Gestión y tratamiento de residuos | Waste Management & Treatment Cada año se producen en el mundo entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de residuos. Los vertederos de todo el planeta están saturados, son una fuente de contaminación para el aire, el suelo y las aguas. Es evidente que tenemos un problema importante con la basura que generamos y que nuestro planeta necesita una solución urgente al problema que suponen los residuos. Una situación que se intensifica y se pone de manifiesto en estos tiempos de pandemia que tiene, además, un efecto en la generación de residuos no sólo plásticos, unos recuperables para la reutilización y el reciclaje, pero otros muchos no. Las estadísticas coinciden a todos los niveles: la Covid-19 también ha generado un incremento de residuos por persona. Ante esta realidad, la clave en la gestión de nuestro entorno sigue siendo la aplicación de las tres ‘R’: reducción, reutilización y reciclaje. Pero aún con todos los esfuerzos en estas acciones básicas y fundamentales, aun creciendo en estas tareas en las que tenemos un importante margen de mejora, no será suficiente. Uno de los problemas en la gestión social de los residuos que todos generamos es la superación de prejuicios y dogmas basados en la concepción de que la tecnología no avanza. Pero la tecnología sí se mueve, evoluciona, se perfecciona y progresa. Y logra ser más eficiente y eficaz en los procesos que resultaban discutibles en apenas una década. Así ocurre en la actualidad con la gasificación de los residuos como fuente de recuperación de energía a través de material no reutilizable. Toneladas sin límite que, en la mayoría de casos, tienen como destino ser enterradas en vertederos como único modelo aplicado de eliminación de residuos. Ante ello, la alternativa de la gasificación de residuos se convierte en una solución definitiva, en la fuente de energía que necesita el planeta. Existen ejemplos de países que ya han comenzado a abordar este problema de forma sensata y sostenible. Este es el caso de Suecia donde sólo el 1% de los residuos terminan en los vertederos, Between 7,000 and 10,000 million tonnes of waste is produced worldwide every year. Landfills all over the planet have reached saturation levels and are a source of air, soil and water pollution.We clearly have a major problem with the waste we produce and our planet urgently needs a solution. And the problem has been magnified during the current pandemic, which has had an effect on waste production in general and not just plastic waste. Some of these waste types can be recovered for reuse and recycling, but many others cannot. The statistics coincide on all levels: Covid-19 has also resulted in an increase in waste production per person. In this scenario, the key to environmental management continues to be the implementation of the three “Rs”: reduction, reuse and recycling. But even investing all our efforts in these vital and basic actions, and increasing our intensity in the important tasks in which we have considerable margin for improvement will not be enough. One of the challenges associated with the social management of the waste generated by all of us is overcoming prejudices and dogma based on the conception that technology does not advance. But technology does move, evolve, progress and become perfected. And it has become more efficient and effective in processes that were questioned just a decade ago. This is the case of waste gasification as a source of energy recovery frommaterial that cannot be reused. Very often, the only management model applied for infinite tonnes of waste involves burying it in landfills.Waste gasification is the definitive solution to this situation and offers the source of energy needed by the planet. Some countries have already begun to address this issue sensibly and sustainably. An example is Sweden, where only 1% of waste is landfilled and where 50% of MSW is used to generate energy. The figures are even higher in other countries such as Finland and Denmark, where 55% and 52% of waste is converted into energy, respectively. Germany uses 31% of its waste to generate energy. The figure for Spain is very significant. Only 12% of waste is used to generate energy and most of our waste ends up in landfills. For this reason, it is of great importance to make progress in the field of gasification, a process that avails of an eco-friendly technology with the capacity to generate energy without emissions and without consuming other natural resources. We need to break traditional dynamics and substitute existing landfill infrastructures with investments in infrastructures that create resources, such as gasification plants. This GASIFICACIÓN DE RESIDUOS: LA FUENTE DE ENERGÍA QUE NECESITA EL PLANETA Debemos romper las dinámicas tradicionales, donde las infraestructuras creadas de vertederos deben ir siendo sustituidas por inversiones generadoras de otros recursos como las plantas de gasificación. Es, sin lugar a dudas, una apuesta por la economía circular que permite dar nuevas vidas a elementos desechados sin posibilidad de recuperación alguna. WASTE GASIFICATION: THE ENERGY SOURCE THE PLANET NEEDS We need to break traditional dynamics and substitute existing landfill infrastructures with investments in infrastructures that create resources, such as gasification plants. This would unquestionably foster the circular economy by enabling new life to be given to waste which would otherwise be impossible to recover. Jesús Martínez. CSO de Greene Waste To Energy | CSO at Greene Waste To Energy FuturEnviro | Julio-Septiembre July-September 2020 www.futurenviro.es 21
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