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dad de este mercado, dado que la mayoría de las pilas comercializadas en Europa tiene una vida útil superior a tres años, según concluye un estudio realizado a partir del seguimiento de 154.000 pilas. Según este análisis, la edad media de una batería es de 5,2 años en el mercado comunitario y 4,9 en nuestro país. Por ello, la patronal ha solicitado a la Comisión Europea establecer un nuevo criterio de cálculo basado en la cantidad de baterías comercializadas, en lugar de en las desechadas, tal y como establece actualmente la Directiva. Según se calcula en la actualidad, el objetivo sólo es adecuado, según Eucobat, para aquellas baterías cuyos volúmenes comercializados son estables a largo plazo. Es el caso de las pilas alcalinas y de zinc-carbono, cuyo peso ha disminuido tan sólo un 10% entre 2001 y 2015, en oposición al de las baterías de litio recargables, que se ha multiplicado por 16 en el mismo periodo. Sólo en el primer caso, el actual objetivo europeo tendría validez, dada la similitud entre la media comercializada durante los últimos tres años y la cantidad de baterías al final de su vida útil, con una desviación máxima del 13%. El cambio de criterio se justifica, según la patronal, en el aumento del periodo de caducidad de la gran mayoría de tipos de pilas, que supera los siete años de media. Asimismo, señala la dificultad de encontrar cierto tipo de pilas en el flujo de residuos, especialmente las recargables, que suelen desecharse junto con el aparato electrónico en el que están instaladas -pensemos, por ejemplo, en ordenadores portátiles o teléfonos móviles- y que registran un bajo índice de recogida. De hecho, según Eucobat, las baterías puestas en el mercado integradas en un aparato representan entre el 20% y el 35% de las comercializadas, mientras que sólo suponen entre el 4% y el 13% de las recogidas. Una situación que se extenderá a una mayor variedad de aparatos electrónicos en el futuro, por ejemplo, con el aumento de las ventas de vehículos, bicicletas y patinetes eléctricos, así como drones o soluciones IoT. En definitiva, el panorama que ahora se vislumbra no es más que la punta de un iceberg en el que, afortunadamente, ya trabajamos las industrias española y europea de pilas, en una buena muestra de nuestro compromiso con el cierre del ciclo vital de los residuos actuales y futuros. Union, which is calculated based on the average quantity of batteries placed on the market in the preceding three years. Therefore, since 2016, manufacturers -and by extension, collective systems such as Ecopilas, which act as umbrella organisations- must annually recycle 45% of the batteries placed on the market in the preceding three years. Eucobat regards this target as incoherent with the reality of this market, because the majority of batteries sold in Europe have a service life of more than three years, according to a study which monitored 154,000 batteries. This study concluded that the average life of a battery is 5.2 years in the EU as a whole and 4.9 years in Spain. For this reason, Eucobat has requested the European Commission to establish a new calculation system based on the quantity of batteries placed on the market rather than on the quantity disposed of, as set out in the current Directive. According to Eucobat, with the current calculation method, the target is only appropriate for batteries with stable, long-term sales volumes, such as alkaline and zinc carbon batteries, the weight of which only decreased by 10% between 2001 and 2015. In contrast, the weight of rechargeable lithium batteries was 16 times higher in 2015 than in 2001. The current European target would only be valid in the case of the former types of batteries, due to the similarity between the average placed on the market in the preceding three years and the quantity of end-of-life batteries generated, with a maximum deviation of 13%. According to Eucobat, the change of criteria is justified by the increase in the service life of the vast majority of battery types, which have average lives of over seven years. The Association has also highlighted the difficulty of certain types of batteries entering waste streams, particularly rechargeable batteries, which tend to be disposed of along with the electronic equipment in which they are installed -think, for example, of laptop computers and mobile phones- meaning that collection rates are low. In fact, according to Eucobat, batteries integrated into a piece of equipment account for between 20% and 30% of batteries placed on the market, while they only account for between 4% and 13% of those collected. This situation will extend to a wider variety of electronic equipment in the future, as a result of the growing sales of electric vehicles, bicycles and scooters, as well as drones and IoT solutions. Ultimately, the scenario emerging now is but the tip of the iceberg but, fortunately, the Spanish and European battery industries are already working on the issue, in a clear demonstration of our commitment to closing the lifecycle loop of current and future waste. José Pérez Presidente de Ecopilas President of Ecopilas Gestión y tratamiento de residuos | Waste Management & Treatment FuturEnviro | Mayo May 2019 www.futurenviro.es 21

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