Gestión y tratamiento de residuos | Waste Management & Treatment FuturEnviro | Mayo May 2019 www.futurenviro.es 76 que les permitirá identificarse en los contenedores– y unas bolsas de basura con el logo de PlastiCircle. Una vez en casa, los participantes pueden reciclar sus residuos plásticos en dichas bolsas y depositar latas de conservas, bricks, bandejas y cajas de corcho blanco, envases de lácteos, botellas, botes de productos de limpieza… Y recordar que residuos como juguetes, aerosoles, guantes de goma o cajas de fruta no van en esa bolsa. Una vez llena, pueden llevar la bolsa a unos de los 25 contenedores inteligentes que PlastiCircle ha distribuido por el barrio. Estos contenedores son, en realidad, los contenedores amarillos tradicionales a los que se les ha agregado un dispositivo inteligente en el lateral que permite la interacción por parte de los usuarios. Cuando los participantes de la campaña Supermarcelina llegan al contenedor, tienen que acercar su tarjeta NFC y esperar a que salga una etiqueta que podrán pegar en su bolsa de residuos plásticos, para entonces tirarla al contenedor. Esta etiqueta sirve para identificar al usuario, puesto que, en base a su participación y actividades, los registrados en esta iniciativa van sumando ecopuntos que luego podrán canjear por premios. Así, en lugar de un sistema de penalización, PlastiCircle ha elegido un sistema de retribución para aquellos ciudadanos que decidan separar el plástico y hacerlo bien. Los ecopuntos se pueden ganar tirando, al menos, una bolsa por semana; haciendo una separación de calidad de los residuos (la empresa de recogida analizará el contenido de las bolsas para asegurarse de que los productos que se meten en la bolsa son los correctos); participando en campañas por las redes sociales; respondiendo a cuestionarios para conocer en detalle la percepción de la ciudadanía sobre la separación y el reciclaje de plásticos, y asistiendo a los talleres prácticos de la campaña. Entre los premios, mochilas fabricadas con plástico reciclado, pases para actividades culturales y deportivas en la ciudad, y tres patinetes eléctricos. El proyecto está teniendo una gran acogida entre el vecindario. “Por las características del barrio (es periférico y está bien delimitado, enclavado sobre la huerta), Sant Marcel·lí ha sido conejillo de indias de varias iniciativas. Además, somos muy participativos”, explica Salvador González, presidente de la A.V.V. de Sant Marcel·lí.“En el barrio, había quien reciclaba más y quien reciclaba menos. Pero, sobre todo, este proyecto nos está ayudando a tomar conciencia de qué productos van en el contenedor amarillo y, de este modo, podemos reciclar mejor”. La infraestructura técnica Además de los 25 dispositivos inteligentes que se han colocado en los contenedores amarillos, también se han instalado sensores de niveles de llenado que permiten saber cuándo se debería pasar a vaciar un contenedor. Estos sensores envían información cada seis horas y, mientras tanto, tienen un consumo de energía muy bajo, lo que permite que la batería dure alrededor de cuatro años. Tanto estos sensores como los dispositivos inteligentes mandan los datos a través del sistema de comunicación LoRa. Para ello, se han instalado cuatro nodos en el barrio de Sant Marcel·lí. Mejoras en el transporte PlastiCircle también está optimizando el transporte de los residuos plásticos de las ciudades a la planta de clasificación. Gracias a la información recibida por parte de los sensores de niveles de llenado, solo se recogerán los contenedores una vez estos estén llenos. use their NFC card and the container issues a label which can be adhered to the bag of plastic waste before it is deposited in the container. This label identifies users, who, in accordance with their degree of participation and activity, receive eco-points, which can later be exchanged for prizes. Thus, rather than a system of penalisation, PlastiCircle has opted for a reward system for citizens who separate plastic waste correctly. Eco-points can be won by depositing at least one bag per week; undertaking quality waste separation (the waste collection company will analyse the bags to ensure that the contents are correct); participating in social media campaigns; responding to questionnaires that seek to obtain detailed information on citizen perception of plastic separation and recycling; and attending the practical workshops that form part of the campaign. Prizes include backpacks made of recycled plastic, tickets for cultural and sporting events in the city, and three electric scooters. The project has been warmly received by residents. “Due to the characteristics of the district (on the outskirts with well-defined boundaries and located above the orchards), Sant Marcel·lí has been the guinea pig for a number of initiatives.What’s more, we are very participative”, points out Salvador González, President of the Sant Marcel·lí Residents Association. “There were those who recycled more and those who recycled less in the district. But this project is, above all, helping us to become aware of which products go in the yellow container, thus enabling us to achieve better recycling”. Technical infrastructure In addition to the 25 smart devices, the yellow containers have also been fitted with fill-level sensors to provide information on when containers need to be emptied. These sensors transmit information every six hours and have very low energy consumption when not transmitting data, which enables a battery life of around four years. Both the sensors and the smart devices transmit data through the LoRa communication system and four nodes have been installed in the district of Sant Marcel·lí for this purpose. Enhanced transportation PlastiCircle is also optimising plastic waste transport from the cities to the sorting plant. Thanks to the information received
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