FO56 - FuturEnviro

www.futurenviro.es FuturEnviro | Diciembre 2018-Enero 2019 December 2018-January 2019 33 A fondo: Análisis 2018 | In depth: Analysis of 2018 El balance del sector del reciclaje de residuos electrónicos de nuestro país en 2018 está definido por el respaldo institucional a los sistemas colectivos tras 15 años de percepción distorsionada de algunas entidades hacia nuestra labor. Asimismo, la previsible puesta en marcha, en 2019, de la nueva plataforma electrónica y el aumento del control transfronterizo de residuos, permite percibir un cambio de rumbo favorable para defender y afianzar un sector clave para la economía circular. En concreto, en 2018, tanto el gobierno central, a través del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), como diversas administraciones autonómicas, entre ellas la andaluza o la valenciana, han coincidido en señalar a los sistemas colectivos de gestión de residuos electrónicos como pieza nuclear de coordinación de productores, gestores de residuos, instituciones y ciudadanía. Los sistemas colectivo son ya considerados agentes cualificados de la denominada economía circular. El reciclaje electrónico ya es percibido como un sector que ha vivido un alto desarrollo tecnológico, lo que le permite recuperar hasta el 90% de los materiales contenidos en estos residuos, actualmente. Por su parte, los sistemas colectivos, a través de los que productores e importadores cumplen, sin ánimo de lucro, su obligación de organizar y financiar la recogida selectiva y el reciclaje de los aparatos en desuso, son ya considerados agentes cualificados de la denominada economía circular. Ello es debido, no sólo por su capacidad para volver a integrar en el ciclo productivo, como apuntaba anteriormente, un alto volumen de materias primas, sino también, y como consecuencia, por evitar que estos residuos acaben en los grandes vertederos electrónicos incontrolados, tales como los de Ghana o Nigeria. Las cifras que avalan la actividad de estos sistemas son contundentes. Así, el 98% de los productores de aparatos ya opta por el modelo colectivo para cumplir con su obligación con eficacia y garantías y este modelo gestionó en nuestro país 262.000 toneladas de residuos electrónicos en 2017, un 17% más que en 2016. Explicado de una forma más gráfica, evitamos la emisión de las mismas toneladas de CO2 que emiten 107.871 coches circulando durante un año. A ello hemos de añadir la importancia que cobra el reciclaje de residuos electrónicos, ante la urgente necesidad de avanzar hacia un nuevo paradigma económico, que pasa, irremediablemente, por disminuir la explotación de los recursos naturales y por una profunda transformación de las cadenas de producción y los hábitos de consumo. El reciclaje electrónico se plantea como una solución que no podemos dejar escapar, si teneAnalysis of 2018 in the waste electronics recycling sector is defined by the institutional support for the collective management systems, following 15 years in which some bodies had a distorted perception of the work we do. Moreover, the expected implementation in 2019 of the new electronic platform and increased cross-border control of waste enables us to perceive a favourable change of course in terms of defending and consolidating what is a key sector for the circular economy. In 2018, both central government, through the Ministry of Ecological Transition (MITECO), and a number of regional authorities, including those of Andalusia andValencia, pointed to the collective management systems as the cornerstone for the coordination of producers, waste managers, institutions and citizens. Collective management systems are now considered qualified circular economy agents. Electronic recycling is now perceived as a sector that has undergone a high degree of technological development, which currently enables 90% of the materials contained in this waste to be recovered. The non-profit collective management systems, through which producers and importers comply with their obligations to organise and finance selective collection and recycling of end-of-life equipment, are now considered qualified agents of what is called the circular economy. This is due not only to their capacity to reintegrate a high volume of raw materials into the production cycle, but also the fact that, in consequence, they prevent this waste from ending up in large uncontrolled electronic landfills, such as those in Ghana and Nigeria. The figures that vouch for the activity of these systems are conclusive. 98% of producers now opt for the collective model to comply with their obligations efficiently and with guarantees. In 2017, this model managed 262,000 tonnes of electronic waste in Spain, 17% more than in 2016. In more graphic terms, we prevent CO2 emissions equivalent to those that would be produced by 107,871 cars per annum. Added to this is the importance of recycling waste electronics in the context of the urgent need to progress towards a new economic model, a model which unquestionably hinges on reducing the exploitation of natural resources and a profound transformation of production chains and consumption habits. Electronic recycling is an inescapable solution if we bear in mind that the rapid 2018, AIRES DE CAMBIO PARA EL SECTOR DEL RECICLAJE DE RESIDUOS ELECTRÓNICOS José Pérez, consejero delegado de Recyclia 2018, CHANGE OF SCENE FOR THE WASTE ELECTRONICS RECYCLING SECTOR José Pérez, CEO at Recyclia

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