20 REUTILIZACIÓN DE AGUAS RESIDUALES que entren en el flujo de las aguas residuales. Al reducir y restringir los contaminantes en el agua (como, por ejemplo, compuestos farmacéuticos, químicos y compuestos sintéticos, microplásticos o nanopartículas), es más fácil y barato tratar las aguas residuales y más seguro reutilizar los recursos que contienen. 3. Gestionar de forma sostenible las aguas residuales para la recuperación de recursos y reutilización, para lo cual hay que poner el foco en la recogida, requisito previo al tratamiento. Existen muchas soluciones para la recogida y el tratamiento de las aguas residuales que facilitan la recuperación de recursos con la calidad adecuada en función de su posterior aplicación. Para ello son necesarias inversiones para ampliar la capacidad de recogida y tratamiento. También es necesario invertir para solucionar el abandono o insuficiencia de las instalaciones de gestión de aguas que operan en la actualidad y así garantizar su adecuación a los fines perseguidos. Estos ámbitos de actuación, se afirma en el estudio, deben abordarse entre sí y a múltiples niveles. Al igual que en los tres ámbitos de actuación, ampliar con éxito la reutilización de las aguas residuales exigirá avances urgentes en los siguientes aspectos: 1. Garantizar una gobernanza y una legislación para crear un entorno político y normativo político y normativo. Algunas previsiones auguran que en 2050 la población mundial se situará en 10.000 millones de personas. La mayor parte de este crecimiento se producirá en las aglomeraciones urbanas de los países en desarrollo, que ya en la actualidad cuentan con sistemas de abastecimiento de agua y tratamiento de aguas residuales manifiestamente mejorables. SIN EXCUSAS PARA NO ACTUAR Darse cuenta del valor económico de las aguas residuales es esencial para avanzar en una transición hacia una gestión sostenible de las aguas residuales. No es no es una tarea fácil y no existe una solución única. No obstante, “hay experiencias Darse cuenta del valor económico de las aguas residuales es esencial para avanzar en una transición hacia una gestión sostenible de las aguas residuales. No es no es una tarea fácil y no existe una solución única. No obstante, “hay experiencias en la que basarse y el reto no es excusa para la inacción. Hay demasiado que perder. Todos, individual y colectivamente, somos parte del problema y de la solución”, se remarca en el estudio del PNUMA, en el que se insta a que “individuos, empresas, industria y gobiernos, a escala local, nacional y regional” formen parte de este esfuerzo. Los elementos para que esta transición tenga éxito residen en crear una visión compartida del futuro y en darse cuenta colectivamente de la urgencia de llegar a él. También hay que crear un entorno un entorno propicio y capacitador que respalde necesario a escala del sistema. 2. Movilizar una inversión adecuada y sostenida y un acceso a la financiación para así optimizar la cadena de valor de valor de las aguas residuales, creando mercados para la recuperación de recursos y propiciar así las oportunidades de negocio y la inversión del sector privado. 3. Mejorar la capacidad humana, técnica e institucional a todos los niveles (del local al mundial) para capacitar a otros organismos, instituciones y empresas y así actuar sobre la base de una visión compartida. 4. Permitir la innovación técnica y social para establecer nuevos enfoques y soluciones equitativas que se adapten a las diferentes situaciones. 5. Recopilar datos y gestionar la información para apoyar la aplicación, el aprendizaje y garantizar la rendición de cuentas. 6. Aumentar la comunicación, la sensibilización y la transparencia para generar confianza que favorezca el cambio y aumentar la aceptación social del uso de aguas reutilizadas.
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