Industria Farmacéutica y Cosmética

9 RADIOGRAFÍA SECTOR QUÍMICO FARMACÉUTICO Así, mientras que la química de la salud y la de consumo directo crecieron un 10 y un 6%, respectivamente, la química básica, que supone el 43% del total del sector, cayó un 11,2%. Precisamente es la química básica la que concentra mayores necesidades energéticas, y por lo tanto la que se ha visto más afectada por los altos precios. Otra de las características del sector químico, su fuerte músculo exportador, también ha estado afectado en el anterior ejercicio. De tal manera que en 2022 la cifra de negocios en el exterior creció un 29,2%, hasta los 63.626 millones de euros, a pesar de que se exportó un menor volumen de producto. Este comportamiento ha servido al sector químico para liderar el ranking exportador español por segundo año consecutivo, concentrando el 19,5% de las exportaciones industriales, seguido por la automoción y el sector alimentario. RETOS Y PRIORIDADES PARA EL SECTOR QUÍMICO Los principales retos se concentran en cuatro ámbitos altamente sensibles para el sector. La reforma del mercado eléctrico, en este capítulo hay que tener en cuenta los altos precios del gas y de los derechos de CO2. Rasero ha señalado que “para el sector químico, el modelo de mercado debe conjugar cuatro objetivos: garantía de suministro, descarbonización, rentabilidad razonable para impulsar inversiones en generación limpia, y precios competitivos y predecibles a largo plazo para el consumidor. “A este cuarto factor, ni antes, ni ahora en la propuesta de reforma eléctrica que está proponiendo la Comisión Europea, se da una respuesta adecuada. La eterna promesa de que un sistema eléctrico conmayor generación renovable propiciaría mejores precios -por su bajos costes variables- nunca será real mientras mantengamos el modelo actual”. Por su parte Juan Antonio Labat ha recordado que la industria química es netamente consumidora de CO2, por lo que es de relevancia el tema de los derechos de emisión de CO2, cuyo precio medio en marzo ha superado los 90€/t, y que incrementa en 40€/MWh el precio del mercado mayorista cada vez que entra en casación una central emisora. Por último, se ha incidido en que España podría impulsar de forma estructural medidas similares a las de Francia o Alemania para su industria, ya que actualmente suponen un diferencial negativo de 25 €/MWh en el precio final de la energía para las empresas del país. Las ventajas competitivas que tienen estos países derivan de la reducción de costes regulados (peajes y cargos) e impuestos, así como de mayores compensaciones por CO2 indirecto y mayor retribución del servicio de gestión de la demanda. Asimismo, Rasero ha resaltado la necesidad de apoyo a los sectores gasintensivos, con un mayor volumen de ayudas directas a las empresas en función de su consumo. El gas ha sido un responsable directo de la compleja situación industrial europea en 2022, tras haber incrementado su precio 9,3 veces respecto a 2019. Dadas las dificultades para intervenir en el mercado del gas, la Comisión ha permitido temporalmente la implantación de ayudas a los diferentes Estados Miembros. Sin embargo, tanto por la cuantía como por el modelo de estas ayudas, España queda muy lejos, en opinión de Feique, de la efectividad que estos mecanismos están teniendo en otros países. Tal y como ha señalado Teresa Rasero, ante esta situación el Gobierno debe establecer un mayor volumen de ayudas directas, ya que las acumuladas hasta la fecha penas alcanzan los 825 millones €. Esa situación contrasta con países como Portugal, que, con un nivel de consumo de gas en la industria muy inferior al español, ha otorgado 1.000 millones, o frente a Alemania ha establecido una cuantía de 25.000 millones €. Proporcionalmente, para Feique sería necesario alcanzar el nivel de ayudas portugués, que se traduciría aproximadamente en 5.000 millones € en España, así como su modelo: descuento de 40€/MWh en la factura hasta un precio mínimo de 30 €/MWh, que aplica directamente la comercializadora, a quien compensa directamente el Estado. Además, y para evitar el otorgamiento de las ayudas por sectores, que puede generar discriminaciones indeseables, sería conveniente que pudieran acceder a las mismas cualquier empresa con un consumo relativo o absoluto relevante, independientemente de su CNAE. Asimismo, Rasero hizo mención al Green Deal Industrial Plan como respuesta a la Inflaction Reduction Act (IRA), que comprometerá un gasto de 437.000 millones de dólares en los próximos 10 años en EEUU, de los cuales 369.000 se concentrarán en un programa de acción climática mediante créditos fiscales y ayudas directas. Esto influirá de manera clara en las decisiones de inversión de los principales sectores industriales de alta intensidad poniendo en riesgo, tanto las futuras inversiones, como la continuidad de las cadenas de suministro. PERTE DE DESCARBONIZACIÓN En el ámbito nacional, Teresa Rasero ha apuntado también algunas medidas prioritarias para que el PERTE de Descarbonización de la Industria sea verdaderamente eficaz: 1. Asegurar plazos realistas para la ejecución de los proyectos; 2. Acelerar al máximo las convocatorias y agilizar resoluciones

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