FO67 - FuturEnviro

A fondo: Análisis 2019 | In depth: Analysis of 2019 FuturEnviro | Febrero February 2020 www.futurenviro.es 39 Bajo un Pacto de Estado, urge desarrollar un Plan Nacional de Infraestructuras Hídricas para sortear las presiones autonómicas y llevar adelante sin trabas todas las actuaciones que ya están contempladas en los diferentes planes de cuenca. Convendría que el nuevo Gobierno traspasara las competencias de la Dirección General del Agua al Ministerio encargado de la gestión de las infraestructuras. La fragmentación del arco parlamentario podría dinamitar los puentes necesarios para alcanzar los grandes pactos de Estado que, debido a esa polarización y al distanciamiento entre los distintos partidos políticos, parecen haber saltado por los aires. Y entre ellos, por desgracia, se incluye el del agua; bajo el que debería desarrollarse el necesario Plan Hidrológico Nacional para llevar adelante sin trabas todas las actuaciones que ya están contempladas en los diferentes planes de cuenca vigentes y en los que se incluyen las obras de regulación y las actuaciones de modernización de regadíos correspondientes. La puesta en marcha de un Plan Nacional de Infraestructuras Hídricas ayudaría a evitar las presiones autonómicas que tanto torpedean la adecuada planificación hidrológica, que debe regirse por el interés común y no por los intereses localistas que a menudo se originan pensando que el agua es del territorio que la tiene más cerca. Este plan, de igual modo, contribuiría a hacer frente a las sequías e inundaciones derivadas del cambio climático como las que acontecen cada vez con más frecuencia en el Este peninsular. Así, al igual que ha habido planes estatales de carreteras o de infraestructuras ferroviarias, convendría fusionar ingeniería y técnica para prevenir los efectos negativos de las lluvias torrenciales y convertirlos en recursos para las cuencas deficitarias. Ha llegado la hora de ejecutar una planificación hidrológica adecuada que consolide a España como un país maduro hidráulicamente y preparado para el cambio climático Sin embargo, un informe aprobado el año pasado en el Congreso -y entre cuyos 27 expertos, paradójicamente, no existía representación de los regantes- consideraba España un país maduro hidráulicamente e instaba, de forma errónea y un tanto desnortada, a detener la construcción de nuevos embalses y trasvases. Transferir competencias No obstante, todavía quedan algunas asignaturas pendientes en materia de aguas. Urge ejecutar las obras de regulación allí donde sea necesario y la modernización de casi un millón de hectáreas, así como acometer las medidas complementarias de gestión de la demanda para optimizar el consumo. Y para ello convendría que el nuevo Gobierno traspasara las competencias de la Dirección General del Agua al Ministerio encargado de la gestión de las infraestructuras. De no ser así, debería de depender de Agricultura, al ostentar ya las competencias sobre el regadío. There is an urgent need for the development of a National Water Infrastructure Plan within the context of a StateWater Pact, in order to avoid the problem of regional pressures and execute all the initiatives already envisaged in the different River Basin Management Plans, without having to overcome constant obstacles. The new Government should transfer the competences of the General Directorate of Water to the Ministry charged with infrastructure management. The fragmentation of the Spanish parliament could destroy the bridges needed to achieve the great state pacts. Due to the polarisation of the different political parties, such pacts would seem to have been blown to bits. And this, unfortunately, includes the water pact, a pact under which the much-needed National Hydrological Plan should be developed in order to execute all the actions envisaged in current River Basin Management Plans. These management plans include water regulation infrastructures and corresponding actions to upgrade irrigation systems. The time has come to execute an appropriate hydrological plan to consolidate Spain’s position as a mature country in terms of water infrastructure and one prepared to address climate change. The implementation of a National Water Infrastructure Plan would help to prevent the regional pressures which have such a negative effect on appropriate hydrological planning. Such planning should be governed by common and not local interests, which are often based on the feeling that water belongs to the territory closest to it. This plan would also help tackle the droughts and floods associated with climate change, which occur with increasing frequency in eastern Spain. In the same way that there have been state road and rail infrastructure plans, engineering and technical know-how should be used to prevent the adverse effects of torrential rains and transform them into resources for river basins with water deficits. However, a report ratified last year by the Spanish parliament -paradoxically drafted by 27 experts without any representation from the irrigation sector- considered Spain to be a mature country in terms of water infrastructure and, erroneously and in a somewhat illogical manner, called for a halt to the construction of new reservoirs and water transfer infrastructures. Transfer of competences There are, however, some pending issues in the area of water. Urgent issues include the execution of water regulation infrastructures wherever necessary, the upgrading of CÓMO EVITAR QUE LA POLÍTICA HIDRÁULICA “HAGA AGUAS” Andrés del Campo, Presidente de Fenacore HOW TO ENSURE THAT WATER POLICY DOES NOT “SHIP WATER” Andrés del Campo, President of Fenacore The time has come to execute an appropriate hydrological plan to consolidate Spain’s position as a mature country in terms of water infrastructure and one prepared to address climate change. Ha llegado la hora de ejecutar una planificación hidrológica adecuada que consolide a España como un país maduro hidráulicamente y preparado para el cambio climático

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