duos urbanos, dependiente de la Xunta de Galicia, y que da servicio a 295 ayuntamientos (más de 2.242.000 habitantes), quisiera poner en valor el trabajo encomiable de las entidades que cada día hacen posible que los desechos sean tratados de forma responsable y conforme a la legislación vigente, pues, de no ser así, se convertirían en una nueva amenaza para la salud de las personas. Y, más específicamente, quisiera ensalzar también el esfuerzo realizado por las plantas de valorización energética existentes en España pues, más allá de su cometido habitual, en muchos casos se recurrió a ellas para gestionar los residuos sanitarios debido al exponencial crecimiento de los mismos durante la fase más virulenta de la pandemia y a la incapacidad de darles un tratamiento adecuado por parte de las instalaciones que venían gestionándolos, toda vez que se vieron desbordadas. Las instrucciones de los Ministerios de Sanidad y de Transición Ecológica eran claras en este sentido: valorización energética o vertedero, dando preferencia a la primera. En el caso de Sogama, y dado que su objeto social no contemplaba el tratamiento de desechos sanitarios, tuvo que hacer una importante inversión económica para adaptar técnicamente su complejo medioambiental, habilitando para los sanitarios una línea independiente y diferenciada de la establecida para los residuos urbanos. Asimismo, se contrató a personal externo, con horarios diferenciados a los del resto de trabajadores del Complejo, evitando a su vez que compartiesen zonas comunes. A petición del Servicio Gallego de Salud (SERGAS), y tras la pertinente autorización de la Consellería de Medio Ambiente, desde el 21 de abril al 21 de mayo, Sogama trató en su Complejo de Cerceda (A Coruña) un total de 65.000 kilos de residuos sanitarios de bajo riesgo tales como buzos, guantes y mascarillas desechables, además de otros asimilables. Una vez triturados y acondicionados, se valorizaron en la planta termoeléctrica a temperaturas superiores a 850ºC. Sogama redactó el proyecto técnico en un tiempo récord y, a partir de ahí, montó la instalación en la que se recibían estos desechos, que se transportaban en bolsas específicas desde los centros dependientes del SERGAS, introducidas a su vez en cajas precintadas. Un esfuerzo logístico y de gestión que resultó exitoso y, lo más importante, que consiguió aliviar un problema de gran alcance derivado de una crisis sin precedentes que, de no haber sido resuelto de esta forma, hubiese acrecentado, todavía más, un grave problema de salud. A partir de ahí, y ya en la fase de desescalada, Sogama quiso ir más allá y contribuir al proceso de reactivación económica de la comunidad con la inyección de 5,1 millones de euros para nuevas inversiones destinadas a distintas mejoras en sus instalaciones, decidiendo, además, efectuar el pago a proveedores en un plazo de 10 días, en lugar de los 30 habituales. Porque, más allá de nuestro propio cometido industrial, las empresas cumplimos también una función social. Hoy, más que nunca, es el momento de dinamizar, de innovar, de apoyar y de ser solidarios. El golpe económico debe amortiguarse desde la unidad y el sector medioambiental puede ofrecer grandes oportunidades para el progreso, el crecimiento y el empleo. Se impone el ahorro de recursos y estoy convencido de que la gestión sostenible de los residuos será un pilar clave para la consecución de una verdadera economía circular. belonging to the Government of Galicia, which provides services to 295 municipal councils (accounting for a population of over 2,242,000), I would highlight the commendable work of the entities that work on a daily basis to enable waste to be treated responsibly and in compliance with current legislation. If this did not happen, waste would represent a further threat to human health. More specifically, I would like to praise the efforts of energy recovery plants in Spain which, in addition to their normal work, were widely called upon to manage healthcare waste during the most virulent stage of the pandemic, as the exponential growth of this type of waste saturated the capacity of the facilities normally entrusted with its treatment. The instructions of the Health and Ecological Transition Ministries were clear in this respect. It was a question of energy recovery or landfilling, with the former being the preferred option. Given that its remit does not cover the treatment of healthcare waste, Sogama had to make a significant investment in the technical adaptation of its environmental complex to the treatment of this type of waste. An independent line, separate to that of the MSW line, was created for healthcare waste. External staff were hired to operate this line and they worked different schedules to other workers at the complex. It was also ensured that staff operating the healthcare waste treatment line did not share common areas with other workers. At the request of the Servicio Gallego de Salud (Galician Health Service - SERGAS), and following the necessary authorisation of the Regional Ministry of the Environment, Sogama treated a total of 65,000 kg of low-risk healthcare waste at its Cerceda complex (A Coruña) between April 21 and May 21. This waste included items such as disposable protective clothing, gloves and face masks, as well as other assimilable waste. Subsequent to shredding and conditioning, this waste was recovered at the thermoelectric plant at temperatures of over 850ºC. Sogama drafted the technical design plan in record time and then, based on this design, assembled the facility to receive this waste. The waste was transported from SERGAS centres to the treatment complex in special bags, which were in turn inserted into sealed boxes. This successful logistics and management response helped to alleviate a great problem arising from an unprecedented crisis, thus preventing a serious health problem from becoming even more acute. In the stage of emergence from the lockdown, Sogama wished to go a step further and contributed to the economic reactivation of the community by allocating €5.1 million for investment in the upgrading of different facilities. The company also took the decision to pay its suppliers within a time period of 10 days rather than the customary 30-day period. Because, beyond our own commercial remit, companies also have a social function. Now, more than ever, is the time to be dynamic, to innovate, to support and to show solidarity. The economic blow should be cushioned by unity and the environment sector can offer great opportunities for progress, growth and jobs. Saving resources has become the norm and I am convinced that sustainable waste management will be a key pillar in terms of achieving a true circular economy. Javier Domínguez Lino Presidente ejecutivo de SOGAMA CEO at SOGAMA Gestión y tratamiento de residuos | Waste Management & Treatment FuturEnviro | Julio-Septiembre July-September 2020 www.futurenviro.es 61
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