Sin duda dos de los grandes desafíos de la humanidad son el cambio climático y la desigualdad femenina. El cambio climático amenaza con cambiarlo todo. Nos intimida con alterar nuestras vidas completamente,pero afecta enmayormedida a las mujeres, especialmente a las que viven en sociedades más vulnerables. Lasmujeres son lasmás vulnerables de los territorios y sociedadesmás vulnerables. Así, en los 25 países del África subsahariana, las mujeres están dedicando 16 millones de horas al día a recoger agua, mientras que los hombres dedican una tercera parte de ese tiempo. La sequía acarrea hambrunas y ese hambre afectamuchomás a lasmujeres porque cuando la comida escasea las últimas que comen son ellas. La escasez del agua está derivando en un incremento de infecciones porque la realidad es que el último uso que se le da al agua es para la higiene femenina. El cambio climático y sus efectos en forma de sequía están produciendo en las mujeres hambre, problemas sanitarios, problemas sociales y dependencia. Pero no hay que pensar que el cambio climático afecta negativamente a la vida de las mujeres únicamente en el mundo subdesarrollado. Sus consecuencias sobre las mujeres europeas también son evidentes. No es necesario mirar al sur, la vulnerabilidad la tenemos en nuestras casas. Así, en la ola de calor de 2003 en Francia, el 65% de las personas fallecidas eran mujeres. El 30% de la pobreza energética en España corresponde a hogares habitados por mujeres solas con hijos a su cargo. Todos los desafíos medioambientales están afectando más a las mujeres. Respecto a la desigualdad femenina, los datos demuestran que las mujeres no estamos en los foros en que se toman decisiones sobre cambio climático. Así en el último informe del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) solo el 20% del panel de expertos eras mujeres. Pese a que se ha mejorado en los últimos años, en 1990 solo el 2% del panel científico correspondía a mujeres, seguimos sin tomar parte en igualdad en los procesos de intercambio de conocimiento y en los de toma de decisiones que afectan a nuestras vidas. El futuro del planeta, el futuro de la humanidad, se asentará sobre la ecología y el papel de la mujer o no será En todo el empleo que se está generando alrededor de las energías renovables, solo el 32% lo están ocupando mujeres y de ese porcentaje la mitad corresponde a trabajo de carácter administrativo. Las mujeres tenemos un enorme reto por delante porque se está poniendo en marcha una transición ecológica, económica y energética donde el trabajo femenino vuelve a quedar en un segundo plano. Tenemos que evitar que pueda quedar invisibilizado. El futuro del planeta, el futuro de la humanidad, se asentará sobre la ecología y el papel de la mujer o no será. Climate change and gender inequality are undoubtedly two of the greatest challenges facing humanity The demonstrations of March 8 arose from the indignation of all women. Their demands are the fruits of a desire to achieve a more sustainable, more just and, of course, a much more inclusive society. It is clear that environmental protection and the fight against climate change must take account of the gender perspective. Climate change and gender inequality are undoubtedly two of the greatest challenges facing humanity. Climate change threatens to change everything. It threatens to change our lives completely and affects women to a greater extent, especially those living in more vulnerable societies. Women are the most vulnerable members of vulnerable societies and regions. In the 25 countries of Sub-Saharan Africa, women spend 16 million hours per day on collecting water, while men only devote a third of this time to the task. Drought leads to famine and this affects women far more because when food is scarce, they are the last to eat. Water scarcity is leading to an increase in infections because the hard fact is that female hygiene is the last thing for which water is used. Climate change, and its effects in the form of drought, is resulting in hunger, sanitary problems, social problems and dependency problems for women. But it would be a mistake to think that climate change only has adverse effects on the lives of women in developing countries. The effects on European women are also evident. We do not have to look south. The vulnerability is to be found in our own homes. 65% of those who died in the French heatwave of 2003 were women. 30% of energy poverty in Spain corresponds to homes occupied by single women with children. All of the environmental challenges are affecting women more. With respect to gender inequality, the figures show that women are not represented in the forums where decisions on climate change are taken. In the most recent IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) report, only 20% of the panel of experts were women. Although the situation has improved in recent years (in 1990, only 2% of the scientific panel were women), we continue to be in a situation in which we do not participate on equal terms in the knowledge exchange and decision-making processes that affect our lives. The future of the planet, the future of humanity, depends on the environment and the role of women, or there will be no future. Only 32% of all the jobs created through renewable energy are occupied by women, and half of these jobs are of an administrative nature. We women are facing an enormous challenge, because an ecological, economic and energy transition is taking place in which the work of women is once again in the background.We must prevent this work from becoming invisible. The future of the planet, the future of humanity, depends on the environment and the role of women, or there will be no future. Mujeres y Medio Ambiente | Women & Environment FuturEnviro | Mayo May 2019 www.futurenviro.es 15
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