69 TECNOLOGÍA/ACTUALIDAD Celdas de electrometanogénesis utilizadas en laboratorio para la conversión de CO2 a metano. El proyecto —impulsado por un consorcio multidisciplinario liderado por Leitat en el que han participado Facsa y la Universitat de Girona (UdG)— ha logrado identificar las mejores condiciones operativas y materiales para construir reactores eficientes. Estos avances permiten mejorar la productividad del proceso y reducir los costes de producción, acercando la tecnología GAIA a una posible comercialización en el futuro, añaden desde el centro tecnológico. EDAR QUE SE TRANSFORMAN EN BIORREFINERÍAS En este sentido, uno de los hitos más relevantes del proyecto ha sido el diseño de una celda a escala piloto, que servirá como base para futuras investigaciones en entornos reales, como las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDARs). Este desarrollo permitirá convertir estas instalaciones en auténticas biorrefinerías, potenciando su papel en la producción de energía sostenible y su contribución a la descarbonización. El análisis tecno-económico realizado durante el proyecto ha revelado los mejores escenarios para implementar la tecnología GAIA en las depuradoras urbanas, aprovechando las corrientes de agua residual y CO2 para generar biocombustibles de manera eficiente y sostenible. “En Leitat nos enorgullece haber contribuido a convertir una tecnología emergente en una solución real que puede transformar las emisiones de dióxido de carbono a metano mediante un proceso de bioelectroconversión utilizando fuentes de energía renovable”, señala Eduard Borràs, Area Manager en Leitat. “Este avance refuerza nuestro compromiso con la innovación y el desarrollo de tecnologías bioelectroquímicas que impulsen la descarbonización de la economía”, añade Borràs. “La investigación nos ha permitido avanzar en el desarrollo de una plataforma bioelectroquímica para la producción de biocombustibles a partir de un gas de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2). Este proyecto ha facilitado una mejor comprensión de las condiciones operativas necesarias para la producción selectiva de biocombustibles, así como del papel de los microorganismos como biocatalizadores en este proceso”, explica Sebastià Puig, profesor asociado a la UdG. EVALUAR SU ESCALADO Por su parte, Gracia Silvestre, técnico de proyectos de I+D+i de Facsa, asegura que esta investigación “abre nuevas e interesantes posibilidades para la depuración de las aguas residuales urbanas y la valorización de corrientes de CO2 residuales simultáneamente”. Y añade que “el escalado de esta tecnología es fundamental para continuar investigando en su potencial, ya que hemos podido identificar los mejores escenarios reales donde la tecnología podría tener un mayor éxito de implantación en el futuro”. Financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Unión Europea a través de los fondos NextGenerationEU, el proyecto GAIA deja una hoja de ruta clara para la implementación futura de esta tecnología, con el objetivo de crear nuevas oportunidades de negocio y promover una sociedad más respetuosa con el medioambiente. “Este proyecto responde al firme compromiso de Leitat por la investigación y la innovación como herramientas clave para transformar retos tecnológicos en soluciones con alto valor social y medioambiental en vistas a un futuro más limpio y sostenible. Así, en los últimos diez años, el centro tecnológico ha participado en más de 90 proyectos financiados por la Comisión Europea vinculados a la preservación del medio ambiente y, actualmente, trabaja en 14 proyectos enfocados al tratamiento y la reutilización de aguas”, concluye la nota de prensa.n “Pionero en la producción de biocombustibles a partir de CO2 y aguas residuales”
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