ahora que se inicia una carrera contrarreloj por cumplir con los objetivos de reciclaje fijados desde Bruselas que exigirá nuevas y mayores inversiones. El otro gran despropósito a solucionar cuanto antes es el referido a las exportaciones de materias primas secundarias. El episodio vivido desde el pasado mes de diciembre con la prohibición total de enviar este material a China por cuestiones administrativas no puede volver a repetirse. En juego está no solo la seguridad jurídica de las empresas, elemento indispensable para establecer relaciones comerciales con el exterior, sino también su propia supervivencia económica por las graves pérdidas ocasionadas. Enmedio de una supuesta guerra comercial entre EEUU y China, con claros síntomas de que el gigante asiático busca con medidas medioambientales restringir la importación de determinados residuos, nuestros representantes políticos no pueden ni deben permitir que se vean salpicadas nuestras empresas recuperadoras, que exportan materiales que cumplen sobradamente con los requisitos y estándares internacionales que rige la Organización Mundial del Comercio. Especialmente flagrante resulta este hecho tras la reciente visita del presidente chino a nuestro país. Así, después del anuncio a bombo y platillo de un considerable número de acuerdos comerciales entre España y China, la prohibición supuestamente provisional de exportación de materias primas secundarias decretada por el país asiático no ha sido motivo de una sola línea, imagen o palabra por parte de los grandes medios ni de un solo discurso institucional. ¿Cómo no llevarnos las manos a la cabeza cuando con expresiones rimbombantes nos hablan algunos gurús de la economía, eso sí de dudosa trayectoria empresarial, de las bondades de la internacionalización o de la incidencia de las exportaciones en el PIB en la era de la globalización? Como si de la tercera Ley de Newton se tratara, el principio de acción y reacción, entenderíamos que incluso aún recién comenzado este 2019 a cada propósito tendrá que corresponderle un despropósito si hablamos de la industria del reciclaje. En materia de transformación de residuos en recursos, ningún otro país de nuestro entorno se ha desarrollado de una forma más rápida, sólida y segura. Sin embargo, las perspectivas, afortunadamente, son mucho más halagüeñas para nuestro sector. Basta echar la vista atrás para saber cuánto, cómo y de qué forma exponencial ha avanzado la recuperación y el reciclaje en España hasta convertir las plantas de tratamiento en las auténticas minas del siglo XXI. En esta sociedad de las prisas en que vivimos, permítanme detenerme unas líneas tan solo para recordar que en materia de transformación de residuos en recursos ningún otro país de nuestro entorno se ha desarrollado de una forma más rápida, sólida y segura. Así, hoy en día, por tecnología y capacitación, no tenemos nada que envidiar a las empresas recuperadoras del resto de la Unión Europea. De esta forma, entre nuestros propósitos de 2019 no podría faltar el de reclamar socialmente el lugar y el mérito que les corresponden a los cientos y cientos de empresas recuperadoras, en su mayoría pymes, que con su labor no solo generan riqueza y empleo en nuestro país, sino que contribuyen decisivamente a un desarrollos sostenible. In the midst of a supposed trade war between the USA and China, with clear indications that the latter is using environmental measures in a bid to restrict the importation of certain types of waste, our political representatives cannot and must not allow our recovery companies to be caught in the crossfire. These companies export materials that rigorously comply with the international requirements and standards set by theWorld Trade Organisation. The situation is particularly objectionable in the light of the recent visit of the Chinese president to Spain. Following the announcement, complete with fanfares, of a considerable number of trade agreements between Spain and China, the supposedly provisional ban on the export of secondary raw materials did not merit a single line, image or word in the mainstreammedia. Nor was it the subject of any institutional debate. How are we expected not to be stunned when economic gurus, some with very doubtful professional track records, speak with glossy enthusiasm of the benefits of internationalisation or the influence of exports on GDP in the era of globalisation? Like Newton’s third law, whereby for every action there is a reaction, it would appear that although 2019 has only just begun, every objective will have a corresponding absurd obstacle in the recycling industry. Fortunately, however, the prospects for our sector are much more promising than that.We only have to look back a little in time to see by how much and in what way recovery and recycling has advanced in Spain, to a point where treatment plants have become the true mines of the 21st century. In the field of transformation of waste into resources, no other country in our region has developed more quickly, more solidly and more surely. In this society of impatient haste in which we live, allow me to devote a few lines to remind us of the fact that, in the field of transformation of waste into resources, no other country in our region has developed more quickly, more solidly and more surely than Spain. for this reason, in terms of technology and training, we have no reason to envy recovery companies in the rest of the European Union. Therefore, our objectives for 2019 must of force include a claim for the social recognition of the place and merit that corresponds to the hundreds and hundreds of recovery companies in our country. These companies, the majority of which are SMEs, not only create jobs and wealth through their work, but they also contribute decisively to sustainable development. A fondo: Análisis 2018 | In depth: Analysis of 2018 FuturEnviro | Diciembre 2018-Enero 2019 December 2018-January 2019 www.futurenviro.es 29
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