• Es una industria socialmente responsable que protege a los colectivos en situación de vulnerabilidad: cuenta con bonificaciones y fondos de solidaridad para proteger a las rentas bajas, jubilados y familias numerosas, de los que se benefician un 4,7% de los usuarios, generando una reducción media del importe facturado de más del 50%. • Apoya a las zonas despobladas en la lucha contra el reto demográfico, al requerir mayores inversiones en infraestructuras en los municipios de menor dimensión y despliega los recursos territorialmente. La inversión por habitante es un 36% superior en los municipios de menos de 20 mil habitantes respecto a los de mayor dimensión. • Cuenta con la capacidad para canalizar inversiones de forma inmediata en el corto plazo, y sostenidas en el medio y el largo plazo, reactivando la economía. De hecho, existe consenso en que el sector urbano de agua es uno de los que tienen un mayor déficit estructural. Antes de la crisis del COVID-19 estas necesidades de inversión adicional se cifraron en la citada cifra de 2.500M€ anuales para los próximos 10 años. Los fondos necesarios deberán surgir de varios orígenes: nuevos Programas Europeos (Next Generation y REACT EU) y un extraordinario esfuerzo presupuestario nacional para abordar la recuperación; en la“adecuada contribución del usuario”; a través de modelos de participación público-pública y, especialmente, público-privada donde existe una amplia experiencia internacional de las empresas españolas. A finales del pasado año, presentamos públicamente el estudio “Necesidades de inversión en renovación de las infraestructuras del ciclo urbano del agua en España” donde propusimos una serie de acciones. La complejidad de la gobernanza, la multiplicidad de actores, la variedad de opciones vigentes a nivel mundial –en la que las entidades y empresas españolas demuestran una capacidad de liderazgo y prestigio reconocido– requieren contar con todas las posibilidades, con la cooperación y coordinación oportuna. Todo ello bajo el objetivo del principio de “recuperación de costes” enunciado por la Directiva Marco del Agua. El papel del ciudadano será relevante, para asegurar el “verdadero valor del agua” hoy quizás olvidado en su acepción pragmática en nuestro país, que por asumir que disfrutamos del Derecho Humano al Agua y al Saneamiento, hemos olvidado la necesidad de contribuir a su sostenimiento y equilibrio. Por tanto, es necesario que el sector del agua urbana se convierta en uno de los servicios prioritarios sobre los que articular la recuperación, conforme a su vital importancia y a su cuota de participación económica, social y ambiental. Una estrategia en esta línea tendría múltiples beneficios para el conjunto de la sociedad española. Es el momento de actuar. Y es el momento de actuar con presteza, determinación y unidad. Se dispone de la planificación, de los proyectos de detalle desplegados en todo el territorio, y de las capacidades tecnológicas, organizativas y humanas. ¿Qué más hace falta? The funding required must come from different sources: new European Programmes (Next Generation and REACT EU); an extraordinary national budgetary effort to address recovery; “adequate user contribution” and, particularly, public-private partnership models, in which Spanish companies have extensive international experience. At the end of last year, we made the public presentation of a study entitled “Investment Requirements for the Renovation of UrbanWater Cycle Infrastructure in Spain”. In this report, we proposed a number of actions. The complexity of governance, the large number of actors involved, and the variety of current options worldwide –in which Spanish entities and companies have proven leadership capacity and acknowledged prestige– means that all the possibilities must be availed of, with the opportune cooperation and coordination. And all this must be done with the aim of implementing the “cost recovery” principle established in the Water Framework Directive. Citizens will play a very important role in ensuring the “true value of water”, which has perhaps been forgotten in the pragmatic sense of the expression in Spain. By taking the Human Right to Water and Sanitation for granted, we have forgotten the need to contribute to the sustenance and balance of the resource. It is, therefore, necessary for urban water to become one of the priority services on which to articulate economic recovery, in accordance with its vital importance and the economic, social and environmental role it plays. A strategy along these lines would have multiple benefits for Spanish society as a whole. The time has come to act, and to act with alacrity, determination and unity. The plans, including detailed project plans throughout Spain, and the technological, organisational and human resources are in place.What more do we need? Fernando Morcillo Bernaldo de Quirós Presidente de AEAS President of AEAS Gestión y tratamiento de agua | Water management and treatment FuturEnviro | Junio/Julio June/July 2020 www.futurenviro.es 27
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