concreto, en 2015, la Comisión estimó un ahorro en materias primas por parte de la industria de 600.000 millones de euros (que equivalen a un 8 % de la facturación anual de la UE en ese año), según se recoge en la Estrategia Española de Economía Circular (España Circular 2030). Por todo ello, cada vez son más las empresas que buscan dar una nueva oportunidad a sus desechos, tanto plásticos como agroalimentarios, y mediante la biotecnología son capaces de transformar sus residuos en productos de alto valor añadido, a través de procesos sostenibles, de bajo impacto ambiental y eficientes. En los últimos años, desde centros tecnológicos como el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE), se está apostando por estas tecnologías, capaces de transformar diversos residuos (desde residuos orgánicos hasta residuos de envase) en posibles productos intermedios y productos de valor para una gran diversidad de sectores industrales mediante el uso de enzimas y microorganismos. En esta línea, se está profundizando en el desarrollo de biorrefinerías de segunda generación, es decir, instalaciones o estructuras industriales que integran procesos para la completa conversión de residuos a múltiples bioproductos, y no solo a biocombustibles, aportando valor en sectores como el químico, los nuevos materiales (incluidos los empleados para envases), la industria alimentaria o la industria farmacéutica y cosmética. Valorización de residuos orgánicos Prueba de todo ello son los numerosos proyectos de I+D tanto nacionales como europeos que se están desarrollando hoy en día. Uno de ellos es BIOSUST (Procesos avanzados de descontaminación de pasta de papel, compostabilidad industrial, hidrólisis y fermentación de residuos orgánicos), donde se ha conseguido el máximo aprovechamiento de los residuos urbanos en aplicaciones de alto valor añadido a nivel industrial (precursores, productos técnicos, polímeros, alcoholes,. para su posterior empleo en la industria del packaging, alimentaria y textil, así como en el campo de los biofertilizantes, entre otros). Este proyecto, desarrollado por ITENE (20182019), ha sido financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) de la Generalitat Valenciana, a través de los fondos europeos FEDER de desarrollo regional. Los residuos de origen urbano como los lodos de depuradora o la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos generan 138 millones de toneladas de residuos que en la mayoría de casos acaban en vertederos. Por ello, el proyecto SCALIBUR (Scalable technologies for bio-urban waste recovery, financiado por la Unión Europea, 2018-2022), se propone realizar un estudio sobre la calidad, logística y esquemas de gestión de la fracción orgánica de los residuos sólidos municipales y del fango de aguas residuales urbanas para incorporar sistemas y tecnologías innovadoras y obtener productos de alto valor basados en materiales bio, como bioplásticos, biofertilizantes, biopesticidas y proteínas para alimentos y piensos. Dicho proyecto, que incluye la realización de pilotos en las ciudades de Madrid, Albano Laziale (Italia) y Kozani (Grecia), es liderado y coordinado por ITENE y en él participan otros 20 socios de nueve países europeos. In recent years, technology centres such as the Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Institute for Packaging, Transport and Logistics - ITENE) have been focusing on these technologies because of their capacity to transform different wastes (ranging from organic to packaging waste) into potential intermediate products and products of value in a wide range of industrial sectors, through the use of enzymes and microorganisms. In this respect, intensive work is being carried out in the development of second-generation biorefineries, i.e., industrial facilities or structures that integrate processes for the complete conversion of waste into multiple bioproducts, and not just biofuels. This adds value in sectors such as the chemical industry, the new materials (including materials used in packaging) sector, the food industry, and the pharmaceutical and cosmetic industries. Valorisation of organic waste Proof of the foregoing is provided by the numerous R&D projects currently being carried out in Spain and Europe. One such project is BIOSUST (Advanced processes for the decontamination of paper pulp, industrial compostability, hydrolysis and fermentation of organic waste), in which municipal waste has been availed of to the utmost in high-added-value industrial applications (precursors, technical products, polymers, alcohols, for subsequent use in the packaging, food and textile industries, as well as in the field of bio-fertilisers, amongst others). This project, carried out by ITENE (2018-2019), was funded by the Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Valencian Institute of Business Competitiveness - IVACE), which belongs to the Valencian Government, through the European Regional Development Fund (ERDF). Waste of municipal origin, such as sewage sludge or the organic fraction of municipal solid waste, accounts for 138 million tonnes of waste, which mostly ends up in landfills. For this reason, the EU-funded SCALIBUR project (Scalable technologies for bio-urban waste recovery, 2018-2022) is studying the quality, logistics and management schemes implemented for the organic fraction of municipal solid waste and sewage sludge. The goal is to implement innovative systems and technologies to obtain high-added-value, biobased materials, such as bioplastics, bio-fertilisers, bio-pesticides and proteins for food and animal feed. The project, which features pilot studies in Madrid, Albano Gestión y tratamiento de residuos | Waste Management & Treatment FuturEnviro | Julio-Septiembre July-September 2020 www.futurenviro.es 65
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