aspectos. Todo ello, unido a que toda ley ha de ser pulida durante su práctica, nos permite aventurar una buena dosis de trabajo para el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, la Junta Consultiva de Contratación Administrativa y órganos autonómicos equivalentes y para los tribunales de lo contencioso administrativo. Esperamos que las posibilidades que ofrece se aprovechen por los órganos de contratación para conseguir unos pliegos que hagan imposible la adjudicación a ofertas técnicas mediocres. Se trata de sentar unos criterios subjetivos sensatos en los que prime el valor de la oferta técnica en sentido estricto. Solo una buena ponderación de los criterios económicos y técnicos conseguirá obtener infraestructuras en las que la relación calidad-precio sea excelente y detener la escalada de las bajas en estos tiempos en los que las licitaciones son escasas, que no hacen sino denostar la calidad del servicio público e incluso imposibilitarlo. Recordemos que el objetivo principal y casi único de la inversión pública es proporcionar al ciudadano un servicio de calidad y eficiente, aspectos estos cada vez menos garantizados por las sangrías económicas. El agua desde el punto de vista social continúa siendo una materia controvertida por su precio y su gestión materia controvertida. Fundamentalmente lo son su precio y su gestión. Guste o no, el agua es un bien económico y por tanto tiene un precio, que según la Directiva marco del Agua debe incluir todos los costes incluidos los de primera instalación; cuestión distinta son las ayudas sociales que se puedan implantar para los necesitados. Como cualquier actividad, la gestión del agua la debe hacer el más capacitado, lo que a priori excluye posiciones dogmáticas, por tanto en unos casos serán los poderes públicos en sentido estricto o las empresas públicas y en otros las empresas privadas, sin obviar las mezclas. Para que los ciudadanos acepten sin reservas un precio para el agua, es necesario que se les explique que el agua que utilizan tiene un coste, que en la factura vean especificados con claridad los conceptos por los que pagan y como se emplea el dinero que se recauda, que siempre debe ser finalista, esto es, para invertirlo en mantener y mejorar el servicio y las infraestructuras asociadas. Si el precio es el que resulte en cada caso, la necesaria solidaridad como país nos pide que las diferencias se atenúen, para lo cual es necesario acudir a la institución del regulador único que se ocupe del nivel de los precios y del servicio, de tal modo que todos disfruten de un buen servicio con independencia del lugar en el que residan. Todo esto exige un pacto a escala nacional, el Pacto por el Agua, en el que se debe trabajar con ahínco, sin pensar en un resultado concreto, lo importante es trabajar por él, así que instamos al MITECO y en concreto a su Dirección General del Agua, líder indiscutible en la materia, a que lo retome. El mundo técnico del agua es acogedor, incorpora sin cesar cuantas nuevas técnicas aparecen en el mercado. Ha sabido afrontar con gallardía el paso de lo analógico a lo digital, la nueva revolución industrial, con el ánimo de mejorar los servicios y una clara vocación medioambiental. Dedica recursos y esfuerzos a la práctica de la I+D+i y ello le permite ocupar una posición preminente en el ámbito internacional. make it impossible for contracts to be awarded to technically mediocre bids. It is a question of establishing sensible, subjective criteria in which the emphasis is placed on the technical value of the bid in the strict sense. Only good weighting of economic and technical criteria will enable infrastructures of excellent value to be obtained and put a halt to the escalation of hazardously low bids in these times of few calls for tender. Such poor quality bids only serve to severely reduce the quality of public services and sometimes even make the provision of the service impossible. Let us remember that the main and practically sole objective of public investment is to provide citizens with an efficient, high-quality service, an objective which is increasingly hindered by economic difficulties. From the social point of view, water continues to be a controversial issue due to its price and its management. From the social point of view, water continues to be a controversial issue. Basically, its price and its management are controversial issues.Whether we like it or not, water is an economic good and, therefore, has a price, which according to theWater Framework Directive should cover all the costs, including initial installation costs. Social aid that might be implemented for the needy is a different matter. Like any activity, water should be managed by those most qualified to do so, which, in principle, excludes dogmatic positions. Therefore, in some cases, responsibility for water management will fall to public authorities in the strict sense or publicly owned enterprises, and in other cases, it will fall to private companies, not forgetting mixed companies. In order for citizens to accept a price for water without reservations, it is necessary to explain to them that the water they use has a cost. The water bill should clearly specify the items for which they are paying and how the money paid is used. The money should always be used for a predetermined end, i.e., it should be invested in maintaining and improving the service and associated infrastructures. If the price is what it is in each case, our solidarity as a country requests that differences be mitigated. For this reason, it is necessary to create the institution of a sole regulator of water and this regulator should assume responsibility for setting prices and service standards, in such a way that everybody can enjoy a good service, regardless of where they live. All this requires a pact on a national scale, theWater Pact, which should be worked on with vigour, without thinking in terms of a specific result. The important thing is to work on it and, for this reason, we call on the Ministry for Ecological Transition (MITECO), and specifically on the Directorate General ofWater, the undisputed leader in this matter, to resume work on this pact. The water sector welcomes new technology. It unceasingly incorporates all the new technologies that appear on the market. It has bravely addressed the transition from analogue to digital, the new industrial revolution, with the desire to improve services and with a very evident environmental vocation. The Spanish water sector devotes resources and efforts to R&D&i, enabling it to occupy a preeminent position internationally. A fondo: Análisis 2018 | In depth: Analysis of 2018 FuturEnviro | Febrero February 2018 www.futurenviro.es 25
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