Gestión y tratamiento de residuos | Waste Management & Treatment FuturEnviro | Julio July 2019 www.futurenviro.es 53 En este replanteamiento es prioritario crear un sistema económico circular en el que los residuos dejen de ser vistos como un problema y sean tratados como un recurso valioso que permita evitar la sobreexplotación de materias primas, proteger el medio ambiente y nuestra salud y crear empleo de calidad. En definitiva, convertirlos en un instrumento más para contribuir a los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, una labor aún más urgente en el caso de los residuos electrónicos, si tenemos en cuenta que este flujo de residuos crece tres veces más que el resto. Y es que al igual que sucede con las habituales comida o moda rápida, la tecnología ha alcanzado unos índices de consumo y sustitución elevadísimos. Por poner un ejemplo, se estima que el año que viene el número de dispositivos conectados a Internet alcance como mínimo la friolera de 25 mil millones. Una circunstancia a la que contribuye notablemente el grado de madurez de la producción tecnológica de los países asiáticos a unos precios cada vez más asequibles. Pero, como suele decirse, que los árboles no nos impidan ver el bosque. Me refiero a que esta cantidad de dispositivos, que triplica la población mundial, traerá consigo oportunidades de desarrollo socioeconómico, de eso no cabe duda, pero también un importante impacto en el medio ambiente. Así, por poner otro ejemplo, según el informe ‘A New Circular Vision for Electronics – Time for a Global Reboot’, presentado en Davos el pasado enero por la ONU, el World Economic Forum, y el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), en 2040 las emisiones de la producción y el uso de aparatos electrónicos supondrá el 14% de las emisiones totales. Esto es la mitad del total emitido por el sector del transporte mundial hoy en día. Además, a éste habremos de sumar también el impacto ambiental producido por la falta de tratamiento adecuado o la gestión irregular de estos aparatos una vez desechados. Y es que las tasas de reciclaje de este tipo de residuos a nivel mundial son aún muy bajas. Según el Observador Mundial de los Residuos Electrónicos 2017 de la Universidad de Naciones Unidas (UNU), cada año se producen cerca de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos y sólo el 20% se recicla. El 80% restante es desechado en vertederos, incinerados o comercializados y tratados ilegalmente. Incluso en la Unión Europea, que lidera el reciclaje mundial de desechos electrónicos, sólo el 35% es gestionado apropiadamente. Un problema que se agrava si tenemos en cuenta que el volumen de estos residuos podría superar los 120 millones de toneladas en 2050. Por tanto, ante este panorama, surgen dos cuestiones evidentes: ¿En qué consiste la extraordinaria oportunidad de desarrollo socioeconómico sostenible que representan los residuos electrónicos? y ¿qué necesitamos para exprimirla al máximo? A priority within this rethinking process is to create a circular economy in which waste ceases to be considered a problem and is treated as a valuable resource that enables the prevention of overexploitation of resources, protection of the environment and our health, and the creation of quality employment. Ultimately, the goal is to convert waste into another instrument that contributes to achieving the UN 2030 Agenda Sustainable Development Goals. The task is even more urgent in the case of electronic waste, bearing in mind that this stream is growing three times faster than other waste streams. Like fast food and fast fashion, there are now extremely high rates of consumption and replacement of technology. For instance, it is estimated that next year, there will be a minimum of 25 billion devices connected to the internet; a staggering figure. A major contribution to this scenario is the degree of maturity of technological production in Asian countries, at increasingly affordable prices. But, in allusion to the old saying, let us not allow the trees to prevent us from seeing the wood. I am referring to the fact that this number of devices, triple that of the world population, will bring with it opportunities for socioeconomic development. There is no doubt about that but it will also have an important impact on the environment. To give another example, according to the report entitled ‘A New Circular Vision for Electronics – Time for a Global Reboot’, presented in Davos last January by the UN, theWorld Economic Forum and theWorld Business Council for Sustainable Development (WBCSD), emissions associated with the production and use of electronic equipment will account for 14% of total global emissions by 2040. That is half the current emissions of the world transport sector. Added to this is the environmental impact caused by the lack of adequate treatment or irregular management of this equipment at the end of its service life. And the fact is that recycling rates for this type of waste worldwide are still very low. According to the United Nations University (UNU) Global E-waste Monitor 2017, around 50 million tonnes of electronic waste is produced every year and only 20% is recycled. The remaining 80% is landfilled, incinerated or illegally commercialised and treated. Even in the European Union, which leads global recycling of electronic waste, only 35% of this waste is managed appropriately. And the problem is even more serious if we bear in mind that the quantity of e-waste could exceed 120 million tonnes by 2050. Two obvious questions arise, given this scenario. Of what does the extraordinary opportunity for CONVERTIR UN PROBLEMA EN UNA OPORTUNIDAD Es evidente que los dispositivos electrónicos ofrecen todo un universo de oportunidades de desarrollo en prácticamente todos los ámbitos sociales. Sin embargo, y aunque afortunadamente ya empieza a haber voces que así lo reclaman, este nuevo entorno que está creando la tecnología exige también una reconsideración de nuestro actual sistema productivo y de nuestros modelos de consumo, en los que el reciclaje y la conciencia medioambiental deben ser un punto clave. CONVERTING A PROBLEM INTO AN OPPORTUNITY It is evident that electronic devices offer a universe of development opportunities in practically all areas of society. Nevertheless, and despite the fact that there are now voices arguing along these lines, this new environment being created by technology also demands a rethinking of our current production system and our consumption models, in which recycling and environmental awareness must play a key role.
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