ECONOMÍA CIRCULAR 26 “Trabajamos con muchos operadores logísticos y con muchas plantas de reciclaje, de las que cada vez hay más y, además, las que funcionan lo hacen cada vez con más seriedad. Aunque colectivos como Ecolum no tenemos ánimo de lucro, el mercado en el que operamos debe originar beneficios económicos para mantener su actividad. En nuestro caso, realizamos una selección tanto de los operadores logísticos como de los gestores que nos ofrecen mayores garantías. En el caso de las instalaciones, antes de iniciar la colaboración con alguna planta la visitamos y comprobamos cómo trabaja”, explica al otro lado de la línea telefónica Vázquez. Un iceberg de I+D En este punto, la directora general de la Fundación Ecolum reconoce con humildad que “para mí, que no llevo tanto tiempo en el sector de los residuos, ha sido muy sorprendente ver todo el I+D que se aplica para encontrar formas más eficientes de recuperar cada vez más residuos. De hecho, como sabes, nosotros pusimos en marcha un proyecto para medir el índice de reciclabilidad de componentes utilizados en la fabricación de nuevas luminarias. Con esta iniciativa buscamos facilitar a los fabricantes el ecodiseño de sus productos al utilizar materiales que se recuperen con mayor facilidad y también que los componentes sean más fácilmente desmontables, lo que incrementa la vida útil del equipo de iluminación. En cuanto los gestores de residuos, de esta forma pueden adaptar sus instalaciones a los materiales que en unos años llegarán a sus plantas”. Un área en la que está empezando a trabajar la Fundación Ecolum es en la medición de la huella de carbono que se genera en la correcta gestión de los residuos de productos de iluminación. “Nosotros ya estamos trabajando en ello. De hecho, es una meta que hemos fijado para el próximo año. Dentro de nuestros proyectos se encuentra el análisis de la huella de carbono que se genera en todo el proceso de reciclaje: desde que la luminaria se desmonta hasta que concluye el proceso de reciclaje”. Otro de los beneficios que propicia esta mayor información es incrementar la transparencia del sector. En efecto. Además, medir la huella de carbono nos permitirá colaborar de forma más estrecha con los proveedores logísticos. También podremos comparar unos resultados con otros. Al trabajar con una gran variedad de transportistas, en el momento que unos valores se salgan de forma muy llamativa de la media nos permitirá detectar desvíos. Otra consecuencia es que trabajar en este terreno facilitará que las empresas que destaquen en este terreno sean las elegidas. La medición de la huella de carbono puede penalizar a los fabricantes y distribuidores de luminarias que tengan sus instalaciones y clientes en zonas con baja densidad de población en las que los desplazamientos son mayores. Éste es otro tema sobre el que también trabajamos. Vamos a diseñar un plan logístico para, entre otros beneficios, facilitar al máximo las recogidas. Buscamos los recorridos más cortos. Otra medida que resulta beneficiosa es el establecimiento de puntos intermedios en los que se almacenan residuos. Dependiendo de si son peligrosos o no se debe establecer unos tiempos máximos de almacenamiento. La labor que cumplen estos puntos de almacenamiento es acumular una cantidad de residuos que permita la utilización de camiones de mayor tamaño con los que se reducen las emisiones de CO2 por tonelada transportada. "Es evidente que afrontar la gestión de residuos desde un punto de vista de eficiencia medioambiental genera también beneficios económicos”, señala Vázquez La directora general de la Fundación Ecolum destaca las inversiones en investigación y desarrollo que se realizan en instalaciones en las que se recuperan residuos de productos de iluminación.
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