48 RESIDUOS DE CONSTRUCCIÓN Y DEMOLICIÓN Trajes a medida para gestionar RCD A punto de cumplir 25 años de actividad, la empresa navarra Tecymacan diseña, fabrica, comercializa, mantiene y repara, entre otros equipos, plantas para el tratamiento de residuos de construcción y demolición (RCD). En este segmento de actividad, la gama de producto de la compañía —al frente de la cual se encuentran Adolfo y Natalia Tapiz, quienes han tomado el relevo del fundador de la compañía, Alfredo Tapiz— se divide entre plantas fijas y móviles. Las instalaciones móviles suelen utilizarse para RCD homogéneos; es decir, materiales que llegan limpios hasta la planta, mientras que las estacionarias suelen recibir materiales mixtos o heterogéneos, una variedad de materiales que obliga a incluir elementos que siempre deben ir fijos. Estos dos tipos de instalaciones están indicadas para distintos clientes. Así, las empresas constructoras o las dedicadas a realizar derribos utilizan máquinas de trituración móviles, mientras que los gestores de RCD recurren a instalaciones fijas. Las primeras suelen “constar sólo de las fases de trituración y separación magnética con overband”, explica Natalia Tapiz, responsable de la parte financiera, marketing y exportación de Tecymacan, quien añade que “los materiales heterogéneos son más complicados de procesar en plantas móviles”. Esas distintas exigencias determinan los elementos críticos de las instalaciones. En el caso de las fijas el punto crítico se encuentra en la fase de clasificación. El primer cribado se suele realizar con trómel o criba y ése es uno de los puntos más delicados porque como el material llega mezclado con papeles, plásticos…, que se pegan en las mallas de las cribas o en el propio trómel, que se puede llegar a cegar. Natalia Tapiz explica que “antiguamente se utilizaban más los trómeles de clasificado, ya que —aunque se le peguen tanto plásticos como papeles— se despegan más fácilmente al ir girando continuamente. También es verdad que la desventaja que tienen es que las piezas de hormigón con varillas se pueden enganchar en plásticos o papeles que todavía están dentro de la máquina, por lo que las piedras pueden estar dentro del trómel dando vueltas mucho más tiempo, provocando daños”. Esta es la razón por la que en la actualidad se utilizan más las cribas de clasificación, que “son más fáciles y accesibles para su limpieza. Aunque se ciegan algo más que los trómeles, son más eficientes en el cribado”, aclara Natalia. En el caso de los materiales homogéneos, prosigueNatalia, “la parte crítica es la trituración; es decir, lamachacadora o molino. Cuando se trituran los RCD, el problema son los hierros que entran dentro, ya que no son triturables, y en losmolinos de impacto puede generar más daños que en las machacadoras”. PLANTAS ADAPTADAS A CADA CLIENTE Las más modernas plantas de gestión de RCD incorporan novedades para incrementar su fiabilidad y rendimiento. Así, los molinos impactores, en los que tradicionalmente se utilizaban elementos de fundición de manganeso, en la actualidad incorporan aleaciones de martensítico con cerámico, que soportan mejor la abrasión y el impacto. La adaptación a las características de los materiales recibidos, así como los que se quieren obtener, son los que determinan el diseño de cada planta de valorización de RCD.
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