esta fracción: textil, lino y calzado. La realidad a la que nos enfrentamos es que 900.000 toneladas anuales acaban en vertedero, se estima que cada ciudadano se deshace de 14 kg. de ropa al año. Tendemos a pensar que los residuos textiles son camisas, chaquetas o pantalones que donamos o damos a entidades sociales religiosas o mercantiles, pero lo más frecuente en cantidad son ropas que no son susceptibles de rehusar ni donar, coloquialmente hablamos de qué hacer con los “calcetines” como ejemplo genérico de un textil que casi nadie usaría si se lo donaran y suele acaban en condiciones de desgaste intenso. A este tipo de residuo textil es al que hay que darle una solución, es muy fácil gestionar un residuo, como una chaqueta que se puede vender y tiene un beneficio pero más del 90% de los textiles, calzado y lino son el patito feo que nadie quiere y un sistema ha de ser solidario y dar respuesta al conjunto. “Como docente, he aprendido que las personas no nos sentimos motivadas a actuar cuando nos hacen sentir culpables pero sí que damos nuestra mejor versión cuando nos hacen ser parte de la solución a un problema” No hay que ahondar en la culpabilidad pero si identificar el problema y buscar soluciones aunar esfuerzos y saberse parte de la solución. Transformemos el mensaje en positivo y podemos trasformar el resultado. Me ha resultado de lo más motivador, estar en cualquiera de estos tres escenarios y ver que en frente, ya fuera un político o técnico de la administración, un responsable de grandes cadenas o tiendas o alumnos, compañeros, personas cercanas; todos han tenido un común divisor: querer cambiar las cosas. “A nadie se le escapa que los intereses de las empresas/productores suelen ser opuestos a los ambientales. Lo que más me ha llamado la atención son las ganas que tiene el sector textil de trabajar en la solución sabiendose parte de un problema de granes dimensiones” Lejos de lo que pueda parecer me ha sorprendido la cooperación que hay entre entidades que son competencia. Es decir, como ciudadana, me ha alegrado sentarme en la mesa con competidores y ver que han tomado medidas únicamente porque son buenas con el medio ambiente. La innovación que necesita el sector textil es muy intensa y costosa y no debe llevarla a cabo una sola entidad ni quedarse entre las 3 o 4 grandes. Ha de haber un mínimo de medidas, procesos, materiales, técnicas que deban ser un común divisor para todas y por supuesto que habrá otra parte de innovación que la llevaran a cabo algunas marcas que las haga diferentes pero es necesario ese mínimo común divisor por el bien del planeta ya que es sangrante ver el efecto negativo que la gran producción y consumo tan desorbitado están produciendo. “El debate social en cuanto a gestión de residuos no debe eclipsar el debate ambiental” Durante mi participación en el CONAMA 2018- Congreso Nacional de Medio Ambiente- que se celebró en Madrid en noviembre 2018, quedó patente que la relación entre gestores sociales y mercantiles es uno de los puntos de contrastes son los distintos tipos de gestores actuales que hay, conciliar entre ellos, sociales-ONG o mercantiles es fundamental. Hoy en día existen fricciones pero ambos son necesarios y han de tener su cabida. Pero sin olvidar que el debate social no ha de ocultar el debate ambiental que es de escala mundial y al que urge dar una solución. to think of textile waste as the shirts, jackets and trousers we donate to social, religious or commercial organisations, but most clothes are unsuitable for reuse or donation. Colloquially we speak of what to do with “socks”, as a general example of textiles that almost nobody would use if they were donated. Moreover, they are normally in a very worn condition. It is this type of textile for which a solution must be found. It is very easy to manage a jacket that can be sold at a profit. However, over 90% of textiles, especially footwear and linen, can be considered ugly ducklings that nobody wants. Therefore, the management system implemented has to show solidarity and solve the problem of waste textiles as a whole. “As a teacher, i have learnt that people are not motivated to act when we are made to feel guilty but that we put our best foot forward when we are made to feel part of the solution to a problem” We should not delve deeply into the matter of culpability. Instead we should identify the problem, join forces, seek solutions and be aware that we are part of the solution.We should convert the message into a positive one and we can then transform the result. It has been of great motivation to me to be in any of these three scenarios, be it a politician or a technical specialist in the public administration, the head of large chain stores or retail outlets. Whether we are students, classmates, workmates, people close to each other, we all have a common denominator – the wish to change things. “Nobody is unaware of the fact that the interests of companies/producers tend to be opposed to environmental interests.What most strikes me is the desire the textile sector has to work on a solution, in the knowledge that it is part of a problem of enormous dimensions” Far fromwhat might have been expected, I was surprised by the cooperation between competing organisations. In other words, as a citizen, it cheeredme to sit at a table with competitors and see that they have takenmeasures solely because they are eco-friendly. The innovation required by the textile industry is very intensive and costly, and should not be carried out by a single company or be a matter only for the three or four largest enterprises. There has to be a minimumof measures, processes,materials and techniques that form a common denominator for all. There will, of course, be innovation implemented by some brands that will differentiate thembut that minimum common denominator is needed for the good of the planet, given how terrible it is to see the negative effects of large-scale production and exorbitant consumption. “The social debate regarding waste management must not eclipse the environmental debate” One of the things that became clear during my participation at the Spanish National Environment Congress (CONAMA) 2018, held in Madrid in November last, was the fact that there are now many different types of waste managers, and that conciliation between them and social/ commercial organisations/NGOs is vital. There are some points of friction at the moment but all are necessary and all have a role to play. And it should not be forgotten that the social debate must not hide the environmental debate, because the environmental problem is a global one and requires an urgent solution. A fondo: Análisis 2018 | In depth: Analysis of 2018 FuturEnviro | Diciembre 2018-Enero 2019 December 2018-January 2019 www.futurenviro.es 47
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx