2020 ha puesto en valor el papel de la valorización energética al dar respuesta al tratamiento de residuos procedentes de centros hospitalarios o de hogares con enfermos por coronavirus, como guantes y mascarillas. Sin embargo, tenemos por delante un año de retos para poner fin a los vertederos. Hemos acabado el año 2020 con una buena noticia para el sector de la valorización energética, y también para el medio ambiente. La planta y el resto de infraestructuras que completan el complejo de Zubieta ya están operando al 100%. Esta instalación, situada en Guipúzcoa, se suma a las 11 plantas que conforman la Asociación de Empresas deValorización Energética de Residuos Urbanos (Aeversu), convirtiéndose en la mejor alternativa a los vertederos. La planta de Zubieta generará 160.000 MWh al año, una potencia suficiente para abastecer de energía eléctrica a 45.000 hogares y 130.000 personas aproximadamente, dando lugar a una solución para el problema de la gestión de los residuos que, además, permitirá superar la era de los vertederos en la región. Además, gracias a su construcción y puesta en marcha ha permitido crear 80 puestos de trabajo directos y 100 indirectos. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. Pero antes de entrar en materia, sería interesante repasar los retos a los que nos hemos tenido que enfrentar durante este periodo tan complicado y convulso. Durante el pasado año, hemos trabajado para mantener una actividad constante, que consideramos fundamental, como es la gestión de los residuos urbanos no reciclables. Siempre hemos considerado importante nuestra función para beneficio de la sociedad y del medio ambiente, pero mucho más durante el 2020, en la que nos hemos enfrentado a una situación de gran calado y envergadura como consecuencia de la Covid-19. Junto al frecuente servicio en el tratamiento de los desechos recibidos, hemos dado respuesta sanitaria a esos residuos procedentes de centros hospitalarios y asistenciales o de hogares con enfermos aquejados de coronavirus, como guantes o mascarillas. Bajo tecnologías industriales punteras para cumplir con las máximas garantías de seguridad y los estrictos controles de combustión y de vigilancia ambiental, hemos recibido estos residuos y los hemos sometido a valorización energética, bajo temperaturas de 850-1000 grados centígrados, para acabar con cualquier resquicio del virus, a la vez que hemos garantizado las máxima medidas de seguridad a nuestros empleados. Por ello, y ante este panorama, es necesario recordar que la valorización energética es la mejor alternativa a los vertederos, espacios que elevan enormemente el riesgo medioambiental. Sin embargo, y como he mencionado anteriormente, hay mucho trabajo por delante. El pasado mes de noviembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó sus Cuentas Ambientales de Re2020 underlined the value of energy recovery in the treatment of waste such as gloves and face masks from hospitals and medical centres, as well as waste from households with coronavirus patients. However, we have a year of challenges ahead of us in the quest to do away with landfills. We ended 2020 with good news for the energy recovery sector and the environment. The plant and other facilities that make up the Zubieta complex are now 100% operational. This facility, located in Gipuzkoa, joins the 11 plants that make up the Spanish Association of Energy Recovery fromMunicipal Solid Waste (Aeversu), and provides a better alternative to landfills. The Zubieta plant will generate 160,000 MWh per annum, sufficient to provide electricity to around 45,000 homes and roughly 130,000 people, whilst also providing a waste management solution that will enable the era of landfills in the region to come to an end. Moreover, the construction and commissioning of the plant created 80 direct and 100 indirect jobs. However, there is still a long way to go. But before getting into that, it would be of interest to review the challenges that we have had to address in this very complicated and turbulent period. In the past year, we have worked to maintain a constant activity in the treatment of unrecyclable municipal solid waste management, which we consider to be of fundamental importance.We have always considered our function to be beneficial to society and the environment, and even more so in 2020, a year in which we have faced a situation of great difficulty and scope due to Covid-19. In addition to rapid treatment of waste received, we provided a sanitary solution to the waste from hospitals, medical centres, day centres and homes with coronavirus patients, such as gloves and face masks. Though the implementation of cuttingedge technology and the most stringent combustion controls to provide the maximum safety guarantees, we received and subjected this waste to energy recovery procedures at temperatures of 850-1000 degrees centigrade to eliminate all traces of the virus, whilst ensuring maximum safety conditions for our employees. Therefore, given this scenario, it must be remembered that energy recovery is a better alternative to landfills and that landfills greatly increase environmental risk. Nonetheless, and as I mentioned previously, there is a great deal of work ahead. Last November, the Spanish National Statistics Institute (INE) published the Environmental Waste LA VALORIZACIÓN ENERGÉTICA, UN IMPORTANTE ESLABÓN DE LA ECONOMÍA CIRCULAR Rafael Guinea, presidente de Aeversu (Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos) ENERGY RECOVERY, AN IMPORTANT LINK IN THE CIRCULAR ECONOMY CHAIN Rafael Guinea, president of Aeversu (Spanish Association of Energy Recovery fromMunicipal SolidWaste) Sometemos los residuos a unos 850-1000 grados centígrados para eliminar cualquier resquicio del virus We subjected this waste to energy r ecovery procedures at temperatures of 850-1000 degrees centigrade to eliminate all traces of the virus A fondo: Análisis 2020 | In depth: Analysis of 2020 FuturEnviro | Diciembre 2020/Enero 2021 December 2020/January 2021 www.futurenviro.es 19
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