56 LABORATORIOS La primera capa de microencapsulación aplicada aporta la estabilidad y viabilidad al probiótico, mientras que la segunda capa lipídica, le aporta cierta protección del medio, permitiendo, además, su liberación de forma controlada en contacto con la piel, mediante la fricción y fusión por efecto de la temperatura. En cuanto a los materiales empleados para el recubrimiento, “en la primera capa se ha utilizado una cobertura de carbohidratados. En la segunda, un recubrimiento lipídico, insoluble en medio acuoso, sólido, que se funde a temperaturas cercanas a las corporales y que consigue maximizar la viabilidad del microrganismo en el momento de aplicación”, apunta Daniel Rivera, del Departamento de Nuevos Productos y Procesos de Ainia. Ainia desarrolla un cosmético probiótico más eficaz Además, se ha trabajado en seleccionar los sistemas de encapsulación que minimicen la pérdida de viabilidad durante el proceso de estabilización y microencapsulación. La primera etapa de encapsulación se ha tratado mediante secado por atomización (spray drying), mientras que en la segunda, a través de enfriamiento por atomización (spray chilling, spray cooling o spray congealing). “Estas dos tecnologías son fácilmente escalables a producciones industriales”, señala Rivera. MICROENCAPSULACIÓN: UN PASO MÁS HACIA LA COSMÉTICA DEL FUTURO La microencapsulación es una tecnología clave para la personalización del producto y su mejora funcional. Este proceso permite la conservación de las propiedades de los productosmediante la protección de las sustancias o principios bioactivos por una matriz que impide que se pierdan. Así, se logra protegerlos de la reacción con otros compuestos, frenar las reacciones de oxidación e incluso, liberar sustancias de forma controlada, como es el caso. INCORPORACIÓN DE PROBIÓTICOS EN FORMULACIONES COSMÉTICAS En los últimos años se ha podido constatar una creciente incorporación de probióticos en formulaciones cosméticas. Son los denominados cosméticos probióticos. El reto tecnológico radica en estabilizar el microorganismo probiótico y mantenerlo viable y vivo en el momento de la aplicación de la fórmula cosmética sobre la piel. n Ainia ha desarrollado un ingrediente cosmético basado en el probiótico Lactobacillus, cuya viabilidad permanece inalterada, gracias a la aplicación de un sistema de doble microencapsulación que permite estabilizar el microrganismo probiótico, manteniéndolo vivo en el momento de la aplicación sobre la piel.
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