Moda sostenible | Sustainable fashion FuturEnviro | Mayo May 2019 www.futurenviro.es 87 Desde el año 2000 ha habido un gran cambio en la manera en la que producimos y consumimos nuestras prendas de ropa. La moda es hoy en día la 2º industria más contaminante del planeta y se calcula que el 20% de las aguas residuales provienen de los procesos de la industria textil, así como el 10% del CO2 que se emite a la atmosfera. Me gustaría daros la buena noticia de que al menos todos estos textiles están pensados desde un modelo de “Economía Circular”, generando el mínimo residuo en su fabricación, con una vida útil duradera y facilitando su reutilización o reciclaje posterior… pero la realidad es bien diferente: el 85% de los textiles acaban en vertederos o incineración. Esto se debe a la moda rápida o fast fashion, un modelo de producción en el que cada pocas semanas se lanza al mercado una nueva colección de bajo coste (para el productor y para el comprador). Normalmente se trata de prendas de poco valor: tejidos de baja calidad y trabajadores con baja calidad de vida. Además, algunas de las empresas que producen de esta manera descartan hasta el 50% de las prendas confeccionadas porque no alcanzan sus estándares de calidad, las cuales acaban incineradas o en un vertedero. Por suerte existe una alternativa a este modelo de diseño, producción y consumo: la denominada moda sostenible o slow fashion. Este modelo busca crear colecciones con un coste real. Prendas de alta calidad elaboradas a partir de tejidos y procesos sostenibles y facilitando a los trabajadores de la industria un modo de vida digno. Además, mediante el cultivo de las materias primas no se prima tanto el precio sino el poder mantener el ecosistema sano durante más tiempo. Por esta razón, me gusta pensar en la moda sostenible como un eje fundamental dentro de la Economía Circular, un modelo que busca un residuo mínimo y un impacto positivo máximo en el planeta (o impacto negativo mínimo, según como se mire). La moda sostenible busca que en cada uno de sus procesos productivos, desde la materia prima hasta la venta y recuperación del material utilizado, se tenga en cuenta el impacto medioambiental que se está teniendo. Como comentaba la Profesora Rebecca Earley, Co-Drirectora del Centre for Circular Design, la clave de juntar los avances científicos con los expertos de la industria se puede resumir en 4 puntos: • El diseño Circular de modelos textiles. • La obtención de Recursos Circulares. • Los flujos de materiales. • Los sistemas circulares. Los cuales incluyen la creación de nuevos modelos económicos, medioambientales y sociales que enriquezcan el entorno, tomando los mejores avances y las tradiciones, para fusionarlas y crear valor. Claro que a nivel usuario esto está muy lejos de nuestra realidad. ¿Cómo podemos aportar nosotros en un modelo que depende tanto de la industria? La respuesta es clara: apoyando iniciativas que Since the year 2000, there has been a great change in the way we produce and consume our garments. Fashion is currently the planet’s 2nd most polluting industry and it is estimated that 20% of wastewater and 10% of CO2 emissions come from textile industry processes. I would like to be able to give you the good news that at least all those textiles are conceived within a circular economy model to generate the least waste in manufacture, to have a long life and to facilitate subsequent reuse or recycling… but the reality is quite different. 85% of textiles end up in landfills or incinerators. This is the result of fast fashion, a production model in which every few weeks a new low-cost (for the producer and the consumer) collection is launched. Normally, these garments are of little value; made of low-quality fabrics by workers with a low quality of life. Moreover, some companies that produce in this way discard up to 50% of the garments made because they fail to meet quality standards and these garments end up in incinerators or landfills. Fortunately, there is an alternative to this model of design, production and consumption and it is called sustainable or slow fashion. This model seeks to create collections of real value. High quality garments created using sustainable fabrics and sustainable processes, whilst enabling workers to have a dignified way of life. Moreover, through the cultivation of raw materials, the emphasis is less on price than on the capacity to keep the ecosystem healtyh for longer. For this reason, I like to think of sustainable fashion as a central pillar of the circular economy, a model that seeks minimum waste and a positive impact on the planet (or a minimal negative impact, depending on how you look at it). In each of its production processes, from the raw material to the sale and recovery of the material used, slow fashion seeks to take account of the environmental impact. As Professor Rebecca Earley, CoDirector of the Centre for Circular Design, points out, the key to bringing scientific breakthroughs and industry experts together can be summarised in 4 points: • Circular design of textile models • Obtaining circular resources • Material flows • Circular systems These points involve the creation of new economic, environmental and social models that enrich the environment, taking the best technological advances and marrying them to traditional techniques to create value. Obviously, at user level, this is a long way from the real situation. How can we contribute in a model that depends so much on the industry? The answer is clear. By supporting incipient initiatives that are beginning to get underway or initiatives that LA MODA SOSTENIBLE SIENTA MEJOR Qué es la moda sostenible de lo que todo el mundo habla y por qué no es una tendencia sino una realidad que viene para quedarse como parte de nuestro consumo. SUSTAINABLE FASHION LOOKS BETTER What is the sustainable fashion of which everyone is speaking and why is it not simply a trend but a reality here to stay as part of the way we consume?
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