FO107 - FuturEnviro

50 ECONOMÍA CIRCULAR/PROYECTO El proyecto Valplast pretende valorizar residuos plásticos biodegradables mediante tratamientos de codigestión anaerobia con lodos procedentes de la depuración de aguas residuales para obtener una corriente de biogás que pueda ser empleada como vector energético, así como un digestato para utilizarse en agricultura. El proyecto Valplast permitirá convertir los residuos plásticos biodegradables en energía verde Valplast es un proyecto estratégico en el que participa un consorcio integrado por Aimplas, el grupo Calagua Unidad Mixta UPV-UV (integrado por el Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València y el Departamento de Ingeniería Química de la Universitat de València) y las empresas Global Omnium Medioambiente y Fych Technologies. El proyecto —financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación IVACE +i, bajo el marco de los proyectos estratégicos en cooperación 2023 de la Unión Europea— busca implementar una alternativa en la gestión de residuos de envases plásticos biodegradables diferente a la actual y alineada con los principios de la economía circular, señalan en una nota de prensa fuentes de Aimplas. “La principal innovación del proyecto pasa por concebir los bioplásticos como un recurso que pueda ser valorizado y transformado en energía verde”, destacan los investigadores participantes en el proyecto. Para ello, se estudiará la degradación de diversos plásticos mediante tratamiento biológico con fangos procedentes de una estación depuradora de aguas residuales urbanas en condiciones anaerobias, tanto a escala laboratorio como piloto. A su vez, se evaluará el posible efecto que tienen los aditivos utilizados en la síntesis de los plásticos (convencionales y bioplásticos), tanto en el proceso de tratamiento anaerobio como en la posterior calidad de los fangos digeridos, al ser su principal aplicación el aprovechamiento agrícola. Además, se trabajará en el desarrollo y optimización de sistemas de instrumentación y control de la planta piloto, así como en el análisis de costes y de ciclo de vida, “imprescindibles para poder evaluar la sostenibilidad ambiental y económica del tratamiento propuesto”, destacan desde el consorcio. El consorcio que impulsa el proyecto está integrado por un equipo multidisciplinar que abarca el sector del reciclaje del plástico, el del tratamiento de aguas residuales y el de desarrollo y aplicación de nuevos conocimientos como son las universidades y centros tecnológicos.

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