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22 ECONOMÍA CIRCULAR Las pymes son de vital importancia en el modelo productivo español. Su hegemonía (en términos cuantitativos) es clara, tanto en número como el empleo que generan. A partir de la década de los ochenta el cambio de un modelo productivo liderado por la gran empresa a otros modelos de especialización flexible (7) fue importante, y su relevancia ha aumentado gracias a los procesos de externalización y deslocalización productiva por parte de las empresas de mayor tamaño. Siguiendo este hilo discursivo, en un entramado de cooperación empresarial las pymes no deberían tener problemas para una adaptación a un modelo más circular, siempre y cuando presenten “altas dosis de relación y cooperación interindustrial”, ya que un nivel “de cooperación tecnológica, económica, comercial evita —en cierta forma— la problemática que presenta la pequeña y mediana empresa en solitario”. No obstante, en el caso español, salvo contadas excepciones sectoriales y en algún caso geográfico, “no existe este nivel de conformación de relaciones entre empresas, agudizando las problemáticas de acceso a líneas de financiación y con ello a inversiones en I+D+i o a nuevos mercados”. En el informe se apunta que la estructura de pyme en España “está claramente escorada a los tamaños empresariales más reducidos y, por lo tanto, menos capacitados para el acceso no solo a fuentes de financiación, sino —sobre todo— a los conocimientos necesarios para dinamizar esta necesidad de cambio a modelos productivos circulares”. Los autores del estudio lamentan que en nuestro país el nivel de cooperación interempresarial sea tan bajo, lo que incide en el hecho de que la pyme española tenga que superar impedimentos para hacer frente a los procesos de innovación tecnológica, como es —entre otros— la adaptación a procesos de producción circular. Otro efecto de esta escasa colaboración es la dificultad a la hora de acceder al crédito financiero, lo que permitiría modernizar los procesos de inversión e innovación productiva. Pero además de las dificultades de acceso a la financiación, los autores señalan también “la propia cualificación del empresario de la pyme”. Otro factor que frena los avances en la circularidad es la orientación comercial de muchas pymes, basada en el precio y no tanto en la diferenciación del producto. Esta circunstancia se debe, entre otros motivos, a que estas empresas “suelen trabajar en mercados muy dependientes o bien como subcontratistas de grandes empresas o bien en nichos de mercado escasamente desarrollados. “La pyme en solitario tiene escasa capacidad de adaptación frente al cambio. Por esta razón, la vida media de estas empresas es tan reducida”, se lamenta en el estudio. Como principal conclusión, el estudio aboga por fortalecer la pequeña y mediana empresa “como elemento esencial para el éxito del proceso de transición ecológica” que conlleva el paso del modelo lineal de producción a otro circular. No obstante, esta dinamización no puede ser ‘individualizante’, sino que debe construirse en entornos que fortalezcan la interrelación y cooperación entre las pymes, disminuyendo los obstáculos a la innovación y la inversión productivas”.n El estudio analiza las dificultades de las pymes en su camino hacia la circularidad y los factores que impulsan esta transformación ineludible hacia un modelo productivo sostenible. 1.- https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/economia_circular/es_def/adjuntos/diagnostico.pdf 2.- Empresas que ocupan a menos de 250 personas y cuyo volumen de negocios anual no es superior a los 50 millones de euros o cuyo balance general anual no exceda los 43 millones de euros. 3.- https://europa.eu/eurobarometer/surveys/detail/2287 4.- https://www.camara.es/sites/default/files/publicaciones/contribucion_me_desarrollo_sostenible_01.03.2022.pdf 5.- https://cotec.es/observacion/economia-circular/f62c16db-5823-deb4-7986-a786e5c3401c 6.- ‘La segunda ruptura industrial’ Michael J. Piore y Charles F. Sabel.

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