A fondo | In depth FuturEnviro | Julio July 2019 www.futurenviro.es 34 y reducir el desperdicio alimentario al 50% (2050), así como que los residuos municipales que terminen en vertederos sea el 10% (2035). El pasado mes de marzo, la Comisión anunció un nuevo plan de acción para la economía circular para continuar en esta línea. Un nuevo modelo que cree bienestar y ocupación, y respete el medio ambiente es posible. La economía circular es una herramienta imprescindible para luchar contra el cambio climático y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Este paquete legislativo se acompaña con nuevas medidas para eliminar los plásticos de un solo uso. En el Parlamento Europeo, hemos aprobado prohibir, a partir de 2021, la comercialización de productos de plástico de un solo uso (platos, cubiertos y bastoncillos de algodón) y prohibir los productos fabricados con materiales oxodegradables (que no acaban de degradarse al aire libre y se convierten en microplásticos). La Comisión Europea también ha planteado la creación de un impuesto europeo sobre el plástico. De momento, ha quedado en una propuesta, pero es importante concienciarnos que quién contamine, deberá pagar. Asimismo, debemos plantear que, quién actúe de forma sostenible, pueda tener beneficios fiscales. No debemos situar esta responsabilidad solo en el consumidor final, sino repartirla en toda la cadena de valor del producto, para que también la industria tenga incentivos para modificar el uso de los plásticos. Es en este punto que debemos destacar el impulso europeo por el ecodiseño. El 80% de los daños ambientales y el 90% de los costes que debe asumir el fabricante se generan endiseñar los productos. Por ello, debemos conseguir que todos los diseños sean sostenibles. Lamentablemente, la Comisión Europea no tiene intención de modificar la directiva de ecodiseño vigente desde 2009. Es necesaria la adaptación de dicha directiva a los cambios tecnológicos y los objetivos de eficiencia de materiales y reducción de residuos. Uno de los aspectos más graves de la actual legislación es la falta de inclusión de los teléfonos móviles. Debemos seguir exigiendo una nueva una política europea que apueste por el diseño ecológico y el etiquetaje. Así lo hemos expresado desde el Parlamento Europeo con un informe de iniciativa con el objetivo de combatir mejor la obsolescencia programada, ahorrar daños medioambientales y disminuir los costes de fabricación. Por otra parte, el Parlamento Europeo ha aprobado una propuesta de ley para reducir las emisiones de dióxido de carbono de los nuevos turismos un 40% para 2030 en relación a 2020. El texto señala que las compañías estarán obligadas a garantizar que los vehículos menos contaminantes -los eléctricos y aquellos que emiten menos de 50g de CO2 por kilómetro- supongan un 35% de los coches y furgonetas nuevos en 2030 (un 20% en 2025). Como miembro de la Eurocámara, manifesté con mi voto contrario la irresponsabilidad que podía suponer esta propuesta porque, de acuerdo con los informes de la Comisión Europea, si mantenemos estos objetivos de reducción, supondrá la destrucción de 12.000 puestos de trabajo en el sector de la automoción. The reformed Directives set targets of 65% for recycling (2035), 70% for recycling of packaging (2030), reducing food waste by 50% (2050), and reducing the landfilling of municipal waste to 10% (2035). Last March, the Commission announced a new circular economy action plan in order to continue along these lines. A new eco-friendly model that creates wellbeing and jobs is possible. The circular economy is an essential tool in the fight against climate change and in order to achieve the Paris Agreement targets. This legislative package is accompanied by new measures to eliminate single-use plastics. In the European Parliament, we have banned the sale of single-use plastic products (plates, cutlery and cotton swabs) from 2021.We have also prohibited products made of oxo-degradable materials (which do not degrade in the open air and turn into micro-plastics). The European Commission has also considered the creation of a European tax on plastic. For the moment, it is simply a proposal but it is important to become aware of the fact that those who pollute must pay. Similarly, we should consider the possibility of enabling those who act in a sustainable manner to benefit from tax breaks. This responsibility should not only lie with the end user. It should be distributed throughout the entire value chain of the product, so that industry has incentives tomodify the use of plastics. On this point, we must highlight European promotion of ecodesign. 80% of environmental harm and 90% of the costs that must be borne by producers are generated in the design of products. Therefore, we must achieve sustainable designs. Unfortunately, the European Commission does not intend to reform the ecodesign Directive, which has been in force since 2009. This Directive requires adaptation to technological changes, and to resource efficiency and waste reduction targets. Amongst the most serious aspects of the current legislation is that mobile phones are not included.We must continue to demand a new European policy that is committed to ecological design and labelling.We at the European Parliament have expressed this conviction in the form of an initiative report which seeks to combat planned obsolescence better, reduce environmental damage and reduce production costs. The European Parliament has passed a Draft Bill to reduce carbon dioxide emissions from passenger cars by 40% by 2030, with respect to 2020 emissions. The text obliges companies to ensure that less contaminating vehicles -electric vehicles and those with emissions of less than 50g of CO2 per kilometre- account for 35% of new cars and vans by 2030 (20% by 2025). As an MEP, in voting against this, I highlighted the irresponsibility of this proposal because, according to European Commission reports, implementing these reduction targets would mean the loss of 12,000 jobs in the automotive sector. When we speak of ambition in proposals, we should not forget that they must also be realistic, affordable and achievable. Otherwise, we will be fooling ourselves because, either we will not be able to achieve these objectives or we will destroy jobs. For this reason, we are confident that, in the negotiation between Parliament and the Council, the target for emissions reductions from new cars will be decreased from 40% to 35%. Because this is the most efficient option according to Commission reports, weighing up the social and environmental costs and benefits. Moreover, the technological neutrality of the administration is vital. Our work as legislators does not involve acting as engineers, but rather to set objectives and give engineers the
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