FO57 - FuturEnviro

A fondo: Análisis 2018 | In depth: Analysis of 2018 FuturEnviro | Febrero February 2018 www.futurenviro.es 36 realizado para diferentes productos cuyo impacto en la huella hídrica representa un peso considerable dado que la mayor parte de su huella se debe a la producción de pienso, contribuyendo en un 94% al resultado total. De esta forma, las mayores oportunidades de reducción de la huella hídrica se presentan en el origen de la materia prima agrícola. Así pues, al contabilizarse la huella hídrica de todo el ciclo de vida del animal (desde su alimentación hasta su final de vida), las dietas basadas en productos cárnicos conllevan una huella hídrica mayor que en dietas más vegetarianas. En esta línea y tal como apunta el estudio “Water consumption related to different diets in Mediterranean cities” dirigido por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (Joint Research Center) en 2016, una dieta mediterránea vegetariana reduciría la huella hídrica hasta un 50%. Por ello, dietas mediterráneas contempladas en una alimentación que contemplan productos cárnicos podría reducir la huella hídrica entre un 19-43%, si es más basada en más pescado y verduras, podría reducirse entre el 28-52%, mientras que una dieta vegetariana, conllevaría disminuciones de entre el 30% y el 53% del uso de los recursos hídricos. Escasez de agua y desperdicio de alimentos El desperdicio de alimentos representa una oportunidad desaprovechada para alimentar a una población mundial cuyo número va en aumento. Desperdiciar comida no sólo porque conduce a una menor disponibilidad de alimentos para todos, sino que lleva consigo grandes pérdidas de recursos naturales, entre ellos la pérdida de agua dulce, un recurso que, como bien sabemos, es escaso. De acuerdo con los datos del MAPAMA, cada año se derrochan en España más de 7,7 toneladas de alimentos, lo que nos sitúa como el séptimo país más derrochador de la Unión Europea. Sólo por el desperdicio alimentario en los hogares españoles se desaprovechan 131 litros por persona y día. Esta cantidad de agua podría llenar una bañera de grandes dimensiones y es aproximadamente el mismo volumen de agua que consume una persona al día en el uso doméstico (ducharse, lavar los platos, etc). Pero la problemática del desperdicio de alimentos tiene un alcance global: un tercio de la producción mundial de alimentos se despilfarra sin que se haya consumido según los datos que ofrece la FAO en su informe Food wastage footprint – Impacts on natural resources. Esta cifra supone un desperdicio de cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos al año. El desperdicio de alimentos deja huella. Cada año, un tercio de la producción mundial de alimentos se pierde o se desperdicia antes de su consumo. El desperdicio de alimentos deja huella. El impacto ambiental de este despilfarro ya ha alcanzado unos límites insostenibles si atendemos al uso que los alimentos desperdiciados hacen de los recursos naturales y del medio ambiente. El desperdicio de alimentos repercute significativamente en el cambio climáticomundial, pues según informa la FAO, es responsable del 8% de las emisiones GEI. Por otro lado, casi el 30% de la tierra agrícola del planeta se utiliza para la producción de alimentos que nunca serán consumidos. En términos de consumo de agua, el estudio de la FAO alerta de que la pérdida y desperdicio de alimentos consume hasta un 21% del agua dulce en el mundo. products”. The study was carried out on different products whose impact on the water footprint carries considerable weight due to the fact that most of the footprint corresponds to the production of animal feed, which accounts for 94% of the total water footprint. Thus, the greatest opportunities for reducing water footprint are to be found in the source of the agricultural raw material. Because water footprint is calculated based on the entire lifecycle of the animal (from feeding through to the end of their lives), diets based on meat products have a higher water footprint than diets based more on vegetables. Therefore, and as concluded in the study “Water consumption related to different diets in Mediterranean cities” coordinated by the Joint Research Center of the European Commission in 2016, a vegetarian Mediterranean diet would reduce water footprint by up to 50%. Mediterranean diets that include meat products could reduce water footprint by between 19 and 43%. If the diet is based more on fish and vegetables, the water footprint could be reduced by between 28 and 52%, while a fully vegetarian diet would bring associated reductions of between 30% and 53% in the use of water resources. Water scarcity and food waste Food waste represents a missed opportunity in terms of feeding a growing world population. This is because wasting food not only leads to a reduction in the availability of food for everyone, but it also means great losses of natural resources, including freshwater, which as we are well aware, is a scarce resource. According to Spanish Ministry of Agriculture figures, over 7.7 million tonnes of food is wasted in Spain every year, making us the seventh most wasteful country in the European Union. Food waste alone in Spanish homes means that 131 litres of water per person per day is lost. This quantity of water could fill a large bathtub and is approximately the same volume of water consumed by a person each day for domestic use (showering, washing dishes, etc.). But the problem of food waste has a global dimension. A third of worldwide food production is lost or wasted prior to consumption, according to figures provided by the FAO in its report Food wastage footprint – Impacts on natural resources. This figure is equivalent to the loss of almost 13 billion tonnes of food per annum. Food waste leaves its mark. Every year, a third of worldwide food production is lost or wasted prior to consumption. Food waste leaves its mark. The environmental impact of this wastage has now reached unsustainable limits if we bear in mind the use that the wasted food makes of natural resources and the environment. Food waste has significant effects on global climate change. According to the FAO, it accounts for 8% of GHG emissions. Moreover, almost 30% of agricultural land on the planet is used for the production of food that is never consumed. In terms of water consumption, the FAO study warns that food loss and wastage consumes up to 21% of freshwater worldwide.

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