta de las mismas, las que se “pierden”, quienes se saltan su turno, etc.), de ellas depende la recuperación de la economía que va ligada a la vuelta a una libertad de movimiento real; y las mociones de censura, que son una vuelta de tuerca más a la política que “tan deprisa avanza” por usar un eufemismo suave, desde hace unos años. Entre dimes y diretes estamos descentrando el debate principal: la planificación de la recuperación. Investing in new technologies in order to develop them means going beyond fashions, conventions and all that is established. To promote real development, it is necessary to take risks, to have a peripheral vision, to plan for the long term and, in short, to anticipate what is to come. At a time of radicalism and extremism in politics, encouraged by very particular use of the media (often to establish predefined ideas and positions rather than to create a critical debate), “verbal violence” is also spilling over into technical debates. These debates are becoming increasingly less technical and more ideological to a greater or lesser extent. Without an adequate, measured, well-thought-out response, the idea that any intervention in nature is unjustified will gradually take hold, and crop and livestock farmers will be seen as the bad guys in the movie, particularly if they have to use local resources (especially water) on a significant scale. Like it or not, decision-making power is concentrated in cities. This is even truer of Spain, where more than 50% of the country has a low (less than 12 inhabitants/km2) or very low (less than 8 inhabitants/km2) population density. Complete understanding and direct communication are needed between all districts and their provincial capitals and, in turn, between provincial capitals and central decision-making bodies. Only in this way will inhabitants of rural areas feel that their voice is being heard. It should not be forgotten that rural areas feed urban areas and that the products of the countryside (water, food, energy, etc.) enable cities to function. To be able to speak with authority, it is necessary to know the terrain and set foot on the land. But this does not seem to matter in the incendiary debates of the social media, where facts do not need to be checked and the goal is to provoke the greatest reaction possible. This debate has extended to real life and politics. We have reached a point where people speak (and legislate) on the wolf with no interest in what farmers who lose their animals have to say, or on the fighting bull without having visited a dehesa farm, or about something as everyday as mobile coverage without having passed through a remote valley where 3G is neither present nor expected. Right now, we are engaged in two main debates: vaccines (or the lack of them, those who do not wish to receive them, those who jump the queue, etc.), on which depends the recovery of the economy, which is linked to the return to real freedom of movement; and the votes of noconfidence in regional governments, ABRIR LA MENTE PARA INVERTIR EN AGUA OPENING THE MIND TO INVEST INWATER Aliviadero e Hidroeléctrica El Villar | El Villar Bypass and Hydroelectric power station

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