COSMÉTICA 53 donde el aceite de palma es una de las principales materias exportadas: se producen unas 7 toneladas métricas, un 10 % de la producción global. El aceite de palma es un tema complejo para Sabah, tanto a nivel medioambiental como social. Actualmente Sabah cuenta con una superficie de 4,4 millones de hectáreas de selva tropical y 1,54 millones de hectáreas de plantaciones. Entre 2002 y 2020 se han perdido 339,000 hectáreas de selva virgen al monocultivo de palma. Para frenar esta tendencia, en 2015 la región anunció su compromiso de certificar todo su aceite de palma antes de 2025. Sabah se convirtió en la primera prueba piloto para regular desde la jurisdicción regional la implementación del estándar RSPO. Certificar Sabah siguiendo el estándar RSPO SG, podría suponer que todo el aceite producido en esta región fuese de calidad segregada, aumentando el volumen de aceite RSPO sostenible y eliminando la necesidad de sistemas de control de la cadena de suministro, que tienen un coste elevado y no siempre se pueden llevar a cabo con éxito. En el proyecto se han involucrado grandes plantaciones y refinerías como Wilmar International, además de fabricantes de bienes de consumo, como Unilever y el retailer Wal-Mart, para coordinar esfuerzos a nivel jurisdiccional con agencias gubernamentales y poder alinear las iniciativas. En mayo de 2020 el 35.96% de la superficie de cultivo de palma en Sabah cumplía es estándar de sostenibilidad de Malasia MSPO y el 26% es estándar RSPO. La clave para el éxito de la iniciativa en Sabah consistirá en conseguir una cadena de suministro completamente controlada desde plantación hasta molino y refinería. Y si la jurisdicción regional supervisa las licencias de todas las plantaciones de palma, el proceso será más fácil. Llegar al 100% de aceite certificado RSPO SG es un gran reto, pero el grupo continúa trabajando en esa dirección. CONCLUSIONES En 2008 surge un mensaje de crítica a nivel global por el daño medioambiental que estaba causando la deforestación en las regiones productoras de aceite de palma, y se crea la RSPO. Esta organización da un paso al frente, reconoce el problema y pone en marcha un sistema de certificación, con la misión de conseguir que el aceite de palma se produzca de forma sostenible. Un caso ejemplar de este esfuerzo es el de la región de Sabah en Malasia, que desde 2015 trabaja para cumplir con el compromiso de llegar al 100% de la producción RSPO segregado para 2025. El problema principal para introducir la certificación está en las cadenas de suministro. Hay una falta de transparencia y trazabilidad, al ser múltiples los intermediarios por los que pasa la palma, desde que sale de las plantaciones hasta que llega al molino. Es complejo, además, coordinar la colaboración entre los gobiernos de zonas productoras y consumidoras, las plantaciones y las compañías. Añadiendo barreras significativas a la hora de compartir información de trazabilidad. Si ponemos el foco en la industria cosmética, el uso de aceite de palma está muy extendido, un 70% de productos cosméticos contienen aceite de palma o derivados, aunque en un volumen relativamente bajo, comparado con otros ingredientes. Y actualmente, la calidad RSPO que se puede obtener para el aceite de palma y sus derivados es Mass Balance, mayoritariamente. Esperamos que los esfuerzos que está dedicando la RSPO desde 2008 en la misión por la sostenibilidad en la industria del aceite de palma, se traduzcan pronto en alcanzar la calidad Segregated, para tener un aceite de palma y derivados verdaderamente sostenible. n
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