21 EVENTOS El director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, en un momento de su intervención. suministro en circunstancias excepcionales”. Otra de las conclusiones del evento fue la necesidad de establecer una mejor gobernanza y de alcanzar un acuerdo que permita disponer de infraestructuras que no estén sujetas a los calendarios electorales. Varios de los expertos participantes en la jornada remarcaron “la necesidad de poner el foco en la gestión de la oferta y garantizar la disponibilidad del agua para no poner en riesgo el bienestar de la ciudadanía y el desarrollo de la actividad productiva, en vez de centrarse en la demanda y las restricciones en el consumo”, añaden las mismas fuentes. En este sentido, el presidente de la ASAC, Rubén Ruiz, remarcó que “con las lluvias de las últimas semanas, estamos un poco mejor que hace dos meses, pero no estamos bien”. Ruíz reclamó “no parar las inversiones y ejecuciones previstas, así como actuaciones en las redes, para poder garantizar que, si el otoño no es lluvioso, tengamos un año 2025 con más recursos de los que hemos tenido hasta ahora. Solo de esta forma podremos garantizar que no dependamos tanto de la lluvia, como hemos hecho hasta ahora”. Ruiz también pidió que “el agua no sea motivo de enfrentamientos ni territoriales ni por sectores económicos. Para ello, tenemos que poner recursos sobre la mesa”. Por su parte, el director de la ACA, Samuel Reyes, anunció había firmado “la resolución de la línea de subvenciones de 130 millones de euros para mejorar las redes de suministro de agua en baja: el trabajo se tiene que poder ejecutar”. Además, subrayó que “se tiene que repartir el dinero, pero con un mínimo de deberes hechos”. Reyes también tranquilizó a los asistentes afirmando que “no se acaban las obras porque llueva” y puso en valor que se ha elaborado un plan de agua regenerada con una inversión prevista de 400 millones de euros. “Hace falta dinero para hacerlo efectivo”, recalcó para añadir que “tienen que salir, no solo de la tarifa o el canon del agua, sino también de los Presupuestos Generales del Estado y de la Generalitat”. EL IMPACTO ECONÓMICO DE LA SEQUÍA La conferencia inaugural se centró en la sequía y en sus consecuencias a nivel económico. En opinión de Francesc Trillas, doctor y profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona y miembro del Comité Académico del Foro de la Economía del Agua, “cuando hay problemas con el agua, hay problemas económicos”. En este sentido, Trillas considera que “es imprescindible invertir en infraestructuras físicas y acelerar el cambio tecnológico aplicando una digitalización que optimice el control del agua”, a pesar de que también apunta que “a la vez, tenemos que controlar el consumo para que sea más racional por parte de todos los agentes implicados”. A su juicio, hay tres ámbitos de actuación estratégicos que se tienen que enfrentar: inversión “para no quedarnos solo con desaladoras, sino también impulsar la regeneración y la reutilización del agua”; potenciar la colaboración público-privada “buscando que sea más permanente entre todos los actores”, e incentivar la colaboración entre las administraciones “cosa que es imprescindible: necesitamos una gobernanza con recursos de personas con altas capacidades”, instó. UNA MAYOR IMPLICACIÓN DEL ACA La eliminación de algunas restricciones con la declaración del estado de excepcionalidad y los aprendizajes de los últimos meses centraron las intervenciones de los representantes de diferentes sectores económicos catalanes que participaron en la jornada. Tanto los representantes de las comunidades de regantes como del sector turístico coincidieron en reclamar una mayor implicación de la Agencia Catalana del Agua en la aportación de soluciones para todo el territorio y no dejar que estas soluciones solo lleguen por la acción proactiva de los propios sectores. “En los últimos años hemos trabajado mucho para reducir el consumo de agua en el sector turístico y hemos conseguido reducirlo un 50%”, aseguró Francesc Zucchitello, presidente de la Asociación Profesional de Empresarios de la Hostelería de Tossa de Mar. “La sequía nos ha impactado mucho. Por eso en Tossa y Lloret asumimos una inversión de 1,5 millones de euros para la desaladora móvil para poder dar respuesta a una necesidad clara, mientras la administración pública no nos aportaba soluciones”. En el mismo sector, el gerente de la Asociación de Hostelería del Alt Empordà, Max Huguet, apuntó que “el agua es vital, imprescindible para la hostelería. La clave está en planificar, controlar y concienciar”.
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