A fondo: Análisis 2020 | In depth: Analysis of 2020 FuturEnviro | Diciembre 2020/Enero 2021 December 2020/January 2021 www.futurenviro.es 41 reciclado textil. El aumento de tasas de eliminación en vertedero y prohibición de entrada al mismo de residuos textiles generaría una industria textil rentable además de aportar beneficio social y ambiental. Así mismo La administración con su poder ejemplarizante podría impulsar el reciclado textil incluyendo en sus pliegos de compras textiles con material reciclado. Francia, país vecino y muy afín en cuanto a idiosincrasia y legislación, ya ha pasaron por el aro. Es decir, los productores junto con la administración, gestores y demás actores involucrados en la gestión de residuos ya han hecho los deberes. En Francia a través de la Responsabilidad Ampliada del Productor se colocaron en el mercado 2.6 millares de prendas de textiles (TLC) un volumen estimado de 648.000 toneladas o aproximadamente 9,5 kg por año per cápita. ECO-TLC se transforma en RE-FASHION en 2020 con 4.019 productores adheridos (ZARA, ABERCROMBIE & FITCH, MANGO, MAISONS DU MONDE, CALZEDONIA, etc.) y 25,5 millones de euros en ecocontribuciones. Especialmente dura con los residuos pre consumo ya que al no haber sufrido un desgaste son más fáciles de reciclar. La Ley francesa Nº 2020-105 de 10 de febrero de 2020 sobre la lucha contra los residuos y la economía circular utiliza la definición de desperdicio de alimentos, para establecer el principio de prohibición de la eliminación de productos no alimentarios no vendidos que aún sean utilizables. Establece la obligación de reutilizar o reciclar nuevos productos no alimenticios no vendidos por productores, importadores y distribuidores. Se prohíbe la destrucción de artículos no alimentarios no vendidos (ropa, electrodomésticos, productos de higiene o belleza, etc.) con multas administrativas (máximo de 3.000 €/persona física y 15.000 € para una persona jurídica). En 2019 en Francia se recolectaron 248.547 toneladas, lo que representa el 38% del total de toneladas de textil puestas a disposición en el mercado. 179 convenios de recogida selectiva de textil, con 340 entidades titulares de Puntos de Contribución Voluntaria. 46.066 Puntos de Aportación Voluntaria una media de 1 PAV por 1.440 habitantes. El objetivo del sector es recolectar 300.000 toneladas por año, es decir, 4,6 kg de TLC usado per cápita. Los 63 centros de acopio y clasificación aprobados hasta la fecha manejan volúmenes en constante crecimiento. En definitiva, “cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar”. landfilling of textile waste would generate a profitable textiles industry, in addition to social and environmental benefits. Moreover, through their power to set examples, public authorities could drive textiles recycling by demanding textiles made of recycled materials in public procurement procedures. France, a neighbouring country with similar idiosyncrasies and legislation, has already taken the leap. In other words, producers, along with public authorities, managers and other actors involved in waste management have already done their homework. In France, 2.6 billion textile items (TLC) were placed on the market through Extended Producer Responsibility. This is estimated to be the equivalent of 648,000 tonnes or approximately 9.5 kg per capita per annum. ECO-TLC changed its name to RE-FASHION in 2020. It has 4,019 affiliated producers (ZARA, ABERCROMBIE & FITCH, MANGO, MAISONS DU MONDE, CALZEDONIA, etc.) and 25.5 million euros in eco-contributions. The legislation is particularly tough on preconsumer waste because this waste is easier to recycle due to the fact that it has not suffered wear and tear. French Act 2020-105 of 10 February 2020 on the fight against waste and the circular economy uses the definition of food waste to establish the principle of prohibiting the disposal of unsold non-food products that are still usable. It establishes the obligation for producers, importers and distributors to ensure that new unsold non-food products are reused or recycled. It prohibits the destruction of unsold non-food items (clothing, household appliances, hygiene and beauty products, etc.). Failure to comply can result in administrative fines of up to €3,000 for a natural person and €15,000 for a legal person. 248,547 tonnes of textiles were collected in France in 2019, representing 38% of the total tonnes placed on the market. There were 179 separate textile collection agreements, with 340 entities holding Voluntary Contribution Points (VCPs). The total of 46,066 Voluntary Contribution Points represents an average of 1 VCP per 1,440 inhabitants. The sector’s target is to collect 300,000 tonnes per year, i.e., 4.6 kg of used TLC per capita. The 63 collection and sorting centres approved to date are managing constantly growing volumes. As the Spanish saying underlining the importance of learning from one’s neighbours goes “when you see your neighbour’s beard being cut, begin to lather yours”. No tiene sentido diseñar un intenso modelo de recogida de residuo textil post consumo si no hay una potente industria de reciclado. El reciclado supone un equilibrio entre el beneficio ambiental y el económico. El no consumo o la infinita venta de segunda mano supone una pérdida grande de riqueza en forma de empresas y puestos de trabajo There is no point in designing an intensive collection model for post-consumer textile waste without a strong recycling industry. Recycling strikes a balance between environmental and economic benefit. Non-consumption or infinite second-hand sales result in a great loss of wealth in terms of businesses and jobs
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