INVESTIGACIÓN/ACTUALIDAD 43 Figura 1. Captación de aguas subterráenas en la isla de El Hierro (Canarias). consecuencias negativas debido a los impactos climáticos (Cropper & Hanna, 2014; Fernández-Palacios et al., 2016). El aumento de las temperaturas provocará una mayor demanda de agua para consumo y riego agrícola, especialmente durante los períodos más cálidos, lo que podría resultar en escasez temporal de agua. Las alteraciones en los patrones de precipitación reducirán la disponibilidad de agua dulce, disminuirán la humedad del suelo, los niveles de agua superficiales y subterráneos, así como la capacidad de recarga de los acuíferos (Giordano, 2009; Santamarta et al., 2022). Los eventos meteorológicos extremos, como tormentas torrenciales, pueden sobrepasar la capacidad del sistema de alcantarillado para gestionar los caudales, lo que aumentará los casos de inundaciones y descarga de aguas residuales sin tratar en los acuíferos (Di Nica et al., 2021; Rodríguez-Alcántara et al., 2024). Además, las proyecciones de aumento del nivel del mar probablemente inducirán la contaminación de los acuíferos costeros de agua dulce, aumentarán la evaporación, la intrusión de agua salada debido al aumento del nivel del mar y perturbaciones en los procesos de tratamiento del agua (Phillips et al., 2015). Las estrategias de adaptación al cambio climático en la región de la Macaronesia son de suma importancia. Aunque la UE ha fortalecido su resiliencia mediante la Estrategia de Adaptación de 2013 y todos los Estados Miembros han establecido estrategias nacionales de adaptación, integrando la adaptación en las políticas y presupuestos a largo plazo de la UE, con la trayectoria actual de la sociedad es poco probable que se cumplan los numerosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas para 2030 o 2050 a menos que se tomen acciones significativas (Stuart et al., 2023). La necesidad de acelerar estos cambios está ganando reconocimiento a medida que nos acercamos al punto medio de la Agenda 2030. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha reconocido recientemente esta “brecha de adaptación“como un sentido de”demasiado poco, demasiado lento”, enfatizando los desafíos enfrentados por las comunidades. Subraya que el fracaso de la adaptación climática representa un riesgo global significativo (UNEP, 2022). El Pacto Verde Europeo traza una ruta hacia la neutralidad climática y el desarrollo sostenible, respaldado por inversiones sustanciales en tecnologías e innovación respetuosas con el medio ambiente. Esta tarea implica la implementación de la Estrategia de Adaptación de la UE
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